¿Estamos en niveles prepandemia en la economía? Analizamos los principales indicadores

¿Estamos en niveles prepandemia en la economía? Analizamos los principales indicadores como el PIB de España
Foto: Chema Moya (Efe)
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Mientras el Gobierno se esfuerza en presentar una imagen positiva de la recuperación económica con indicadores como el PIB de España a niveles prepandemia, la oposición insiste en demostrar lo contrario. 

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La portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, acusó al Ejecutivo de imponer “desequilibrios económicos” en el sistema: un incremento del PIB en España de 4,5%, una inflación del 5,5% o un déficit estructural de 55.000 millones anuales (a partir del min. 20:54 de la sesión de control del 22 de diciembre).

Desde el otro lado de la bancada, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, defendió una recuperación apuntalada sobre “datos de afiliación a la Seguridad Social, empleo y otros muchos indicadores de alta frecuencia” que demuestran la fuerza de la recuperación económica.

¿Está España a niveles prepandemia como defiende el Gobierno? Te lo explicamos.

Despliegue del Plan de Recuperación

El Gobierno articula su diagnóstico optimista sobre el Plan de Recuperación avalado por los fondos europeos Next Generation EU que acordó para pilotar la recuperación económica y social tras la profunda crisis provocada por el coronavirus.

[Preguntas y Respuestas: el plan de Recuperación Económica del Gobierno]

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Según el último informe que presentó el Ejecutivo sobre la situación económica de España y sobre el avance del Plan de Recuperación, “todas las previsiones económicas” apuntan a un crecimiento sostenido de la economía en los próximos años, “con una tasa de crecimiento medio del 5% en el periodo 2021-2023”.

Calviño, en la presentación del documento, afirmó que “la actividad económica está registrando un fuerte crecimiento y el objetivo es que no se trate de un rebote pasajero, sino de una recuperación sostenida”.

Según argumentó la ministra de Economía, la “buena evolución de indicadores importantes, como el empleo, la recaudación fiscal o la inversión” son prueba de que se está produciendo una recuperación económica. 

Sin embargo, podría no ser así. Tal y como argumenta el profesor de Economía Internacional de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), Javier de la Nava, en conversación con Newtral.es, “cualquier ratio económico es susceptible de ser interpretado bajo diferentes prismas, normalmente alineados con conclusiones preconcebidas”.

En Newtral.es hemos analizado el PIB de España y otros indicadores económicos para valorar si han alcanzado o no los niveles previos a la crisis sanitaria.

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Producto Interior Bruto: no alcanzará las previsiones alcistas del Ejecutivo

La economía española creció un 2,6% durante el tercer trimestre del ejercicio, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone una mejora de seis décimas respecto al dato preliminar avanzado en octubre y de 1,4 puntos respecto a la subida del PIB de España del trimestre anterior. Esta corrección se debe, sobre todo, al consumo de las familias, que ha sido superior a lo esperado durante este año.

Con esta mejora, se “pone de manifiesto la aceleración de la economía española en los últimos meses, gracias a las medidas adoptadas para proteger el tejido productivo y el empleo y al avance en la implementación del Plan de Recuperación”, indica el Ministerio de Asuntos Económicos. 

Estas cifras contrastan con las estimadas por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado, que pronosticó un crecimiento del PIB del 6,5% para este año y del 7% para el próximo. También con las previstas por otros organismos como el Banco de España, que prevé que en 2021 el PIB crezca un 4,5% y un 5,4% en 2022, “lo que permitiría retomar el nivel precrisis hacia el inicio de 2023”. Aunque se trata de cifras favorables, el organismo supervisor apunta que España tardará más que el resto de Europa en recuperarse de la pandemia.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se aleja también del optimismo del Ejecutivo al rebajar en más de un punto sus previsiones de crecimiento para España: hasta el 4,6% frente al 5,7% que había previsto en octubre para el dato del PIB de España. Y para 2022 las reduce otras seis décimas: hasta el 5,8% frente al 6,4% que vaticinó en otoño. 

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Entre sus conclusiones preliminares, el FMI destaca las políticas que se activaron para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria. Sin embargo, “la producción permanece por debajo del nivel registrado antes de la pandemia, en parte debido al impacto persistente de la pandemia en los sectores de contacto intensivo y de los cuellos de botella en las cadenas de suministro mundiales”.

[Previsiones sobre el PIB en España: quién las hace y por qué son distintas]

La cartera que dirige Calviño, por su parte, afirma que “estos datos muestran un patrón de crecimiento sólido, con contribuciones positivas de la demanda nacional y externa. En el tercer trimestre, la demanda nacional registró un crecimiento del 1,1%, (0,9% más que lo estimado) con una contribución positiva de casi todos los componentes, destacando la revisión al alza del consumo, que registra un crecimiento del 1%. 

Por lo que respecta al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios crecieron por encima de lo estimado anteriormente, hasta el 7,1%, y las importaciones de bienes y servicios un 2,2%, en términos intertrimestrales”.

Según considera De la Nava, el crecimiento del PIB no se puede medir por sí solo, “debe ser acompañado por sus ratios lugartenientes: inflación, creación de empleo y distribución de la riqueza”.

El empleo: el indicador que mejor refleja el crecimiento económico

El dato de empleo es el que mejor refleja el dinamismo de la economía, con 1.069.000 puestos de trabajo a tiempo completo creados, y una tasa de crecimiento del 6,2%. Aunque es un incremento superior al del PIB, supone 12,7 puntos menos que en el segundo trimestre de este año, cuando se alcanzó un crecimiento interanual del 18,9%. Esta moderación se debe, según el último informe del Banco de España del 17 de diciembre a las “alteraciones en las cadenas globales de producción y el repunte inflacionista”. 

[Hemos recuperado los niveles de afiliación prepandemia… pero ¿es el mismo empleo?]

Según los datos del INE, en el tercer trimestre el empleo mantuvo la dinámica de crecimiento con un incremento del 0,3% de las horas trabajadas. Esta tasa es de mayor magnitud para el empleo a tiempo completo, que registra una subida del 3,9%. Según informó la cartera que dirige Calviño, esto es debido a la “constante reducción de los trabajadores en ERTE y la recuperación del mercado laboral”.

El organismo supervisor detalla en su informe que, tras conseguir una reducción histórica del paro en noviembre, que dejó la cifra total por debajo de los niveles previos a la pandemia, se estima que el porcentaje de personas en paro descienda hasta el 14,2% el año que viene, se consiga reducir al 12,9% en 2023 y llegue al 12,4% en 2024.

Deuda de las instituciones públicas

Según explicaba Calviño, “la recuperación de la actividad económica y del empleo se refleja en las cuentas públicas con incrementos en todas las categorías de ingresos, que se sitúan ya por encima de los niveles pre pandemia”.

“La recaudación está en un 10%”. Una tasa más alta a la del 8,4% previsto para el conjunto del año y “tres puntos por encima del nivel prepandemia”, continuaba la ministra. Las previsiones del Banco de España no son tan halagüeñas como las del Ejecutivo. 

“La reducción del déficit público en porcentaje del PIB obedecerá tanto a la naturaleza temporal de una parte de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia como a la mejora cíclica”, apunta el informe. La previsión del organismo señala que el ratio de endeudamiento público podría presentar descensos moderados, de forma que en 2024 se situaría en registros todavía muy elevados (113,5% del PIB, en torno a seis puntos por debajo de la cota alcanzada en 2020).

“Las perspectivas de crecimiento para la economía en el próximo ejercicio nos permitirán mantener una política fiscal de apoyo a la recuperación económica y la creación de empleo”, aseguraba Calviño.

Los flujos turísticos: aún por debajo de los niveles prepandemia

El repunte reciente de la incidencia de la pandemia en Europa ha ralentizado la recuperación de ciertos indicadores de alta frecuencia relacionados con la actividad turística. Sin embargo, tal como pronostica el informe del Banco de España, gracias a los fondos europeos, el sector retomará mayor crecimiento a mediados del 2022. 

Según los últimos datos del INE, durante el mes de noviembre las pernoctaciones en establecimientos hoteleros superaron los 14,8 millones, lo que supone un aumento del 417% respecto al mismo mes de 2020, cuando hubo 2,8 millones. 

En cualquier caso, aún se encuentran por debajo de los niveles previos a la pandemia. Si se comparan los datos con noviembre de 2019, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros presentan un descenso del 19,0%.

En los 11 primeros meses de 2021 las pernoctaciones hoteleras subieron un 78,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Las de residentes aumentaron un 71,3% y las de extranjeros, un 87,7%.

“En el tercer trimestre del año, la demanda mostró una notable falta de empuje, como resultado de dos desarrollos contrapuestos. Por un lado, las alteraciones en las cadenas de suministros. Por otro lado, la continuación del proceso de levantamiento de las restricciones frente a la pandemia que condujo a un fuerte crecimiento del gasto en servicios relacionados con el turismo residente interior”, expone el informe del regulador.

El punto débil: la inflación sigue creciendo

Los problemas de suministro y la subida de los carburantes aceleró la inflación que el INE registró en noviembre. El Índice de Precios al Consumo (IPC) fue del 5,5%, una décima por encima de la registrada en octubre. Es el valor más alto desde septiembre de 1992, hace casi tres décadas.

[El IPC provisional coloca la inflación en un 5,6%, un dato que no se alcanzaba desde 1992]

Según vaticina la OCDE, la inflación ha crecido a nivel global aunque su diagnóstico es positivo a largo plazo. “Ahora se prevé que la inflación de los precios al consumo en la OCDE comience a suavizarse en 2022, para después moderarse conforme se resuelvan los principales cuellos de botella, se amplíe la capacidad, más gente se reincorpore a la población activa y la demanda se reequilibre”. 

Por su parte, el Banco de España prevé que la inflación continuará con su senda alcista hasta la primavera. Sin embargo, “el repunte de los precios tiene, con elevada probabilidad, una naturaleza transitoria”, advierten. En concreto, el regulador prevé que la inflación media de 2024 sería del 1,8%. 

De la Nava coincide: “La  inflación que se registra obedece en gran medida a factores externos, como ocurre con los suministros y los precios del transporte internacional. Las presiones sobre los precios deberían remitir a medidas que se corrijan los desajustes de oferta y demanda y bajen las tensiones en el mercado laboral”. 

Fuentes de incertidumbre para la economía

La evolución de la pandemia tras el deterioro de las últimas semanas, la persistencia de los cuellos de botella (dificultades de la oferta para atender a la demanda por la crisis de suministros), el precio desorbitado de la energía o el aumento de la volatilidad en los mercados financieros internacionales son algunos de los motivos por lo que podría desbaratarse todas las previsiones que han hecho los principales organismos reguladores sobre la economía española, tal y como indica el Banco de España en su último informe.

Para el profesor de la Udima “los fondos de la UE deberán consolidar la reestructuración de la economía española hacia sectores con mayor productividad, de la mano de su mayor digitalización”. Según argumenta De la Nava, las perspectivas son de crecimiento continuado y de desaceleración de la dependencia del covid. “El próximo ejercicio será el año de asimilación del shock pandémico, con cifras de PIB en España robustas y una normalización de suministros que hará descender la inflación”, concluye.