Los políticos en las redes y en los medios, dos realidades diferentes

ministros Sánchez
Foto de familia del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez | JAVIER LIZON EFE
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El pasado 10 de julio el Presidente Pedro Sánchez anunciaba una profunda remodelación del Gobierno que afectaba a ocho ministros del Ejecutivo, siete que abandonan sus ministerios y uno que se mudaba a otro diferente.

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Rápidamente se comenzó a informar sobre los perfiles personales de las nuevas incorporaciones, así como de los posibles motivos por los que los cesados dejaron sus puestos. Y todo ello tuvo su reflejo en los medios y en las redes. 

Este es un ejemplo de cómo un hecho informativo político tan relevante no sólo afecta a la actividad de los medios, sino a la realidad de la presencia digital de los políticos protagonistas de la noticia. Porque a veces el foco informativo está alineado con el impacto en redes, pero no siempre. 

Hoy vamos a ver con datos dos realidades diferentes, una la anteriormente mencionada, es decir, qué sucede en los medios y en sus redes (Twitter) cuando un político es protagonista de una noticia, y la otra realidad, la del político que siendo muy activo en redes no es muy relevante (numéricamente) en los medios. En el segundo caso veremos que al final se traduce todo a plantearse una carrera de fondo, a largo plazo.

Políticos y redes sociales: Nuevos ministros, nuevos seguidores y más mediáticos

En el anterior artículo pudimos ver los datos de la presencia digital del nuevo Gobierno de España, del Presidente y sus ministros, y si nos centramos en la red social Twitter es interesante observar qué pasó en los días posteriores a los nombramientos de los nuevos ministros.

Vamos a ver con algún ejemplo en qué medida, alguna de las nuevas incorporaciones fueron noticia en los medios y cuánto empezaron a seguirles en sus perfiles de Twitter.

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Si analizamos lo ocurrido en el Ministerio de Exteriores, vemos diferencias entre los perfiles Twitter del ministro entrante y la saliente. En el caso de José Manuel Albares, vemos que entre los días 10 (fecha del anuncio) y 20 de Julio obtiene un aumento de 8.599 seguidores, mientras que el perfil Twitter de Arancha González Laya sufrió una pérdida de 340 seguidores. 

Pero vayamos a la repercusión en los medios de cada uno de los dos entre el 1 y el 20 de Julio. Vemos que hasta el 10 de julio la entonces Ministra Arancha González Laya ocupaba una mayor cuota de protagonismo en todos los medios digitales españoles, en comparación con José Manuel Albares. El día 10, también seguía siendo más mencionada en los artículos de los medios, pero a partir de ahí se invierte la tendencia y es el nuevo ministro quien pasa a ocupar la mayoría de noticias relacionadas con el Ministerio de Exteriores.

Si nos fijamos en lo ocurrido en el Ministerio de Justicia, veremos también la misma situación.

En este caso también podemos observar cómo en el entorno de Twitter la nueva ministra Pilar Llop obtiene un crecimiento de seguidores mientras que el ya ex ministro Juan Carlos Campo sufre una ligera pérdida.

A su vez, en el ecosistema informativo digital español, durante los primeros veinte días de Julio, se ve la misma tendencia que con los ministros de Exteriores, el día 10 es el punto de inflexión en el interés informativo con Pilar Llop y Juan Carlos Campo.

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Si viéramos el resto de ministros cesados y nombrados podríamos observar las mismas tendencias. Por ello, estos casos son buenos ejemplos de contextos políticos en los que la influencia en redes se alinea con la influencia en los medios de comunicación digitales. Lo que es noticia en los medios lo es en las redes. Pero no siempre es así si añadimos una nueva variable al análisis, el nivel de actividad de los políticos en Twitter.

Políticos que se la juegan en Twitter

En el primer ejemplo hemos visto cómo ante un hecho noticiable de impacto referido a un gobierno, los políticos afectados se ven beneficiados (o perjudicados) en términos de presencia tanto en los medios como en las redes. Un efecto lógico si tenemos en cuenta la estrecha relación entre las redes, la política y los medios.

Sin embargo también se dan situaciones donde esa alineación entre redes y medios no se da. En este segundo ejemplo vamos a ver algunos datos referidos a tres diputados del Congreso que durante los primeros veinte días de Julio fueron de los más activos en la red social Twitter, en concreto me refiero a los diputados Víctor Sánchez del Real, María Dantas y Pilar Cancela.

En la primera imagen podemos ver sus datos de Twitter, el número de publicaciones, el volumen de sus comunidades y la repercusión obtenida con sus publicaciones. En el caso del diputado Víctor Sánchez del Real podemos ver que, siendo el más activo, también agrupa una comunidad tuitera importante, dentro del ecosistema digital de su partido Vox. Mientras que las dos diputadas, en términos de comunidad, tienen comunidades cuantitativamente similares. 

En términos de repercusión vemos cómo Sánchez del Real tiene una repercusión muy relevante, mientras que María Dantas y Pilar Cancela, aunque en menor medida, también tienen datos importantes. Estos tres diputados, en Twitter actúan y sus comunidades les escuchan.

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Sin embargo, si nos fijamos en la segunda imagen, vemos cómo la repercusión que tienen en los medios es mínima, sobre todo si la comparamos con los datos anteriores de los ministros cesados y nombrados. Aún así, dentro de esos baremos tan dispares, en este caso se da una situación interesante que corrobora lo anteriormente expuesto, la diputada Pilar Cancela durante el día 20 recibe algo más de atención por parte de los medios, el motivo: su nombramiento como Secretaria de Estado de Cooperación Internacional.

Vemos como en el ecosistema político digital no siempre están alineados los vértices del triángulo redes, política y medios. En este contexto, la actualidad nos obliga a manejar diferentes escenarios en términos de comunicación digital, porque como hemos podido observar, no hay una única realidad, hay, al menos, dos.