Parques eólicos marinos flotantes o cómo España planea aprovechar la energía del viento mar adentro

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En España, la eólica es la principal fuente de generación de energía renovable y, además, la principal fuente de generación eléctrica, llegando a representar el 23,3% del mix energético en 2021, según el Informe del Sistema Eléctrico publicado por Red Eléctrica de España (REE). Esta energía renovable, que por ahora solo está implantada en tierra, tiene, según los distintos expertos consultados por Newtral.es para este artículo, algunas desventajas palpables en la generación eléctrica: limitaciones en la potencia, limitaciones en el transporte de componentes y dependencia del viento sobre todo en tierra. 

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Lo que en países como Reino Unido o Alemania ya es una realidad y en el nuestro aún un prototipo son los parques eólicos marinos

Estos parques eólicos situados en medio del mar, donde la energía generada por el viento es más estable y fuerte, son uno de los caminos para alcanzar la descarbonización. “Siguiendo la hoja de ruta aprobada por el Gobierno, la previsión es que se instalen hasta 3 GW de eólica marina para 2030”, declara Tomás Romagosa, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). 

Esta capacidad de generación eléctrica en parques eólicos marinos, que por ahora en España están en proceso de investigación y con un único aerogenerador de prueba en Gran Canaria, en otros países ya se está aprovechando. Un ejemplo de ello es el parque eólico marino Borssele 1 & 2, situado en el mar del Norte, frente a la costa neerlandesa, que cuenta con 94 turbinas conectadas, según el informe Offshore Wind in Europe 2020

Las grandes profundidades oceánicas en España han impedido instalar parques eólicos marinos

La gran ventaja que tienen los países que ya cuentan con parques eólicos marinos es la poca profundidad de sus mares. De hecho, según señala Wind Europe, la media de profundidad de los parques eólicos marinos bajo construcción en Europa está en 36 metros. Y, aunque hay distintas estructuras creadas para ser sumergidas en torno a los 50 metros de profundidad, como señala la organización, el 80,5% de las cimentaciones utilizadas en 2020 fue de tipo monopilote, la utilizada para profundidades inferiores a los 15 metros. 

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Sin embargo, según se detalla en la hoja de ruta para el desarrollo de la eólica marina elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica, la estrechez de la plataforma continental española, que causa una gran profundidad de las aguas, ha impedido la implantación de proyectos de eólica marina de este tipo. Lo mismo ocurre en países de nuestro entorno como Portugal y Francia. La solución: parques eólicos marinos flotantes.

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“Aunque el reto tecnológico existe por la novedad de la eólica flotante, el siguiente paso es hacerlo más competitivo económicamente, reducir los costes de su producción e instalación”, comenta Sergio Fernández, divulgador e ingeniero de energía eólica. Este paso es posible en España, pues como tercer país en exportación de aerogeneradores por vía marítima ya cuenta con puertos especializados, como se detalla en el mapa de instalaciones eólicas recogidas en la AEE

“De hecho, podrían aprovecharse estos puertos especializados para montar los aerogeneradores en las plataformas y remolcarlos hasta el punto de fijación”, precisa a Newtral.es Juan Ramón Ayuso, jefe del Departamento de Eólica y Energías del Mar del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae). 

El otro gran reto es la ordenación del espacio marítimo -el análisis y la organización de las actividades humanas en zonas marinas-. “No se pueden hacer proyectos reales sin tener en cuenta el posible lugar de instalación, hay que tomar en consideración todas las actividades que confluyen en ese espacio marino”, explica Fernández. 

Muchas empresas del sector energético, que ya tienen en marcha proyectos de parques eólicos flotantes fuera de nuestro país, están interesadas en hacer realidad esta situación en las costas españolas: “Acciona, Naturgy, Greenalia y muchas más, tanto nacionales como internacionales, están a la espera de la publicación definitiva de la ordenación del espacio marítimo [español] para comenzar a moverse” continúa Ayuso.

Autonomía energética vs. altos costes económicos de implementación: los pros y los contras de la eólica marina

La dependencia energética de nuestro país y la situación experimentada durante los últimos meses a raíz de la invasión rusa de Ucrania han puesto de relieve la necesidad de ser más competitivos energéticamente, expresa Ayuso. “Gran parte del beneficio generado se está yendo a otros países, de ahí la importancia en avanzar en objetivos ambientales, industriales y de autonomía utilizando los recursos disponibles”, detalla. 

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Asimismo, los parques eólicos marinos flotantes presentan otras ventajas: no utilizan territorio sobre la tierra, generan un menor impacto visual, un menor impacto con otras actividades del mar (como actividades de ocio o pesca) y pueden servir como plataformas de investigación ambiental. Estos atributos señalados por Romagosa van en paralelo a una “evaluación ambiental exigente: sin unos mínimos, no se aprueba el proyecto”, añade el experto de la AEE. 

No obstante, como continúa Romagosa, la eólica de cimentación fija es económica y se ha puesto sin necesidad de subvenciones e incentivos en otros países. Sin embargo, la marina es más cara que otras renovables y, por ahora, aunque existe interés por parte de empresas, las subvenciones se necesitan. 

A diferencia de Romagosa, organizaciones ecologistas como Stop Macro Parc Eòlic Marí denuncian el impacto visual, ambiental, económico y social que estos parques eólicos podrían generar. El proyecto Parque Tramuntana, con una idea de instalación en Alt Empordà (Girona), plantea ubicar 35 aerogeneradores en esta zona. Los vecinos y trabajadores del entorno, según se recoge en el manifiesto de la organización, temen que este proyecto de gran magnitud afecte a las rutas migratorias de aves, cetáceos y otros animales claves en la economía y en la biodiversidad de la localidad. 

200 aerogeneradores flotantes en toda España para alcanzar el objetivo de los 3 GW

El viento, un recurso natural muy presente, fuerte y estable mar adentro, hace girar las palas de los aerogeneradores que, gracias a cables eléctricos submarinos, hacen llegar la electricidad generada a tierra. Aun así, debido a la distancia entre las turbinas eólicas y la costa, solo con los cables no es suficiente. “Para evitar pérdida de transporte eléctrico y una menor contribución energética, es imprescindible una subestación eléctrica marina” explica el experto del Idae. 

De acuerdo con la hoja de ruta aprobada, en España se espera instalar entre 1 y 3 GW de esta energía renovable para 2030. Teniendo en cuenta que cada turbina eólica marina tiene una potencia de generación de 15 MW, según los cálculos del experto, un grupo de 67 turbinas generaría 1 GW. Con 200 turbinas eólicas flotantes en todo el país, se alcanzaría el objetivo más ambicioso de los 3 GW. 

Aerogenerador eólica marina

De acuerdo con Ayuso, “cogiendo como referencia el consumo doméstico anual en la actualidad de 3,5 MWh, cada gigavatio que se instale podría suministrar electricidad limpia a 1,2 millones de hogares españoles”.  En otras palabras, si se llegasen a instalar los 3 GW de energía eólica marina, estos podrían suministrar electricidad a un mínimo de 3,5 millones de hogares españoles, más que la población de toda la ciudad de Madrid.  

Fuentes