“No hemos venido a la COP28 a firmar nuestra sentencia de muerte”. Con esta contundencia se plantó John M. Silk, el ministro de Recursos Naturales de la República de las Islas Marshall, un Estado del pacífico cuya mera existencia está ahogándose por la subida del nivel del mar. La Alianza de Estados Insulares se siente en el club de los perdedores de la cumbre del clima. Se vuelve de Dubái con la sensación de que el champán se ha descorchado en el Norte mientras que ellos se han “quedado confundidos acerca de lo que acaba de pasar”, en palabras de la negociadora delegada Anne Rasmussen (Samoa). La representante insular lamenta que “no se hayan asegurado los pasos necesarios para corregir el rumbo”. Pero es sólo una de las voces del Sur Global que salen como perdedoras de esta COP28.
El ministro marshalés es muy gráfico con su decepción. Llegaron a Dubái buscando una especie de arca de salvación y han ”construido una canoa con un casco débil y con goteras, lleno de agujeros“. No es el único decepcionado. La ministra del Clima de Senegal, Madeleine Diouf, en representación del Bloque de Países Menos Desarrollados, cree que el acuerdo refleja ”la ambición más baja posible”. Y es un golpe para África y, en general, el Sur Global, donde se ha reflejado en esta COP28 que ya hay claros perdedores con la emergencia climática.

Los países del llamado Sur Global –muchos de ellos, en la categoría económica de ‘en vías de desarrollo’– son los que más sufren las consecuencias de la emergencia climática y, sin embargo, son los que menos han contribuido al calentamiento global. Ellos, igual que el resto, se ven exhortados a hacer una transición energética que deje atrás a los combustibles fósiles. Y eso sólo tiene una respuesta: flujo de dinero de norte a sur.
Durante estas casi dos semanas de COP28, la experta en Derecho Climático y Ambiental de la Universitat Rovira i Virgili Susana Borràs ha estado en Dubái como observadora. Todo empezó bien, de hecho, con un acuerdo histórico de financiación: la puesta en marcha del Fondo de Pérdidas y Daños. Es decir, un mecanismo para que los países menos desarrollados reciban fondos que compensen los destrozos de la emergencia climática. Pero para la profesora “siempre es la misma historia, lastimosamente las declaraciones no se convierten en acciones”.

▸ Adaptación climática
Islas que contribuyen menos al cambio climático, pero están en riesgo de desaparecer
El Sur Global no se va de la COP28 con las manos vacías, pero para la mayoría es tarde
Borràs explica a Newtral.es por qué los perdedores de las COP son siempre los mismos países del Sur Global, sobre todo. Y por qué una aparente victoria se torna, a veces, en hipocresía. Los Emiratos Árabes Unidos han prometido 100 millones de dólares para ese Fondo. Le siguieron otros países, hasta sumar más de 400 millones. “Evidentemente, esto es una buena noticia, pero es insuficiente”. Según el FMI, las subvenciones a los combustibles fósiles rondan los 7 billones de dólares anuales. “Los beneficios para las empresas (y Estados) fósiles rondan los 4 billones”.
La profesora denuncia que ”se está sobrecargando a esos estados del Sur Global, tienen que aceptar esta COP28, asumir el pago de la deuda económica, que supone recortes en la protección social, en el gasto público de sus países”, asegura.
La deuda climática de los países más responsables de la emergencia climática se calcula “en más de 19 billones de dólares, por tanto, no estamos alcanzando la meta necesaria para cubrir esas necesidades”. En esta COP28 se reclamaba para el Sur Global un marco de rendición de cuentas, “no este ‘ecoblanqueo’ o greenwashing“.
¿Hacia un mundo de migrantes climáticos? Más de ‘guetos climáticos’
No es fácil cuantificar las migraciones climáticas, desplazamientos motivados por cuestiones derivadas de la crisis climática, como sequías masivas, temporales recurrentes o inundaciones, aunque también la contaminación de áreas que se tornan inhabitables. Tampoco existe legalmente la figura del ‘refugiado climático’. No obstante, el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC) calculó que en 2022 se batió un récord de desplazamientos internos por los más de 2.000 desastres climáticos registrados: 32,7 millones de movimientos. Pero es llamativo que no se vea tanto un desplazamiento entre países como dentro de los propios Estados. ¿Vamos a un sistema de ‘guetos climáticos’?
“Evidentemente –dice Borràs–, ese sistema extractivista de combustibles fósiles genera violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional”. De ahí que aunque el Sur Global se vea reconocido en este sentido con el Fondo que sale de la COP28, sea “insuficiente”. “Las emisiones actuales de los grandes [países ‘contaminadores’] de gases de efecto invernadero generan un desplazamiento de las consecuencias a otras partes del planeta“, más que un movimiento masivo de gente a otros países.
Empoderar al activismo climático del Sur y del Norte Global
La promesa salida de la COP28 de transitar hacia energías renovables de forma más rápida es bienvenida, pero puede generar efectos indeseados entre los países eternamente perdedores del Sur Global si no va acompañada de un compromiso social y de derechos humanos. “Se habla de triplicar la energía renovable, pero hacer ese tipo de promesas sin asegurarse de que no se amplíen las zonas de explotación de recursos minerales [para fabricar tecnología solar o eólica, por ejemplo] es muy peligroso”.
En este sentido, destaca el papel de las organizaciones en defensa de comunidades locales de lugares del Sur Global “donde están los recursos naturales”. Su activismo se paga a veces con la vida. Cada dos días se asesina a un activista ambiental, según el informe de 2023 de Global Witness. El pasado año, mataron a 177 activistas, más de un tercio, líderes indígenas, sobre todo de América Latina.
Borràs ve una doble condena en el Sur Global que “ya se paga con la vida”: las víctimas directas de los extremos climáticos, los desastres naturales evitables, y las de “cualquier intento de cuestionar el sistema o plantear alternativas. Son criminalizadas, silenciadas y en muchos países incluso se erradican con violencia y hasta el asesinato”, concluye. Por eso defiende empoderar a los activistas. Los del Sur Global, “que ya son muy vulnerables“, y los del Norte Global, “una juventud que lo será en un futuro muy incierto si no se hace lo suficiente“.
- Posición de la Alianza de Estados Insulares en la COP28
- Global Witness Report, 2023
- Informe de Migraciones Climáticas 2022 de Ecodes
- Informe de desplazamientos internos de IDMC, 2023
- Susana Borràs (Universitat Rovira y Virgili)
Todo mentira. Llevan ya muchos años vomitando este tipo de augurios nefastos. Los abducidos que se tragan la tele o artículos como los de este pravda son como los Testigos de Jehová, que, galvanizados por una fecha inminente o próxima del fin del mundo, cuando la fecha llega y pasa reajustan sus creencias ipso facto. Los billonarios siguen comprándose casas en primera línea de costa y los bancos otorgando hipotecas a muchos años para la adquisición de propiedades en la costa. Nos ocultan la serie temporal de las mediciones del nivel del mar o, simplemente, la ignoran maliciosamente. La política internacional ha degenerado en redes sibilinas de extorsión de recursos públicos con pretextos inauténticos.