Pedro Sánchez ha anunciado este miércoles un plan estatal de lucha contra la corrupción con 15 medidas que, según ha explicado el presidente, se ha diseñado en colaboración con la división de Anticorrupción e Integridad en el Gobierno de la OCDE.
- Contexto. Según ha explicado durante su comparecencia en el Congreso, el plan se ha elaborado durante el último mes, tras las últimas informaciones que implicaban a Santos Cerdán en el ‘caso Koldo’, mediante reuniones con grupos parlamentarios, socios de gobierno, expertos, representantes de la sociedad civil y técnicos de la OCDE.
¿Qué es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un foro internacional y centro de conocimiento que recopila datos, análisis y buenas prácticas para mejorar las políticas públicas. Según explica en su web, trabaja con más de 100 países con el objetivo de construir sociedades más justas, sólidas y sostenibles, bajo el lema “mejores políticas para una vida mejor”.
Formada por 38 países miembros y con sede en París, la OCDE asesora a los gobiernos en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas eficaces en ámbitos como la economía, el medio ambiente, la educación o la lucha contra la corrupción.
La división de la OCDE en materia de anticorrupción e integridad (ACI) tiene diversas funciones:
Elaborar marcos normativos. La OCDE concibe la corrupción como una amenaza que afecta a la calidad de los servicios, distorsionan la competencia y erosionan la confianza en las instituciones. Por ello, el organismo promueve marcos normativos que fortalezcan tanto el sector público como el privado frente a estas amenazas.
Identificar nuevos riesgos. Se encarga de analizar fenómenos que puedan afectar a la integridad pública como la inteligencia artificial, la financiación política opaca, el lobby no regulado o la “puerta giratoria” entre política y empresas, particularmente vulnerables a interferencias extranjeras que pueden socavar las democracias.
Combatir el soborno. Uno de los instrumentos internacionales impulsados por la OCDE es la Convención para combatir el soborno de funcionarios públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales, adoptada en 1999. Se trata del primer acuerdo internacional legalmente vinculante centrado en la “oferta” de sobornos, es decir, en quienes pagan y no solo en quienes los reciben. Su impacto, según la propia organización, ha contribuido a desnormalizar el soborno como práctica habitual en los negocios internacionales y a promover un terreno más equitativo para las empresas.
Datos e informes sobre percepción pública e implementación
A pesar de los avances normativos, los datos recopilados por la OCDE revelan un escepticismo persistente sobre la integridad de los cargos políticos. Según su encuesta sobre confianza realizada en 22 países de la OCDE (Trust Survey 2022), casi la mitad de los ciudadanos (47,8%) cree que un cargo político aceptaría un favor político a cambio de una oferta laboral bien remunerada en el sector privado. Solo un 30,4% cree que lo rechazaría.
Este indicador revela una percepción generalizada de que los responsables políticos pueden verse influidos por intereses privados, lo que, según la OCDE, puede conducir a decisiones alejadas del interés general y a políticas ineficaces. Noruega es el único país donde la mayoría cree en la integridad de sus dirigentes.
Además, aunque los marcos normativos sobre integridad son cada vez más completos en los países OCDE, su aplicación práctica presenta una brecha considerable.
Según el Informe de perspectivas anticorrupción de la OCDE 2024, aunque los planes y normativas anticorrupción e integridad en los países de la OCDE son «cada vez más completas y sofisticadas», su aplicación práctica es «débil».
- Los países cumplen un promedio del 61% de los criterios estándar de las normativas, pero la tasa de implementación cae al 44%,.
- El 60% de los países de la OCDE no monitorean la implementación de sus estrategias anticorrupción y de integridad, lo que dificulta la evaluación de su eficacia.
La tecnología como herramienta anticorrupción
La OCDE pone su enfoque en la IA para mejorar los planes anticorrupción, considerándola una «herramienta para luchar contra el fraude, la corrupción y el soborno extranjero», permitiendo identificar y predecir riesgos a una escala sin precedentes, mejorar la eficiencia administrativa y liberar recursos. En este sentido, también organiza foros y conferencias, como el Global Anti-Corruption & Integrity Forum 2025, celebrado los días 26 y 27 de marzo en París sobre IA, análisis de datos e informática forense.