Ucrania da el último compás a la política exterior de Sánchez, marcada por la pandemia y el mandato exprés de Laya

Pedro Sánchez política exterior
Flickr La Moncloa.
Tiempo de lectura: 9 min

La crisis en Ucrania ha vuelto a poner en el centro del debate la política exterior española. Una política exterior a la que Pedro Sánchez prometió dar un nuevo impulso respecto a su predecesor, Mariano Rajoy, a quien acusó de inacción en determinados momentos. 

Publicidad

Como miembro de la OTAN, España ha enviado la fragata Blas de Lezo al Mar Negro, un movimiento ya previsto, pero que se ha adelantado por la escalada de la tensión con Rusia.  El buque se sumará al cazaminas Meteoro, que ya partió hace unos días hacia la misma zona, en otro movimiento también previsto anteriormente a la actual crisis. Sin embargo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha enmarcado este despliegue en el marco de las actuaciones de la OTAN para tratar de desescalar el conflicto con Vladimir Putin.

¿Qué papel tiene España en la crisis de Ucrania? 

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Juan Ángel Sotillo, da una explicación similar a la de Robles: “España tiene que hacer frente a sus obligaciones por formar parte de la OTAN y de la Unión Europea. Más que manteniendo una posición activa en esta crisis, se muestra como un socio fiable de estas organizaciones y respalda las decisiones que estas tomen”. 

España lleva realizando este tipo de maniobras desde 2014, cuando se produjo la primera crisis en Ucrania. “Lo que se está jugando con estos despliegues no es entrar en un conflicto bélico con Rusia sino generar la apariencia de que una acción militar de este país en Ucrania tendrá costes. También se busca mostrar una imagen de unidad por parte de la OTAN”, explica el investigador del Instituto Elcano y doctorando en el University College de Dublín, Jorge Tamames.

Más allá de esto -explica- “España no tiene unos intereses definidos en la zona”, como sí puede ser el caso de los países que ven cómo el conflicto puede influir en su suministro energético. Sin embargo, Sotillo alerta: “Lo que pasa en cualquier parte del mundo nos afecta. Hay una interdependencia. La frontera entre lo externo y lo interno es muy difusa y, gran parte del partido que se juega  aquí, se decide fuera”. 

En ese terreno de juego, Tamames sin embargo no da un papel protagonista a la Unión Europea, a quien sitúa en los márgenes de decisión: “La gran damnificada de esta escalada de tensión es la UE y sus intentos por desarrollar una autonomía estratégica europea en la medida en que ha quedado inmediatamente desplazada por Moscú y Washington como actor geopolítico”.

Publicidad

Pedro Sánchez y el cambio que prometió darle a la política exterior

En lo que llevamos de legislatura, las aspiraciones en política internacional de Sánchez se han visto salpicadas -como todo- por la pandemia. La crisis del coronavirus estalló dos meses después de su investidura en enero de 2020, lo que hizo virar casi todos sus esfuerzos hacia la política doméstica. 

A pesar de ello, Sotillo esboza el perfil que el presidente del Gobierno está intentando trazar a nivel internacional: “Busca identificarse con un modelo progresista, multilateral, que apuesta por un desarrollo sostenible y por políticas feministas”, como se pudo ver en la negociación de los fondos de recuperación europeos. Reconoce que, en este papel, el Gobierno ha tenido “sus luces y sus sombras”, pero piensa que es clara su apuesta por “un modelo totalmente distinto” al de Rajoy. 

Difiere en este punto Jorge Tamames, que reduce la disparidad a pequeños detalles: “Su actitud es más proactiva, no está tan centrada en la recuperación económica y tiene más temas que tratar. Sin embargo, no es una diferencia abismal sino de énfasis y matices”. Una de las cuestiones en las que más se aprecia este cambio es la migración, donde la función que jugó el último Ejecutivo del PP en la crisis de refugiados de 2015 difiere de la mantenida en la evacuación de Afganistán o en la acogida del Aquarius. 

Precisamente, el investigador del Instituto Elcano achaca esta proactividad al papel que asumió cuando llegó a La Moncloa tras la moción de censura de junio de 2018: “Cuando llegó al poder era uno de los referentes de la socialdemocracia europea”, familia que ha ido sumando primeros ministros desde entonces. El último, el alemán Olaf Scholz.

Sin embargo, ambos expertos coinciden en que hay ciertas posturas que siempre se mantienen estables por ser “políticas de Estado”, con independencia de quién esté en el Gobierno. Llama la atención que mencionan los mismos casos: la defensa de la Unión Europea y las relaciones con países vecinos como Marruecos. 

Publicidad

Arancha González Laya, una ministra fugaz

En la última crisis de Gobierno, Pedro Sánchez prescindió de Arancha González Laya, relevando así a un ministro considerado “de Estado” apenas año y medio después de su nombramiento como titular de Asuntos Exteriores. La decisión se relacionó con la crisis diplomática desatada por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para que fuera atendido por coronavirus en un hospital de Logroño. Una crisis que todavía el Gobierno no da por terminada, a pesar de los esfuerzos del actual responsable de Exteriores y del propio Felipe IV por rehacer la relación.

La decisión también tuvo su repercusión en los tribunales, donde la exministra se encuentra imputada. En su declaración ante el ante el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza se negó a revelar quién decidió que se produjera esta entrada, amparándose en la Ley de Secretos Oficiales.

Las tres constantes de la política exterior española

Aunque ha habido afinidades concretas según el presidente del Gobierno que hubiera en España -como la de Aznar con Bush (EE.UU) y Blair (Reino Unido)- lo cierto es que en la política exterior de España siempre hay tres constantes: la Unión Europea, Latinoamérica y el Norte de África. 

Unión Europea: en busca de la complicidad de Scholz

España juega sus cartas principalmente en la UE.“Los socios son y tienen que ser los de la Unión Europea. No queda otro remedio”, apunta Sotillo. Dentro de estos, el investigador del Instituto Elcano cree que Sánchez ha hecho “una apuesta clara” por entenderse con el canciller alemán, con quien además comparte familia política: “España en Europa suele alinearse con Alemania o, al menos, intenta no ir en su contra”, como se demostró en la gestión de la crisis económica por parte de Rajoy. 

Jorge Tamames, sin embargo, piensa que Sánchez no va a centrar todas sus bazas en el mandatario teutón. Como a nivel nacional en el Congreso, cree que juega “una geometría variableque le hace buscar también la sintonía con otras potencias, como la de los países escandinavos en cuestiones feministas. 

Publicidad

Latinoamérica: un sí, pero no

El profesor de la UCM considera que España “está perdiendo peso” en esta región: “Se mantiene el vínculo, pero no nos ven como los interlocutores que éramos antes”. Tamames, reconoce que la relación es “peculiar”, en tanto que la coalición del PSOE y Unidas Podemos tiene un papel de “referencia” en el “viraje a la izquierda” que vive la región con el triunfo de Gabriel Boric en Chile o la posible victoria de Lula Da Silva en Brasil. 

Añade una particularidad más: el impacto que lo que ocurre en estos países tiene en la política nacional. “Lo importamos para el consumo doméstico. Lo que ocurre en Venezuela lo tratamos como si sucediera en Ciudad Real”. 

África: pragmatismo por encima de todo 

Con países como Marruecos o Argelia, “prima más la agenda pragmática” en cuestiones como la migración o el suministro energético “que los valores propios de la izquierda del Gobierno actual”, considera el profesor de la UCM. Complementa esta tesis Jorge Tamames al apuntar que España está intentando ganar peso en el África subsahariana por “ser un área dinámica y creciente” en lo económico.

Lo que dice de Pedro Sánchez su agenda internacional de política exterior

Desde el inicio de la legislatura, Pedro Sánchez ha mantenido casi una treintena de encuentros bilaterales en España con mandatarios extranjeros de primer nivel. A la cabeza se encuentra Italia, con cuatro reuniones con sus dirigentes: dos en La Moncloa (Giuseppe Conte, primer ministro, y Sergio Mattarella, presidente de la República), una en la cumbre hispano-italiana celebrada en Palma (Conte) y otra, en Barcelona (Mario Draghi). 

Además de Italia, Argentina y República Dominicana son los únicos países que han repetido visita a La Moncloa en estos dos años. Sánchez recibió a Alberto Fernández apenas un mes después de haber sido investido y, después, en mayo de 2021. Por su parte, se encontró Luis Abinader en abril de 2021 y, más recientemente, en enero de 2022. 

En el punto contrario, es con el primer ministro portugués, Antonio Costa, y con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con quien más encuentros bilaterales ha mantenido en el exterior. 

Fuentes

Pedro Sánchez política exterior