En los últimos días han proliferado las publicaciones en redes sociales y en medios de comunicación sobre un “nuevo efecto secundario” que supuestamente ha surgido con la tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19: la pirexia. Pero este efecto ya era conocido y tiene un nombre más simple: fiebre.
“La pirexia es un vocablo médico, pero el significado es simplemente fiebre, a partir de los 37 grados centígrados, aproximadamente”, aclara Francisco Araújo, presidente del Centro Andaluz de Farmacovigilancia, a Newtral.es.
Como especifica Araújo, la pirexia o fiebre “es una reacción adversa común relacionada con las vacunas contra la COVID-19 que se conoce desde el principio”. Ya en los ensayos clínicos de la seguridad de las vacunas apareció la fiebre como un posible efecto secundario, tal y como se especifica en los prospectos de la vacuna de Moderna, de Pfizer, Jannsen y AstraZeneca.
También apareció como uno de los efectos secundarios más frecuentes de todas las vacunas en los primeros informes de farmacovigilancia de enero de 2021, elaborados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), donde se recopilan y analizan las notificaciones de acontecimientos adversos de la vacunación después de su autorización.
Según el presidente del Centro Andaluz de Farmacovigilancia, la pirexia o fiebre no aparece como un efecto grave, “sino como una reacción adversa leve” y común, que aparece en una de cada diez personas que se vacunan.
La pirexia o fiebre también es un efecto secundario en las terceras dosis
Araújo explica que en los últimos informes, desde febrero de 2022, se ha hecho una farmacovigilancia específica de los efectos secundarios de las terceras dosis. “No podíamos simplemente asumir que se darían los mismos efectos secundarios”, señala. Sin embargo, el especialista subraya que, por el momento, los efectos secundarios están siendo similares.
Entre ellos sigue apareciendo la pirexia o fiebre como el efecto secundario más notificado en las terceras dosis de Moderna y el segundo más notificado en las vacunas de Pfizer. También siguen apareciendo otros efectos adversos ya conocidos como el dolor de cabeza, el malestar, el dolor muscular y la linfadenopatía o inflamación leve de los ganglios linfáticos. En total, hasta el 6 de marzo de 2022 que es lo que cubre el último informe, se habían administrado en España más de 24 millones de dosis de refuerzo.
Como especifica la AEMPS sobre los efectos observados en las terceras dosis, “todos ellos constituyen reacciones adversas conocidas para las vacunas y aparecen ya en su ficha técnica y prospecto”. Solo hay dos excepciones: el malestar en la vacuna de Moderna, que podría estar relacionado con la pirexia, y el dolor axilar en la de Pfizer, que podría estar relacionado con la linfadenopatía.
La AEMPS añade en el informe que la gran mayoría “son reacciones transitorias que pueden ocurrir en los primeros días tras la administración de la vacuna”.
Fuentes
- Declaraciones a Newtral.es de Francisco Araújo, Presidente del Centro Andaluz de Farmacovigilancia
- Informes de farmacovigilancia de las vacunas contra la COVID-19 de la AEMPS
- Prospecto de Comirnaty
- Prospecto de Spikevax
- Prospecto de Janssen
- Prospecto de Vaxzevria