Perseidas 2022: una lluvia de estrellas bajo los relámpagos y la Luna

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La lluvia de estrellas perseidas de 2022 (‘lágrimas de San Lorenzo’) llega a su máximo de actividad las noches del 11 al 13 de agosto. Sin embargo, no está siendo un gran verano para verlas. Los cielos no están los suficientemente oscuros. “El brillo de la Luna es uno de los factores que hará que el número real de perseidas visibles descienda hasta apenas 50 a la hora”, apunta por videconferencia desde el IAA-CSIC el astrónomo José María Madiedo. En condiciones ideales, “se llegan a ver hasta 100” estrellas fugaces por hora.

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Este 2022 las nubes y las tormentas también pueden complicar la observación de las perseidas en algunas localidades. El 12 de agosto, los fenómenos tormentosos serán escasos, pero ligeramente más probables al sur de Castilla-La Mancha y el interior de Murcia, así como en el Pirineo gerundense. El día 13, se extenderán por buena parte de la meseta, Cataluña, Navarra y País Vasco, con una probabilidad superior al 50%.

Quitando estos impedimentos, se espera que el pico de actividad de las perseidas en 2022 se produzca hacia las 04:00 (hora peninsular española) del 13 de agosto. Así, el mejor momento de observación será el de las horas previas al amanecer. En las jornadas posteriores, también podremos ver estos meteoros. Al menos hasta el 24 de agosto, con una Luna casi nueva.

Hacia el 15 de agosto, una buena fecha para las perseidas de 2022

No obstante, no hace falta esperar a que llegue la fase de novilunio, es decir, la ausencia completa de luz reflejada por nuestro satélite. Podemos esperar a una fecha en que la Luna salga a una hora relativamente tardía. Por ejemplo, el 15 de agosto es una buena fecha para ver las perseidas de 2022.

Esa noche, la Luna, en fase menguante, no sale por el levante hasta poco después de las 23:00 de la España peninsular. Desde la ocultación total del Sol y hasta esa hora asistimos no solo a la posibilidad de cazar alguna de estas perseidas de 2022. También se van levantando desde el este y hacia el sur tres planetas: “primero Saturno, siguiéndole Júpiter, que se ven como dos puntos brillantes. El más brillante de los dos, Júpiter”, explica Madiedo. Estos se pueden observar a simple vista como dos grandes destellos apenas titilantes. Con un telescopio, se puede ver el tercero: Urano.

Cielo sureste de la España peninsular hacia las 23:00 del 15 de agosto. A la espalda, hacia el norte, está la radiante de las perseidas.
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Sólo después de la medianoche de ese 15 de agosto, tras la salida de la Luna, a su izquierda, aparece un punto rojizo que es Marte. Hay que esperar al amanecer para ver el lucero del alba, casi devorado por el Sol: el planeta Venus.

Una lluvia de estrellas de un cometa que no nos ha visitado ahora

La mayoría de los meteoroides de las perseidas de 2022 “se desprenden del cometa 109P/Swift-Tuttle”, precisa el astrónomo. Apenas son del tamaño de un grano de arroz. “Son tan pequeños como arena, o incluso menores. Cuando se cruzan con nuestro planeta, entran en la atmósfera terrestre a una velocidad a más de 210.000 kilómetros por hora“, esto es ”recorrer nuestro país de norte a sur en menos de veinte segundos”, añade José Luis Ortiz, también investigador del IAA-CSIC.

A estas velocidades el choque con la atmósfera es tan brusco que la temperatura de estas partículas aumenta hasta unos 5.000 grados centígrados en una fracción de segundo. El aire se ioniza, brilla y los fragmentos se desintegran emitiendo ese destello que llamamos meteoro o estrella fugaz.

Esta desintegración ocurre a gran altitud, normalmente entre los 100 y los 80 kilómetros sobre el nivel del suelo. Las partículas más grandes (del tamaño de un guisante o piedra) pueden producir bólidos o bolas de fuego.

Si es más rojiza, quizás no sea una perseida

El color de las estrellas fugaces depende de dos factores: la composición química y la velocidad, precisa a Newtral.es José María Madiedo. Son más verdosos cuando más compuestos de magnesio tengan. Pero también cuanta más velocidad registren. “Las perseidas se caracterizan por ser muy rápidas“, apunta. En general, una perseida u otro meteoroide tiende a verse más amarillento cuanto más cerca del horizonte aparezca.

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Las alfacapricórnidas son la otra gran lluvia de estrellas del verano, que deja bólidos como el que explotó en el cielo el 31 de julio.

Es cierto que podríamos ver estos días de 2022 estrellas fugaces que no son perseidas. Es el caso de las alfacapricórnidas. “Si extendemos su estela, debería llevarnos a la constelación de Capricornio”, es decir, parecen emanar de ese lugar, a difrerencia de las perseidas, que –como indica su nombre– parecen salir de Perseo.

Las estrella fugaces no emanan directamente de ninguna constelación, puesto que son restos de escombro de cometas pasados que se encuentra la Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Se generan en nuestra atmósfera. La composición de esos cometas (o, en algún caso, un asteroide) puede también determinar el color de la estrella fugaz. “Las alfacapricórnidas proceden de un cometa con una proporción de magnesio inferior a la del Swift-Tuttle –señala Madiedo– por lo que va a hacer, junto con la velocidad, que las alfacapricórnidas se vean más rojizas que las perseidas”.

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