Una nueva controversia se ha abierto debido al acuerdo sobre las pensiones y la generación denominada baby boomers (los nacidos entre finales de los años 50 y mediados de la década de los 70). Este asunto, derivado de la reforma del sistema público de pensiones, es tratado por José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este miércoles en el Congreso junto a otros relativos a dicha reforma.
La comparecencia, dentro de la comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo, se realiza un día después de que el Gobierno iniciara la tramitación del anteproyecto de ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones en el Consejo de Ministros del pasado martes 6 de julio.
La disputa: el mecanismo de equidad intergeneracional de las pensiones y los baby boomers
Escrivá declaró el pasado 1 de julio en una entrevista para La Hora de La 1 que los baby boomers “podrán elegir entre un ajuste pequeño en su pensión o alternativamente podrían trabajar algo más”. Esta declaración fue el principio de esta polémica.
No obstante, “no hay ningún cambio cuantitativo” actualmente porque este aspecto no se encuentra incluido en ninguna ley, afirma Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), para Newtral.es.
Al día siguiente, el ministro indicó durante la presentación de los datos de paro registrado en junio que “no transmití adecuadamente la certidumbre” a los pensionistas; “se me entendió mal”. Además, trasladó que el mecanismo de equidad intergeneracional “está aún por decidir” y sustituirá al derogado factor de sostenibilidad (coeficiente que disminuye las pensiones según la esperanza de vida).
Esta situación proviene del mencionado 1 de julio, cuando el Gobierno firmó con los agentes sociales la primera pata de la reforma de pensiones comprometida con Bruselas. El acuerdo entre el Ejecutivo, CEOE, CEPYME, CCOO y UGT “garantiza el poder adquisitivo de las pensiones actuales y las del futuro, y asegura la sostenibilidad financiera” de dicho sistema, declaró Pedro Sánchez.
Pero ¿qué propone el acuerdo sobre las pensiones?
El pacto, que traslada las recomendaciones aprobadas por el Pacto de Toledo el pasado otoño, “modernizará el sistema (de pensiones) y le dotará de herramientas para absorber la llegada de los baby boomers a la edad de jubilación”. Por su parte, Escrivá señaló en el acto de la firma celebrado en el Palacio de la Moncloa que “elimina la incertidumbre sobre las pensiones”.
Concreta algunas recomendaciones del Pacto de Toledo:
- El acuerdo fija un mecanismo estable y permanente de revalorización de las pensiones. Las pensiones se incrementarán cada 1 de enero según el IPC medio registrado en el ejercicio anterior.
- Incorpora medidas para acercar la edad efectiva a la edad ordinaria de jubilación. Se flexibilizan las condiciones para la jubilación anticipada (coeficientes mensuales para fomentar su retraso). Se refuerzan los incentivos para la jubilación demorada (un porcentaje del 4% por cada año de dilación).
- Los interlocutores sociales tendrán hasta el 15 de noviembre de este año para negociar la sustitución del factor de sostenibilidad actual por un factor de equidad intergeneracional. Este último entrará en vigor en 2027. Si en el proceso del diálogo social no se alcanzara un acuerdo, se incluirá en la ley posteriormente a través de una enmienda.
- Para los autónomos, el pacto prevé la implantación de un nuevo sistema de cotización por sus ingresos reales y una mejora en la protección social. Este sistema será negociado con los agentes sociales y se aprobará en 2022, pero no tendrá efectos económicos hasta 2023. Su desarrollo será progresivo.
“Dudas” y un posible déficit en el nuevo sistema de las pensiones
Desde FEDEA, de la Fuente destaca del acuerdo firmado tanto la revalorización de las pensiones con el IPC como la eliminación del factor de sostenibilidad, aunque la sostenibilidad del sistema de prestaciones “se pone en riesgo” y genera “dudas”.
“La mayor parte del aumento previsto del déficit de este sistema se traslada de la Seguridad Social al Estado”, añade. Este déficit se encuentra relacionado con la evolución de los precios para actualizar las pensiones.
La derogación de la reforma del 2013 en este ámbito “sin ninguna medida compensatoria llevaría a un incremento muy significativo del gasto de pensiones”, señala el director ejecutivo de FEDEA. Esto “puede afectar a una situación económica ya bastante complicada”, recalca.
De esta manera, nos encontramos ante un “agujero negro de gastos sociales” en las cuentas públicas, manifiesta Ángel de la Fuente. Por lo tanto, se debe “tener en cuenta una partida (relacionada con la variación de las pensiones) en la creación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado”, matiza.
Suecia y su sistema de pensiones: ¿cómo es?
“Transparencia y sostenibilidad”, dos cualidades que hacen del sistema de pensiones de Suecia como referente, según de la Fuente. El sistema sueco se basa en un modelo de cuentas nacionales, es decir, cada trabajador tiene una especie de cuenta en la que se van apuntando las cotizaciones que realiza.
Cada año, los trabajadores son informados del saldo en su correspondiente cuenta y, cuando alguien se jubila, su pensión se calcula directamente a partir del saldo acumulado. Esto “ofrece bastante transparencia a los trabajadores” porque “pueden saber siempre que quieran cuánto percibirán si se jubilan en un momento determinado”.
Fuentes:
- Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA)
- La Moncloa: El Gobierno firma con los interlocutores sociales el primer gran pacto sobre pensiones en el marco del diálogo social desde el año 2011
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