En qué consiste el Plan Hidrológico del Tajo y qué cambios puede provocar en la gestión del agua

Plan Hidrológico Tajo
Río Tajo. | Foto: Wild Glass Photography (Shutterstock)
Tiempo de lectura: 5 min

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobó en enero de 2023 el Plan Hidrológico del Tajo, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en febrero de ese año. Desde entonces hay un conflicto −aún abierto y pendiente de resolución en el Tribunal Supremo− entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid, Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana por el uso del agua del Tajo, los cambios en los trasvases del río y las reservas de caudales ecológicos.

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Andrés Molina Giménez, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, explica a Newtral.es que el nuevo Plan Hidrológico del Tajo puede afectar a cuestiones como el régimen de abastecimiento, el caudal ecológico que hay que reservar del río o el vertido que pueden hacer las depuradoras. 

El proceso de actualizar los planes hidrológicos de los ríos debe hacerse cada cinco años, como recoge la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Por lo tanto, el actual plan empezó a estar vigente en 2023 y no se actualizará hasta 2027.

Contexto. El Plan Hidrológico del Tajo afecta a regiones como Extremadura o Castilla-La Mancha, cuyo Gobierno ha calificado el nuevo plan como una “decisión histórica”. Otras comunidades como Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia se han sumado a la Comunidad de Madrid y lo han recurrido.

Cuáles son los aspectos que cambia el Plan Hidrológico del Tajo

La Confederación explica en su resumen no técnico que la parte española (el río desemboca en territorio portugués) de la Demarcación Hidrográfica del Tajo es un territorio de 55.780 kilómetros cuadrados de extensión, por el que discurren unos 63.000 kilómetros de cauces. “El objetivo que persigue el plan hidrológico es alcanzar el buen estado de las aguas y evitar su deterioro, a la vez que se posibilitan los usos socioeconómicos asociados al agua”, señala.

El desacuerdo entre las comunidades que lo han recurrido y el Gobierno de España puede deberse a varios aspectos que cambian tras la última actualización del Plan Hidrológico del Tajo. “El nuevo plan puede cuestionar el régimen de abastecimiento de agua de la Comunidad de Madrid por los caudales ecológicos que se han fijado”, indica Andrés Molina.

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  • Los caudales ecológicos son cantidades de agua que se fijan para que se mantenga un caudal mínimo, sobre todo en momentos en los que puede haber estrés hídrico, es decir, temporadas de sequía. Si en esas situaciones no se ha reservado una cantidad de agua suficiente, podría comprometer al sistema biológico de la zona. Aun así, el director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante asegura que “el caudal ecológico no se puede priorizar por encima del abastecimiento del agua de la población, algo que recoge la ley de aguas, y se critica que no aparezca especificado en el Plan”.

Por ejemplo, esta limitación de caudales sucede en espacios o lugares del territorio de España por los que pasa el Tajo y que, a la vez, pertenecen a la Red Natura 2000. En estos lugares protegidos por la Unión Europea se busca resguardar la biosfera y la naturaleza, pero como recuerda Molina, “también hay que garantizar el consumo humano”.

Autorización previa para hacer trasvases y mejora en las depuradoras

Otro de los aspectos de la gestión del agua que contempla el Plan Hidrológico del Tajo es el uso de los intercambios de una masa de agua a otra, por ejemplo, de un río a otro o de un embalse a un río y viceversa. Tras la aprobación del plan, este tipo de movimientos de agua entre los pantanos o embalses en las comunidades afectadas por el plan requerirán una autorización previa por parte del ministerio. “Esto es nuevo y no está recogido en la ley de aguas”, afirma Molina.

El Plan Hidrológico del Tajo también contempla el uso y los vertidos de las depuradoras. “Cuando el vertido de las depuradoras de los territorios pueda afectar a una masa de agua que esté en una mala situación, entonces se establecen condiciones adicionales al vertido”, explica el experto. Aunque lo valora positivamente, Molina advierte de que el proceso de mejora de las depuradoras es lento. “No se puede incrementar la calidad de una depuradora de la noche a la mañana, requiere tratamientos terciarios, y no solo una inversión, sino un tiempo de construcción de esas instalaciones”, asegura.

Fuentes
  • Andrés Molina Giménez, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante
  • Canal de Isabel II
  • Confederación Hidrográfica del Tajo
  • Europa Press
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1 Comentarios

  • Bla, bla, bla. El plan de las oligarquías mafiosas globalistas (no "élites") es quitarnos el agua y que tengamos que pagar por ella. El plan es someter al urbanita como a una ratita amaestrada que quiere su bolita o su gotita de agua. De hecho, históricamente, en la infame Gringolandia, de donde surgen estas pérfidas conspiraciones privadas y secretas contra el bien común, el agua es un recurso particular -hay aguatenientes- salvo cuando el Estado impide la recolección de agua de lluvia para poder doblegar a la población. La excepción sería California por la negativa de los gobernadores californios o hispanos, en honor a la tradición jurídica romana e hispana, a vender derechos públicos. También en Nuevo México, de raíz hispana, se encuentran problemáticas similares derivadas de la colisión entre dos culturas y dos sistemas de propiedad de bienes comunales administradas conforme al derecho consuetudinario.