Ante la llegada de la primera ola de calor del verano de 2021, una de las grandes preocupaciones es que el precio de la luz siga marcando récords. El 13 de agosto el precio alcanzaba los 117,29 euros/MWh, el más alto hasta el momento, según los datos de Red Eléctrica de España.
Algunos de los retos a los que se enfrenta la Unión Europea en el ámbito de la política energética son: la dependencia a las importaciones, la diversificación tan limitada con la que cuenta y los precios elevados y volátiles.
Pero ni en España ni en la Unión Europea existe un protocolo energético que regule el precio de la luz ante una ola de calor o de frío. Lo explicamos.
[Contador del precio de la luz]
Protocolo energético ante las olas de calor y de frío
Ante la falta de una regulación en el precio de la electricidad, que implicaría un cambio en el mercado mayorista, la UE establece que los Estados pueden desarrollar políticas sociales u otras medidas distintas a fijar el precio del suministro de electricidad.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, recalca que los Estados pueden desarrollar medidas de carácter social que puedan ayudar a aquellas personas que se encuentren en una situación de pobreza energética. “Los suministradores son libres de fijar el precio al que suministran la electricidad a los clientes, y los Estados miembros deben garantizar una competencia efectiva. Paralelamente, los Estados miembros pueden aplicar algunas salvaguardias”, señala.
“Es muy difícil que se pueda llegar a un pacto para estas situaciones, el coste de la luz es un sistema complejo, y dejar abierta una puerta para cambiar las reglas, según qué circunstancias, es complicado. Habría que ver quién define esas circunstancias”, indica a Newtral.es Jose Luis Sancha, experto en sistema energético y profesor de la Universidad Politécnica de Comillas.
La UE comparte un sistema único de subasta
En el mercado regulado, para determinar el precio, todos los días se realiza una subasta horaria en la que se establece el precio de la electricidad de cada hora del día siguiente, es lo que se conoce como pool eléctrico o mercado marginalista.
Se trata de un sistema único y que funciona para todos los países de la Unión Europea. En esta subasta participan todos los generadores que quieren ofertar electricidad y todos los demandantes, los agentes comercializadores que se encargan de comprar la electricidad para ofrecérsela a los consumidores.
Hay que tener en cuenta que en esta subasta, que en España realiza la mayorista OMIE, no es lo mismo que la energía provenga de fuentes de energía renovable como la solar o la hidráulica –que es más barata, ya que no necesita de materia prima para producir energía– a que provenga, por ejemplo, de centrales de gas natural, que suele ser más cara y está condicionada por el precio internacional del gas que se usa para generar la electricidad.
Para poder llevar a cabo un protocolo energético debería crearse un organismo regulador, indica Sancha, para quien parece algo todavía lejano.
En Portugal un 20% de la población tiene su factura regulada por el precio diario del mercado, mientras que en España el porcentaje aumenta hasta el 40%, según datos de La Sexta.
¿Qué ocurre en otros países de la Unión Europea?
Ramón Viván, consultor energético de EnergyExperts, explica a Newtral.es que todos los mercados europeos se ven afectados ante situaciones de temperaturas extremas ya que, cuando ocurre un fenómeno meteorológico de estas características, la demanda de energía eléctrica se dispara. Estas subidas en el precio de la luz son causas del propio sistema marginalista imperante en Europa. Es decir, el coste final de la electricidad es el precio marginal de casar oferta y demanda.
Cuando no hay mucha demanda de electricidad las energías renovables o la nuclear son capaces de cumplir con la demanda de los consumidores. Sin embargo, cuando esta demanda se dispara hay que tirar del gas, el petróleo o el carbono y eso es lo que hace que los precios sean desorbitados, matiza Viván.
Hay que tener en cuenta que el impacto en la factura doméstica no es igual en todos los países. Alemania es el país donde los consumidores pagan la energía más cara de Europa, por detrás se encuentran Dinamarca, Bélgica, Irlanda y España. Aunque hay que tener en cuenta que estos datos de Eurostat sólo llegan hasta finales de 2020, por lo que no incluyen los récords que se han marcado este año.
Pese a que la forma de fijar los precios es la misma para todos los países de la Unión Europea, la fluctuación de los precios domésticos depende de las fuentes de energía. En Italia, su mercado es más caro por su gran dependencia del gas, en Francia, al tirar de la nuclear, disfrutan de precios más baratos; y en Alemania, el carbón y las renovables reducen el precio, algo de lo que se benefician sus vecinos, según indica La Sexta.
Las temperaturas extremas tienen parte de la culpa de esta subida en el precio de la electricidad, pero no son el único factor que influye.
Tres factores claves: la demanda, el derecho de emisión de CO2 y el precio del gas natural
Cuando hablamos del precio de la energía debemos tener en cuenta los tres factores que determinan su coste. “No es usual que en agosto suban tanto los precios porque la actividad industrial es menor, con lo cual la demanda energética disminuye. Por ejemplo, en julio suele hacer menos calor pero los precios han sido históricamente más altos que en agosto”, señala Jose Luis Sancha, experto en sistema energético y profesor de la Universidad Politécnica de Comillas.
Sin embargo, este mes se han producido los precios más altos de la historia. La causa de estas subidas tienen mucha relación con el coste de los derechos de emisión de CO2 y con el precio del gas natural, que se encuentran disparados.
A estos dos factores también se les puede sumar una menor producción de energías renovables, por ejemplo por la falta de viento.
Estos precios tan altos afectan a todos los que tienen contratada la tarifa PVPC y cuya factura depende de las horas en las que consuman la energía.
De cara al invierno se prevé que se dispare el precio de la electricidad en el norte de Europa, y es debido a los problemas de distribución del gas, que llevamos observando unos meses, indica Vivan.
Fuentes:
- Agencia Estatal de Meteorología
- Red Eléctrica de España
- José Luis Sancha, experto en sistema energético y profesor de la Universidad Politécnica de Comillas
- Ramón Viván , consultor energético
- Directiva 2019/944 sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad del Parlamento Europeo
- Europa Press
- OMIE
- Eurostat
- Respuesta de la Comisión Europea
- La Sexta
- La política energética de la Unión Europea
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