El poder adquisitivo depende, entre otros, de la inflación, del salario y del contenido de la cesta de la compra, que los consumidores pueden variar para ajustarse al nuevo contexto económico. En 2022, los precios aumentaron mucho más que los salarios pactados bajo convenio colectivo. En concreto, los sueldos crecieron un 2,8% y la inflación media se situó en el 8,4%, según los datos del Ministerio de Trabajo y del INE. La diferencia, por tanto, fue de 5,6 puntos porcentuales. Una caída significativa del poder adquisitivo, ya que en 2021 esta diferencia fue de 1,4 puntos, y que no se ha visto en 20 años.
Cómo aliviar la pérdida de poder adquisitivo por elevada inflación: un pacto de rentas
La pérdida del poder adquisitivo ha sido evidente en 2022 aunque no ha sido igual para todos los trabajadores ya que algunos están protegidos por la cláusula de revisión salarial. “Ha sido un mordisco bastante grande a la capacidad de compra media de los hogares en España”, expone a Newtral.es José Emilio Boscá, investigador de Fedea y catedrático de la Universidad de Valencia.
Precisamente, los expertos consultados por Newtral.es apuntan a que un alivio importante para los trabajadores afectados por la escalada de precios habría sido generalizar este tipo de cláusulas: mecanismos que permiten a los asalariados recuperar el poder adquisitivo perdido cuando la inflación supera un cierto umbral especificado en la propia cláusula, como explicó Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.
Esto es: conseguir un pacto de rentas. Sin embargo, a pesar de los intentos que hubo durante el 2022 para cerrarlo, sindicatos y patronal no consiguieron ponerse de acuerdo. “Un pacto de rentas entre trabajadores y empresarios habría permitido distribuir la carga del incremento del coste de la inflación entre ambos, ya que los datos demuestran que han sido los hombros de los asalariados los que han sufrido el golpe, no ha sido nada equitativo”, indica Antoni Cunyat, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Universidad de Valencia.
De la misma manera se expresa Boscá: “la pérdida de poder adquisitivo es muy perjudicial para la economía en general porque la inflación nos empobrece a todos, la cuestión es cómo repartir ese empobrecimiento y es obvio que ha recaído sobre los trabajadores y no tanto sobre los empresarios que no han perdido poder adquisitivo, al contrario”.
El error de subir los sueldos para evitar la pérdida de poder adquisitivo
Aunque parezca contraintuitivo, optar por subir los sueldos al mismo ritmo que la inflación, lejos de aliviar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, habría provocado, como recuerdan los expertos, una subida desmesurada de los precios. Un fenómeno que se conoce como espiral inflacionista.
“Que haya una subida de los salarios por debajo de la inflación tampoco es tan malo: si los sueldos suben al mismo ritmo que el IPC, los empresarios tienen que asumir mayores costes por lo que suben los precios para aumentar sus márgenes y la inflación vuelve a aumentar”, argumenta Cunyat. “Como demuestra la experiencia en los años 70 en España durante la inflación provocada por el aumento de los precios del petróleo, los costes de reducir la inflación de esta manera son tremendos para los trabajadores”, recuerda el experto.
Crecer más: la solución a largo plazo para evitar la pérdida de poder adquisitivo
En un intento de ver el vaso medio lleno, Cunyat considera positivo el hecho de que las retribuciones en España crezcan por debajo de la media de la Unión Europea, según los últimos datos de Eurostat, la oficina estadística europea, de diciembre de 2022.
“En una Unión Económica y Monetaria esto significa que los costes laborales y de producción en España han crecido menos que en otros países, por lo que ganamos en competitividad respecto a otros países europeos”, comenta el profesor de la UOC. Es decir, a medio y largo plazo, esta ventaja competitiva se podría traducir en más puestos de trabajo en España.
La pérdida de poder adquisitivo no será tan alta en 2023 por la inflación
Para los expertos consultados, la evidente pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los trabajadores durante 2022 es una chispa que ya ha comenzado a extinguirse y que surgió, en gran medida, por elementos externos como el aumento de los precios de la energía.
“La previsión es que la inflación se modere durante 2023, que el crecimiento del PIB no sea negativo y que, por tanto, no se produzca una recesión”, explica Cunyat. De hecho, la tendencia que pronostican los expertos ya ha comenzado a notarse. Con los últimos datos actualizados de Eurostat, España se posicionó por segundo mes consecutivo como el país de la zona euro con la inflación más baja en 2022. El país cerró el año con un IPC del 5,6% en diciembre, por debajo de otras economías europeas como Italia (12,3%), Portugal (9,8%), Alemania (9,6%) o Francia (6,7%).
De esta forma, los expertos entrevistados coinciden: la pérdida de poder adquisitivo del 2022 no será tan acusada en 2023, en promedio. “Aunque los trabajadores seguirán perdiendo, no lo harán tanto como el año pasado”, indica Cunyat.
Boscá explica además que, al mismo tiempo que se reduce la inflación en 2023, habrá subida de los salarios por sectores. “Hay cada vez más convenios que se están firmando con cláusula de garantía salarial, por lo que se cubrirán respecto a la inflación que vaya a haber este año que también será más baja”, insiste el investigador de Fedea.
De hecho, según los datos de Trabajo por sectores, la industria es la que ha acordado mayores subidas en 2022, un 3,3% de media. Le sigue la construcción con un 3% de alza, y los sectores servicios y agrario, que suben un 2,5% de media.
- INE
- Ministerio de Trabajo
- Antoni Cunyat, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Universidad de Valencia
- José Emilio Boscá, investigador de Fedea y profesor de la Universidad de Valencia
- Javier de la Nava, profesor de Macroeconomía de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA)
Capitalismo, ese sistema que tanta riqueza genera.....