El Gobierno ha aprobado este martes el Plan de Acción por la Democracia, una iniciativa que persigue mejorar la transparencia y garantizar recibir una “información veraz” a través de 31 medidas que incluyen modificar el Código Penal, entre otras.
Contexto y marco legal. La iniciativa fue planteada a principios de este verano por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Algunas de las medidas buscan aplicar en España las prioridades fijadas por la Unión Europea en su Plan de Acción por la Democracia y en el Reglamento Europeo de Libertad de Medios de Comunicación, que entró en vigor en mayo.
El Plan. La iniciativa se traza en torno a tres ejes: ampliar y mejorar la información gubernamental, fortalecer la transparencia de los medios de comunicación y reforzar la transparencia del poder legislativo y del sistema electoral.
Reforma del Código Penal. El plan contempla reformar el Código Penal en lo relacionado con la protección de la libertad de expresión, como es el caso del delito de injurias (artículo 208 del Código Penal) a instituciones del Estado, la ley mordaza o la ley de secretos.
- Se reformará el artículo 36 de la ley Mordaza, sobre las sanciones a profesionales de la información cuando cubran las actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado.
- Sobre la ley de secretos, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha argumentado la necesidad de modificar esta norma “preconstitucional” para adaptarla “conforme a los países democráticos de nuestro entorno”.
Reglamentos del Congreso y Senado. Se propone endurecer el reglamento de las Cámaras para crear un régimen sancionador para aquellos diputados que no presenten su declaración de bienes, o que lo hagan con información “falsa o incompleta”, además de para los partidos políticos que no expongan de forma transparente sus cuentas.
- En esta línea, a través del Plan de Acción por la Democracia del Gobierno, se plantea modificar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para hacer obligatorios los debates electorales en medios de comunicación y para que las encuestas incorporen microdatos y la metodología aplicada para la estimación de sus resultados.
Medios de comunicación. A través de este plan se quiere impulsar la libertad de los medios de comunicación y de los profesionales de la información.
- Se impulsa la creación de una comisión específica en el Congreso de los Diputados encargada de analizar la desinformación.
- Se plantea modificar las leyes orgánicas que regulan el derecho al honor y a la rectificación para proteger a la ciudadanía.
- Se protegerá la independencia editorial y los derechos de los periodistas a través del impulso de la ley de secreto profesional para asegurar que se cumple el artículo 20 de la Constitución.
- Se propone crear un registro para diferenciar a los medios de comunicación de los “pseudomedios”, que estará dirigido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC).
- Se propone reformar la ley de publicidad institucional para regular la forma de medir las audiencias y que esta resulte más clara e impulsar la limitación de la publicidad institucional en medios de comunicación.
- Se hará una “discriminación positiva” hacia aquellos medios que publiquen de forma íntegra en alguna de las lenguas cooficiales de España.
Absurdo, grotesto, surrealista y un pedazo de incongruencia aconceptual. La "desinformación" no existe salvo como violencia simbólica, matraca y mala traducción del inglés de marras. No puede existir porque una vez que un sujeto ha adquirido una información, ésta no se le puede retirar y el proceso mismo de información no se puede des-hacer. Se retuercen como lombrices y se hunden en el fango para evitar la luz solar de la verdad y llamar al pan, pan y al vino, vino. Tengan la decencia de decir que tal o cual proposición es errónea y porqué lo sería en lugar de eludir cobardemente el asunto de su discusión apartando la mirada. La gentuza esquiva recurre a la propaganda y al parapeto.
Sólo los bulos oficiales sería así los güenos. Son la bulocracia y no toleran la competencia. La siniestra ideológica y estatista se hunde. Nunca tuvieron una filosofía pero lo pretendieron. No tienen discurso tampoco ya. Sólo les quedaba el latiguillo o eslogan y ahora ni eso. Sólo les queda la mueca y el mohín. Esos son los límites de la psicopolítica y la reducción al absurdo práctica de la socialchusmocracia Están desesperados porque la libertad genera ideas, genera crítica y ofrece información. Antes eran los chulos de la libertad de expresión, ahora quieren asesinarla porque, como todos los delincuentes, quieren cambiar las reglas del juego cuando van perdiendo. Por supuesto, como en la Unión Soviética en todo su esplendor, el presupuesto tácito y contrario a toda forma de democracia es que la sociedad carece de intelecto, de juicio, de capacidad crítica y, por tanto, no puede distinguir jamás entre lo que debe creerse y lo que debe rechazarse. Mucho menos aún se puede dejar al libre concurso de ideas la determinación de lo que les conviene que se crea.
Estos crápulas pepesoeros no hacen sino explotar las debilidades y fallos del chistema político al uso para su propio beneficio, en contra de toda justicia y de todo bien común. Esto es posible porque tenemos una facus de derecho y de "ciencias" políticas que son una KK de la vaka, de donde sólo salen cerebritos de blandiblú incapaces de proponer una revolución integral.
Por lo pronto, la prensa tendría que ser un cuarto poder del Estado totalmente independiente de los otros tres poderes y sujeto sólo a la jefatura del Estado. Claro que con Pelife vamos dados pero ése es otro asunto. La prensa debiera financiarse exclusivamente con la venta de noticias. Si permitimos la financiación con publicidad, entonces que el Estado no gaste en cada medio en una proporción distinta de lo gasta el sector privado en cada uno de ellos.
En un mundo normal y en una sociedad instruida, con una judicatura digna de tal nombre, ésta emitiría una opinión consultiva estableciendo una regla que permita decir siempre cuando una expresión cualquiera es legal o no proferirla. No lo van a hacer porque, los mequetrefes elusivos en las sombras del Estado profundo se reservan el "derecho" a la arbitrariedad absoluta.