Las próximas elecciones generales del 23-J se enfrentan a una posible caída en la participación, al coincidir con el tradicional periodo vacacional en España. El porcentaje de votantes en este tipo de comicios ha descendido diez puntos en las últimas décadas, pasando del 76,4% de los electores en las elecciones generales de 1993 al 66,2% del total en la repetición electoral de 2019, según el repositorio de resultados electorales del Ministerio del Interior.
No obstante, el descenso de la participación en elecciones es una tendencia generalizada en Europa. El Consejo de Europa estima que el porcentaje de votantes en las elecciones legislativas de los Estados miembros de la Unión Europea ha caído en la misma proporción: en torno a diez puntos desde principios de siglo, al pasar del 75,4% de 2001 al 65,6% de 2022. Los expertos creen que esta tendencia es resultado del cambio generacional, la desafección, el aumento de la desigualdad económica y del número de elecciones.
Los caída de la participación en elecciones en Italia y Francia
Por ejemplo, en Italia, la participación en elecciones generales ha descendido 23,5 puntos en los últimos 30 años, pasando del 87,35% de los electores en las elecciones legislativas de 1992 a apenas el 63,85% en los comicios de septiembre de 2022, según el archivo de resultados electorales del Ministerio del Interior italiano.
En Francia, el porcentaje de electores que acudieron a las urnas en la primera vuelta de las elecciones legislativas de junio del 2022 apenas alcanzó el 47,5%, frente al 68,9% que se registró en los comicios de 1993, es decir, 21,4 puntos menos, de acuerdo con el Ministerio del Interior francés.
Para los expertos consultados por Newtral.es, el principal detonante del incremento del abstencionismo en estos países ha sido la desaparición o declive de los partidos tradicionales −como la Democracia Cristiana en Italia en 1994 o el Partido Socialista en Francia a partir de 2017−.
Además, en Francia, el sistema de doble vuelta “obliga a una parte importante de la población a elegir entre una opción que no quiere y otra que quiere aún menos”, afirma Javier Lorente, profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos.
Los países de Europa del Este, los más afectados por la caída
No obstante, de acuerdo con la publicación Voter Turnout Trends around the World, del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA), los países más afectados por el descenso de la participación en elecciones en Europa son los del bloque postcomunista de Europa del Este.
En Rumanía, la participación en las elecciones generales ha caído 54,3 puntos en las últimas tres décadas, pasando del 86,2% de 1990 al 31,9% en 2020, según los datos de la Universidad de Essex y la Oficina Electoral Central de Rumanía.
En Bulgaria, donde se han celebrado cinco elecciones legislativas en solo dos años, la participación bajó al 40,5% de los electorales en los comicios de abril de 2023, frente al 90,8% de las elecciones legislativas de 1990, de acuerdo con la Comisión Electoral Central de Bulgaria y la Universidad de Essex.
“La caída en Europa del Este es más pronunciada debido a que sus democracias son más recientes. En la mayoría de los casos −con la excepción de Polonia−, hubo una especie de luna de miel con la democracia en las primeras rondas de elecciones del 1989, de ahí que muestren una pendiente más pronunciada”, afirma Piotr Zagórski, profesor asociado en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Desafección y cambio generacional, entre las causas del descenso de la participación en elecciones en Europa
Para Pablo Simón, politólogo y profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, la caída en la participación electoral se debe a “una dinámica creciente de desafección ciudadana y desconfianza en la política, provocada por el vaciamiento de la democracia, por el que el poder está fuera de las instituciones”.
“La ruptura del sistema de partidos en muchos países por la Gran Recesión y las crisis de la última década ha propiciado un mayor fraccionamiento político, lo que ha hecho que deje de haber una relación tan directa entre cómo votamos y quién acaba gobernando. Esto reduce la sensación de capacidad de decisión de los ciudadanos, que votan menos”, afirma Lluís Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad Carlos III.
Además, “las nuevas generaciones están menos orientadas hacia la participación política convencional y el voto”, asegura Orriols. El estudio The source of turnout decline: new values or new context?, de los politólogos canadienses André Blais y Daniel Rubenson, defiende que esto se debe a que los jóvenes son menos propensos a “interpretar el voto como un deber moral” y son “más escépticos sobre la sensibilidad de los políticos con sus preocupaciones”.
Desigualdad y aumento del número de elecciones
Junto a los jóvenes, los grupos de población que suelen votar menos son “las personas con menos formación y los pobres”, que suelen abstenerse masivamente “en las elecciones con baja participación”, de acuerdo con la investigación Political equality and turnout. “El aumento de la desigualdad económica deprime la participación de ciertos colectivos”, plantea Orriols, que considera que esto genera “un círculo vicioso que a su vez retroalimenta las desigualdades económicas”.
Otros expertos hacen alusión a la pérdida de influencia social de los agentes de movilización históricos. «Los vínculos que se habían establecido con los partidos, sindicatos y grupos que movilizaban el voto han ido desapareciendo. El perfil del abstencionista sociológico es una persona con un nivel educativo muy bajo, que trabaja en un puesto de trabajo en el que no está sometido a redes de movilización”, apunta Lorente.
Por otro lado, los politólogos Filip Kostelka y André Blais también sostienen que este descenso se debe al “aumento del número de instituciones electivas”. “Cuando las elecciones son más frecuentes, el cansancio se instala en los votantes y el interés de la gente por participar disminuye. En Europa, el número de instituciones electivas ha aumentado un 34% desde los años sesenta hasta la década de 2010”, explican.
- Repositorio de datos electorales del Ministerio del Interior de Italia, Portugal, Francia, Grecia y España
- Repositorio de datos electorales del Bundeswahlleiter en Alemania
- General Election 2019: full results and analysis, Commons Library Briefing Paper
- Voter Turnout Database, del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA)
- Turnout for Parliamentary Elections (1999-2022). Consejo de Europa.
- Javier Lorente, profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos
- Project Political Transformation and the Electoral Process in Post-Communist Europe. Base de datos de resultados electorales de la Universidad de Essex
- Resultados de las elecciones legislativas de Rumanía de 2020 de la Oficina Electoral Central de Rumanía
- Portal de resultados de las elecciones legislativas de Bulgaria de la Comisión Electoral Central
- Piotr Zagórski, profesor asociado en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
- Voter Turnout Trends around the World, por Abdurashid Solijonov. Publicación del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA)
- Pablo Simón, politólogo y profesor titular de ciencia política en la Universidad Carlos III de Madrid
- Lluís Orriols, doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad Carlos III
- The Source of Turnout Decline New Values or New Contexts?, por André Blais and Daniel Rubenson
- Political Equality and Turnout, por André Blais, Ruth Dassonneville y Filip Kostelka
- The Generational and Institutional Sources of the Global Decline in Voter Turnout, por Filip Kostelka y André Blais
Lo curioso es que queremos estar en la u.e. pero no sabes a quien votas ni quien es el que dirige la u.e.que no puedes elegir tu.despues en este rico club.hay dinero en exceso para cosas muy superfluas que no controlamos. Y que se van en sueldos y otras corruptelas que estos dirigente no ganarian en su vida en un trabajo normal. Aparte de que estan muy lejos y la gente no quiere gobiernos de desconocidos.