Las jubilaciones siguen copando parte del debate político. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha ido desgranando algunas de sus propuestas en esta materia en los últimos días y ha aprovechado para sacar pecho de la gestión de su partido cuando estaba en el Gobierno. “Siempre que hemos gobernado, el PP ha subido las pensiones de acuerdo con el IPC, incluso en algún caso superior [a este índice] ”, aseguró el 20 de junio en Hora 25 (minuto 39:00).
Pero el Gobierno de Rajoy llegó a revalorizar las pensiones por debajo del incremento de los precios hasta en tres ocasiones (en 2012, 2013 y 2017). De hecho, reformó el sistema para desligar su cálculo del IPC y establecer que, de haber déficit, solo podrían subir un 0,25%, algo que Feijóo omite. Esto ocurrió entre 2014 y 2017 debido al estado de las cuentas. En 2018 se volvió a tener como referencia este índice como resultado de las negociaciones con el PNV para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
Desde Newtral.es hemos preguntado al gabinete de prensa del PP, pero por el momento no hemos obtenido respuesta.
La reforma de las pensiones del PP de Rajoy desligó su subida del IPC
Cuando Rajoy llegó al Gobierno en diciembre de 2011, los populares subieron las pensiones para el año 2012 un 1%, como recoge el diario El País (su revalorización se aplica a partir de enero). Ese año cerró con una inflación media del 2,4%, según el INE, por debajo de la subida del Ejecutivo.
Para 2013, el PP volvió a subir las pensiones, con carácter general, un 1%, una cifra que volvía a estar por debajo del IPC, que finalmente se situó en el 1,4%. La propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, reconoció que el Gobierno no podía “hacer frente” a esa actualización.
En diciembre de ese mismo año, Rajoy aprobó una reforma del sistema de pensiones que cambió la manera en la que se calculaban estas prestaciones. ¿Qué supuso esto? La norma estableció que, como mínimo, estas prestaciones debían subir un 0,25% (el Índice de Revalorización de las Pensiones) y, como máximo, la variación porcentual del IPC en el año anterior más un 0,5%. De facto, dejaba de tenerlo como “única referencia para ligar su incremento a la situación de la Seguridad Social”, como analizan desde el BBVA.
Además, como explica a Newtral.es el economista José Ignacio Conde-Ruiz, “esta reforma incluía una cláusula de subida de pensiones en función de cómo fueran los ingresos y los gastos del sistema. La referencia era el gasto medio de los últimos cinco años, el del actual y la previsión de los cinco siguientes; igual con los ingresos. Si la media de los ingresos era inferior a la de los gastos, es decir, si había déficit, las pensiones solo se podrían subir un 0,25%”.
La deflación de 2014 a 2016 y la revalorización por debajo del IPC en 2017
¿Qué pasó en los tres años siguientes a la reforma de Rajoy? El IPC fue negativo y eso facilitó el aumento de las pensiones por parte del PP. “Lo que pasa con esta ley es que, en cuanto la aprobaron, hubo deflación. Por tanto, la subida del 0,25% ya era una revalorización, ya con eso estabas ganando poder adquisitivo”, analiza Conde-Ruiz.
De esta forma, en los años 2014, 2015 y 2016 se aplicó esa revalorización del 0,25%, “pero los precios de consumo descendieron (un 0,2%, 0,5% y 0,2%, respectivamente) por lo que los pensionistas ganaron poder adquisitivo” (entre un 0,45% y un 0,75%), según los cálculos del Informe Económico Financiero del Ministerio de Seguridad Social (página 245).
El documento estima que en 2017, “con una revalorización también del 0,25% y una variación media del IPC del 2%, los pensionistas perdieron el 1,75% de poder adquisitivo”.
El propio Rajoy reconoció que en 2013 habían dicho “que las pensiones no deberían subir en función del IPC”, algo que seguía manteniendo en 2018, como recoge Europa Press. Para su Gobierno era preferible buscar fórmulas alternativas en función del “crecimiento económico o el empleo”. Sindicatos como UGT criticaron la reforma al entender que introducía elementos que recortaban las nuevas pensiones y suponían una pérdida de poder adquisitivo de las personas jubiladas.
A pesar de esto, lo que se hizo en algunos casos para compensar esta desviación entre la subida de las pensiones y el aumento real de los precios fue dar una “paguilla” a los pensionistas para contrarrestar ese desfase, como cuentan los expertos, un dinero que dejó de pagarse finalmente en 2022.
El PP de Rajoy revalorizó las pensiones conforme al IPC en la negociación de los presupuestos
Aunque llegaron a 2018 con los presupuestos de 2017 prorrogados, y, por tanto, con una revalorización del 0,25% sobre el papel, en abril los populares presentaron sus cuentas para ese mismo año, en las que recogían una subida del 1,7%. Fue el momento en el que se restableció el IPC como índice de referencia para revalorizar las pensiones.
Sin embargo, esto fue la consecuencia de que el PNV facilitara la tramitación de los PGE, a pesar de que en aquel momento seguía vigente el 155 en Cataluña, un escollo que complicó las negociaciones para los vascos. La formación permitió que el Gobierno aprobase sus cuentas a cambio de pactar “una subida generalizada de las pensiones en base al IPC”, como explicaron en una nota de prensa.
Resumen
Aunque Feijóo aseguró que el PP subió “las pensiones de acuerdo con el IPC” siempre que gobernó, no es cierto. El Gobierno de Rajoy limitó en 2013 esas subidas a través del llamado Índice de Revalorización de las Pensiones, del 0,25%, que, de facto, desligaba su revalorización del IPC. De hecho, aunque en varios años hubo deflación, los populares subieron, al menos, hasta tres veces estas prestaciones por debajo de la inflación.
Por tanto, su afirmación es falsa.