El teniente David Medel forma parte de la unidad Ala 31 del Ejército del Aire. Este joven piloto realizó labores de evacuación de civiles en el aeropuerto de Kabul tras la toma de la ciudad por los talibanes y mientras las tropas de EE.UU. y el resto de países comenzaban su retirada del país.
A sus 27 años, ha sido la misión más complicada (y peligrosa) que ha tenido que llevar a cabo. “He hecho muchas misiones pero ninguna con este nivel de amenaza«, dice el piloto, «con la evacuación de civiles». Pero, a la vez, «ha sido muy bonito poder sacar de allí a tantos refugiados y, por supuesto, a las tropas”, recuerda en una conversación con Newtral.es.
El peligro no fue un problema para él. Es más, dice no haber temido por su vida. “La obligación que tienes con España es realizar la misión, y sientes además cierto orgullo en poder formar parte del equipo. Alguien tiene que ir y si ese alguien eres tú, pese a la tensión, es una misión para la que te has preparado. Por eso, no llegué a temer por mi vida”, asegura el piloto que estuvo en la evacuación de civiles en Kabul.
“Al llegar reinaba la tensión porque estábamos entrando en una zona inestable en la que existía una amenaza real. En el caso de la fuerza aérea, es verdad que hubo reportes de disparos hacia aeronaves pero resultaron ser ráfagas de fuego indirecto. Pero, desde luego, sí que se vuela con esa tensión de que no es un vuelo normal, pero con la confianza de que nuestra inteligencia nos informa de cualquier amenazaba”, reitera el teniente.
Un atentado a pocas horas de llegar a Kabul
El contingente español desplegó en Kabul a 171 militares, 142 de ellos pertenecientes al Ejército del Aire. Pilotos con el objetivo de evacuación de civiles. Además, todo el operativo de evacuación se hizo con tres aviones Airbus A-400M y dos vehículos ligeros.
En total se produjeron 17 rotaciones del A400M (Dubái-Kabul-Dubái), 10 vuelos de Air Europa (Dubái-Torrejón) y un primer vuelo de A400M (Dubái-Torrejón) desde el inicio del operativo. Las horas de vuelo de esas 17 rotaciones y los vuelos de Madrid a Dubái sumaron un total 210 horas de vuelo durante los días que duró la operación.
El teniente llegó al aeropuerto de Kabul en la madrugada del 26 de agosto. Mientras hacía las maletas y los últimos preparativos en España para volar, se produjo el atentado en las inmediaciones de las instalaciones. “Se produjo lejos de la puerta donde se producía el embarco español y la evacuación no se vio comprometida. Antes de volar para allá estuvimos hablando con nuestros compañeros en el terreno y nos dijeron que lo vieron todo seguro. Al llegar, visualizamos el terreno y no vimos ningún problema” recuerda el teniente.
Un atentado en el que no hay confirmación certera de cuántas bajas afganas se produjeron, aunque distintas fuentes, que citan hospitales locales y ONG en la zona, las cifraron entre 150 y 170.
[El Pentágono confirma la muerte de numerosos afganos en Kabul]
La imagen de la llegada a la pista de aterrizaje se le ha quedado grabada en la memoria para siempre. “Al llegar vi un lugar prácticamente abandonado, con maletas tiradas en el suelo al lado de la pista. Era una imagen muy chocante. Hasta había vehículos y autobuses volcados. Estaba prácticamente vacío porque eran los últimos días de evacuaciones”, asegura.
Los primeros días fue “un caos absoluto”
Sin embargo, días antes a su llegada, la estampa era muy distinta. “Los primeros días fue un caos absoluto, eso es lo que decían mis compañeros del escuadrón de apoyo aéreo. Utilizaban todo tipo de medios para reconocer al contingente español: un pañuelo rojo, una cartulina roja o concretaban con ellos por WhatsApp una hora y un punto de recogida concreto”, asevera. “A medida que avanzaron los días, ese procedimiento cada vez se hizo más claro, más preciso, pero la tensión iba en aumento sobre todo por la amenaza de atentado”, insiste el piloto que ayudó en labores de evacuación en Kabul
“La sensación que tenemos es agridulce. Por un lado, la satisfacción por el trabajo realizado, por haber conseguido finalizar con éxito la misión. Sin embargo, hemos tenido que dejar a gente atrás. Hemos hecho lo que hemos podido en el tiempo que nos han dado”, lamenta Medel.
El pasado 28 de agosto, la ministra de Defensa, Margarita Robles, recibió a los últimos militares y pilotos que ayudaron en labores de evacuación de civiles en Kabul y que pisaron tierra en España tras la misión. Concretamente, 55 militares del Ejército del Aire, 38 del Ala 31 y 17 de la EADA (Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo).
“Haciendo una labor absolutamente heroica y salvando vidas, vienen con la satisfacción de la misión cumplida. Pero muchos de ellos me decían que llegan con tristeza porque saben que hay mucha gente que se ha quedado fuera”, aseguró la ministra ante los medios de comunicación.
[Más de 116.000 evacuados de Afganistán hasta el 31 de agosto]
El teniente iba en el primero de los aviones que llegaron en formación desde Dubai y que fueron recibidos por la ministra. “Nos agradeció nuestra labor y nos dijo que estaba muy orgullosa”, recuerda.
0 Comentarios