La lluvia de estrellas perseidas de 2025 alcanza su pico la noche del 12 al 13 de agosto. Es uno de los espectáculos celestes más esperados del año, pero este verano la luna menguante reducirá su visibilidad.
Lo esencial de las perseidas de 2025:
- Cuándo. Se extienden hasta el 24 de agosto, así que si evitamos los días con la luna más crecida tendremos mejores oportunidades que, quizás, en la madrugada de máxima actividad. El pico de las perseidas de 2025 es el 12 de agosto hacia las 22:00 de la España peninsular, según el IGN.
- Dónde. Aparecen por cualquier lugar de la bóveda celeste, aunque parecen emerger de la constelación Perseo. Esta se eleva hasta lo más alto entre las 2:00 y las 5:00 en la noche del 12 al 13, evitando un poco más la interferencia lunar.
- Cómo. A simple vista. Nada de telescopios ni prismáticos. Con mucha paciencia y lejos de fuentes de contaminación lumínica, como las ciudades.
- Cuánto. Hasta 50 meteoros por hora si la meteorología lo permite.
La contaminación lumínica es la gran enemiga de las lluvias de estrellas. Desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) recuerdan que la experiencia astronómica es mucho más intensa en zonas alejadas de pueblos y ciudades, sobre todo si las calles están iluminadas con lámparas de color blanco frío. Sin ese exceso de luz, pueden verse hasta el doble de meteoros por hora.
Qué son las perseidas y por qué ‘no impactan’ sobre la Tierra
Recuerda el director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN) Rafael Bachiller que las perseidas son restos del cometa Swift-Tuttle entrando en la atmósfera. El rozamiento de partículas minúsculas dejadas por ese cometa produce su vaporización. En ese proceso, el aire se ioniza, dejando ese resplandor, cuyo color depende de la velocidad y composición química del fragmento, precisa por su parte José María Madiedo (IAA-CSIC).
Las partículas, al entrar a más de 210.000 km/h, se calientan hasta los 5.000 ºC y se desintegran con un destello. Es el mecanismo tras todas las estrellas fugaces, que son meteoros, no meteoritos. Un meteorito implica su no desintegración en la atmósfera y su caída sobre el suelo.
Los fragmentos de Swift-Tuttle apenas tienen el diámetro de un grano de arroz o incluso menos. La atmósfera terrestre es un verdadero escudo. Pero la Luna carece de él. Así que muchas de estas perseidas sí acaban impactando en nuestro satélite, recuerda Madiedo. Algunas veces se pueden ver desde la Tierra esos destellos lunares. Sin embargo, la mayoría lo hacen en su cara oculta.
Tres mitos de las perseidas
- No vienen de la visita de un cometa. Es la Tierra la que visita cada verano la estela de escombro rocoso y helado dejada por el Swift-Tuttle en el pasado. En concreto, se nos acercó por última vez en el sistema solar en 1992 y ni siquiera se pudo observar a simple vista.
- No es la lluvia de estrellas más intensa. Desde el IGN recuerdan que son las gemínidas las más intensas del año. Ocurren a mediados de diciembre, lo que complica su observación. A la meteorología caprichosa del otoño astronómico se suma el derroche de contaminación lumínica de la Navidad.
- No se relaciona con el mito de Perseo. Se dice a veces que el semidiós griego que da nombre a esta lluvia de estrellas se convirtió justamente en eso, en una especie de lluvia de oro, para acceder fácilmente a Nerea. Pero las lluvias de meteoros se nombran conforme a la radiante (desde donde parecen emanar según nuestra perspectiva). Y esta es la constelación Perseo.
2026: El gran año de las perseidas y el eclipse
El año que viene, la Luna será una aliada. “2026 será el mejor para las perseidas”, explica Bachiller. El “eclipse solar total único que viviremos en España“ coincidirá con el máximo de las perseidas. “Nada impide que podamos ver una perseida a la vez que el eclipse, aunque sea difícil”.