¿Qué pasaría si a un grupo de 50 personas sin hogar les dieran 7.500 dólares en dinero en efectivo para que lo gasten en lo que ellos considerasen? Eso es lo que han hecho la fundación canadiense Foundations for Social Change y la Universidad de Columbia Británica, y los resultados los han publicado un estudio.
Titulada Las transferencias de efectivo sin condiciones reducen la falta de vivienda, la investigación pretende demostrar que la intervención temprana en este caso en forma de un pago de dinero a personas sin hogar reduce de manera más efectiva el riesgo de que sufran un trauma.
Una de las principales causas de la falta de vivienda para las personas sin hogar es la falta de dinero. Sin embargo, pocos servicios ofrecen asistencia en forma de transferencias de dinero en efectivo de forma inmediata como solución. Por eso nació esta investigación, que se suma a la “creciente evidencia”, según el texto, “sobre los beneficios de las transferencias de efectivo para las poblaciones marginadas”.
“Un día todo iba bien, pero a la semana siguiente todo se esfumó. Mi trabajo, mi casa, mi dinero. Todo se fue”, dice Ray, una persona sin hogar en las calles de Vancouver. Esta persona sin hogar recibió en 2018 ese dinero, 7.500 dólares del estudio, porque formaba parte de ese grupo de 50 personas elegidas para ello.
Los requisitos, según explican los investigadores, eran tener entre 19 y 65 años y llevar menos de 2 años en situación de sinhogarismo, entre otros.
“Aunque no son la panacea, las transferencias de dinero en efectivo pueden acelerar la estabilidad de la vivienda junto con el apoyo social que ya se brinda a este colectivo. En conjunto, esta investigación ofrece una nueva herramienta para reducir la falta de vivienda”, se lee en el texto.
Personas sin hogar: menos días en la calle y gastos esenciales con ese dinero
Un año después de recibir el dinero, se comprobó cómo lo habían gastado las diferentes personas sin hogar y se compararon esos resultados con los de otro grupo de gente en la misma situación, formado por unas 65 personas, que no recibió ningún dinero en efectivo.
Además, se encuestó a más de 1.100 personas anónimas para que dijeran cómo creían que el grupo se gastaría el dinero. Lo llamativo fue que un 81% de los entrevistados vaticinó que lo gastaría sobre todo en alcohol, tabaco u otras drogas. Pero, finalmente, los resultados estuvieron muy lejos de esa predicción.
La mayoría de las personas sin hogar beneficiarias del dinero pasaron la mayor parte del año en apartamentos de alquiler (74%), y después consiguieron además ahorrar una media de 1.160 dólares.
Además del alquiler, invirtieron el dinero en alimentos y transporte, y el gasto en alcohol o tabaco no fue diferente entre el grupo con el dinero y el grupo que se estudió sin el dinero.
Es importante también recalcar que debido a que las personas sin hogar que participaron en el estudio dejaron de usar refugios porque pudieron pagarse unos meses un alquiler, el Estado canadiense ahorró casi 800 dólares por persona al año, según el estudio, y las camas liberadas se pudieron reasignar para ayudar a otras personas.
En definitiva, este estudio concluye que existen evidencias sólidas sobre los beneficios de las transferencias de efectivo para las poblaciones marginadas, y aunque no es la solución definitiva, acelera la estabilidad.
- ‘Foundations for Social Change’
- Universidad de Columbia Británica
- Unconditional cash transfers reduce homelessness