A la semana de comenzar la invasión rusa de Ucrania, ocurrió un hecho muy poco frecuente en el Congreso de los Diputados: todos los grupos, a excepción del Mixto por la negativa de la CUP, firmaron una proposición no de ley (PNL) en la que se daba apoyo al país presidido por Volodímir Zelenski, se condenaba el ataque ruso y se instaba a las comunidades autónomas y los ayuntamientos a seguir avanzando en el plan para acoger a los refugiados de Ucrania.
La iniciativa se votará en la Comisión de Asuntos Exteriores, donde tiene garantizado los votos para salir adelante. No tiene un futuro tan claro la PNL que PSOE y PNV llevan al pleno este martes, 8 de marzo, sobre la investigación de los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia que quieren encomendar al Defensor del Pueblo.
Queden como queden las votaciones, estas medidas tienen muy poca utilidad. “Un brindis al sol” son las palabras que el letrado en Cortes Luis Molina Moreno empleó en una publicación de 2018 en la Revista de las Cortes Generales, donde también aseguraba: “Su eficacia jurídica es nula y la política, en lo que a su función frente al Gobierno, cuando menos es débil”.
El sentido de las PNL y las mociones del Congreso
Los grupos parlamentarios pueden presentar en el Congreso distintos tipos de iniciativas en función del objetivo que tengan: si quieren elaborar una norma, registran una proposición de ley; si pretenden controlar la acción del Gobierno, impulsarán una pregunta oral o por escrito; y si quieren orientar la acción del Ejecutivo, redactarán una proposición no de ley.
Proposición no de ley. Las formaciones las presentan, en primer lugar, para obligar al resto de partidos a mojarse con el tema en cuestión: la crisis de Ucrania, el despliegue de la tecnología 5G o una reforma fiscal. Si alguna sale adelante, se entiende que esa es la línea política que respalda la mayoría del Congreso y, por lo tanto, la que debería seguir el Ejecutivo.
Esto es una interpretación de la normativa, pero en ninguna ley se establece que las PNL que se votan tanto en el pleno como en alguna comisión sean vinculantes. O lo que es lo mismo: el Consejo de Ministros no tiene ninguna obligación de materializar estas iniciativas.
Mociones. Durante las sesiones de control, los partidos pueden presentar interpelaciones a miembros del Ejecutivo, lo que les permite abordar cuestiones con mayor profundidad que en la ronda de preguntas del inicio de la sesión. Una vez se celebra el debate, las formaciones tienen la posibilidad de registrar una moción para que el Congreso se pronuncie sobre ella. La finalidad es la misma que la de las proposiciones no de ley.
¿Qué se vota en el Congreso?: la reforma de las PNL que propone el PNV
Este martes, el pleno decide si empieza a tramitar una reforma del Reglamento del Congreso para añadir un nuevo artículo en la parte que regula las informaciones que el Gobierno tiene que facilitar a la Cámara.
En concreto, el PNV plantea que en el primer mes hábil de cada periodo de sesiones (febrero y septiembre), el Ejecutivo tenga que remitir “un informe detallado relativo a la situación y grado de cumplimiento de cada una de las proposiciones no de ley, mociones y resoluciones aprobadas tanto en pleno como en comisiones en el periodo de sesiones anterior, así como las pendientes de cumplimiento de periodos anteriores”.
Este informe, además, debería ser defendido en comisión por un representante del Gobierno “para explicar el citado informe y responder a los requerimientos” de los partidos.
- Jerga parlamentaria. Al debate que acogerá este martes el pleno se le conoce como el de “toma en consideración”. Supone el primer examen que tiene que pasar la iniciativa para poder tramitarse.
Cómo ha quedado la votación. La Cámara baja ha aprobado tramitar la propuesta con 289 votos a favor frente a los 52 en contra. Ahora, la iniciativa se remitirá a la Comisión del Reglamento del Congreso, donde los grupos pueden presentar enmiendas.
Un poco de contexto. Esta medida ya fue propuesta en 2017, donde contó con el respaldo unánime del pleno. Sin embargo, la convocatoria de las elecciones generales del 28 de abril de 2019 puso fin a la tramitación de este cambio del reglamento del Congreso.
Un dato: solo se votan el 43% de las PNL presentadas
Aunque apenas hemos superado el ecuador de la legislatura, las 4809 proposiciones no de ley presentadas en el Congreso -a 7 de marzo- desde 2020 ya son el tercer dato más alto de los registros parlamentarios. Solo la superan las cifras de las dos últimas legislaturas ‘completas’: las 5351 que se presentaron entre 2016 y 2019, y las 5236 del periodo que fue entre 2011 y 2016.
Iniciativas al peso. Sin embargo, la enorme cantidad de PNL presentadas no es sinónimo de que se hayan aprobado muchas medidas de este tipo. Es más, ni siquiera significa que se hayan abordado en el pleno o en la comisión correspondiente.
Según los datos, solo se han votado de media el 43,3% de las PNL registradas, hecho que depende de los partidos políticos que son los que deciden en la Mesa del Congreso o de la comisión de turno qué temas se llevan al orden del día.
- En la actual legislatura, los diputados solo han abordado una de cada tres PNL presentadas (el 28,4%). Sobre la cifra total de iniciativas registradas, el dato de aprobadas es de solo el 19,1%.
El sistema del Senado
El Reglamento de la Cámara alta sí recoge que el Gobierno tiene que dar cuenta del cumplimiento que ha hecho sobre determinadas iniciativas respaldadas por el Senado.
En concreto, el artículo 178.2 establece que en “los seis meses siguientes” a su aprobación el Ejecutivo o los órganos correspondientes “deberán informar sobre el cumplimiento dado a las mismas”. Sin embargo, en caso de no hacerlo, no se contempla ningún tipo de sanción.
Fuentes
- Congreso de los Diputados: buscador de iniciativas y Reglamento de la Cámara (PDF)
- Senado: Reglamento de la Cámara