El Parlamento Europeo quiere unificar la violación en toda la UE basando el delito solo en la ausencia de consentimiento

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Manifestación en Francia contra la violencia machista | Shutterstock
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El Parlamento Europeo quiere poner el consentimiento sexual en el centro de la legislación europea. Así lo establece el informe que ha aprobado y con el que fija su postura para negociar con el Consejo de la Unión Europea: “Muchos Estados miembros siguen exigiendo el uso de la fuerza, amenazas o coacción para el delito de violación. Otros se basan únicamente en la condición de que la víctima no haya consentido el acto sexual. Solo este último enfoque logra la plena protección de la integridad sexual de las víctimas”. De esta forma, la directiva del Parlamento Europeo sobre violación —y de otras formas de violencia contra las mujeres— busca unificar este delito articulando su definición en base al “solo sí es sí”, que es el modelo que ha seguido la ley española de libertad sexual

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Con este lema, “solo sí es sí”, lo explica a Newtral.es la eurodiputada irlandesa conservadora Frances Fitzgerald, del grupo parlamentario popular y coponente de esta directiva: “Muchos países todavía no contemplan el consentimiento como algo central. Lo que queremos con la directiva es que se legisle en base al consentimiento libremente dado. Ya no es ‘no es no’, sino ‘sí es sí’”.

Sin embargo, los 27 Estados miembros del Consejo deben estar de acuerdo y, de momento, como apunta a Newtral.es la eurodiputada popular Rosa Estarás, “solo ocho apoyan la inclusión de la violación”. “Nuestro trabajo ahora es negociar para lograr más apoyos”, añade Estarás, que es también miembro de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (FEMM). Es decir, conseguir el apoyo unánime del Consejo, cuya presidencia está en manos de España.

El escollo no es solo la inclusión de este delito para armonizar las legislaciones de los 27, sino en qué términos: tanto la posición de la Comisión como la del Parlamento señalan que la ausencia de consentimiento debería ser suficiente, pero ese es el consenso de máximos. Como detalla a Newtral.es María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada del grupo The Left EU y ponente en la sombra de la directiva, “introducir elementos como la violencia o intimidación puede ser una de las exigencias que haga el Consejo para dar su apoyo y que la directiva salga adelante”. 

Como se puede ver en su informe, el Consejo de la UE ha eliminado cualquier referencia sobre el delito de violación, pero sí aseguró que apoyaba la inclusión de la mutilación genital femenina y de la ciberviolencia.

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Extracto del informe del Consejo que elimina toda referencia a la violación
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Qué propone el Parlamento Europeo en su directiva sobre violación y otras violencias

La directiva es una propuesta de la Comisión Europea, que es el órgano con capacidad legislativa, para abordar algunas de las violencias contra las mujeres. Específicamente tres: ciberviolencia (principalmente, la difusión de contenido íntimo y el envío no solicitado de imágenes de genitales), mutilación genital femenina y violación. El Parlamento Europeo decidió ampliar la propuesta de la Comisión e introducir también la agresión sexual (ataques a la libertad sexual que no constituyan una violación), el matrimonio forzado, la esterilización forzada, el acoso sexual en el ámbito laboral y la mutilación genital intersex. 

Es decir, la Comisión considera que esas tres cuestiones deben ser legisladas con unos estándares mínimos en todos los Estados miembros, mientras que el Parlamento apoya la unificación legislativa europea de esos tres delitos pero propone que se haga lo mismo con cinco más. Al ser una directiva significa que sería vinculante: es una norma que los 27 países deberían cumplir. 

Respecto a la violación, que es el principal escollo en el Consejo, tanto la Comisión como el Parlamento coinciden en la definición: “La falta de consentimiento debe ser un elemento central y constitutivo de la definición de violación, dado que con frecuencia no hay violencia física ni uso de la fuerza”. Y luego establecen una serie de circunstancias agravantes. Comisión y Parlamento coinciden en alguna como el uso de violencia extrema contra la víctima o que esta tenga algún tipo de discapacidad. La Eurocámara añade otras como que la víctima esté embarazada o que sea solicitante de asilo.

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Extracto de los textos de la Comisión y del Parlamento

Tal y como explica aquí EFE, proponen que el delito de violación se sancione “con una pena máxima de al menos ocho años de prisión, y de al menos diez años si concurren circunstancias agravantes”.

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Preguntada por las similitudes con la ley española de “solo sí es sí”, la eurodiputada Frances Fitzgerald, coponente de la directiva, señala que es consciente de que “ha sido muy controvertida”, pero que no puede “valorar los detalles”. “Lo importante es que tanto España como otros países aspiren a mayores estándares”, añade.

Estos estándares no solo pasan por la cuestión penal —cómo se tipifica y castiga el delito—, sino por actuaciones en el ámbito de la protección, atención y reparación de las víctimas. Una de las propuestas tanto de Comisión como de Parlamento es la creación de centros específicos para atender a las víctimas de violencia sexual. El Europarlamento, además, exige que sean centros de crisis 24 horas, algo que ya contempla la ley de libertad sexual española. Y, también, ambos órganos europeos consideran necesaria la formación de “autoridades policiales, fiscales, jueces y abogados”, entre otros. 

Fitzgerald incide en que “siendo la violencia contra las mujeres una cuestión estructural que traspasa fronteras, ¿cómo van a explicarle los países que no apoyen esta directiva a su ciudadanía no tener los mismos estándares de protección que otros estados?”.

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El trílogo (Comisión, Parlamento y Consejo) en la última reunión sobre la directiva | PE

Para que se legisle en la UE con unos mínimos comunes, el delito debe ser considerado de especial gravedad y con una dimensión transfronteriza, por lo que resulta necesario combatirlo siguiendo criterios comunes. Así lo establece el Artículo 83 (1) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que regula los eurodelitos. Actualmente, la lista incluye el terrorismo, la trata de seres humanos y la explotación sexual de mujeres y niños, el tráfico ilícito de drogas, el tráfico ilícito de armas, el blanqueo de capitales, la corrupción, la falsificación de medios de pago, la delincuencia informática y la delincuencia organizada.

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La eurodiputada Soraya Rodríguez, del grupo Renew Europe y ponente en la sombra de la directiva sobre violación del Parlamento Europeo, explica a Newtral.es que “dos de los delitos propuestos por la Comisión encontrarían su encaje legal en el eurodelito de explotación sexual de mujeres”. Sin embargo, explica Rodríguez, “el Consejo considera que no hay base legal suficiente para encajar el delito de violación ahí, mientras que sí lo hay para la mutilación genital femenina”. “El de ciberviolencia con componente de género encajaría en el eurodelito de delincuencia informática, para el que el Consejo también considera que sí hay base legal”, añade.

En 2021, el Parlamento Europeo ya intentó ampliar la lista de eurodelitos, pero el Consejo tumbó esta petición. En este caso, lo que se requería era incluir la violencia de género como eurodelito, es decir, la violencia hacia las mujeres por parte de una pareja o expareja masculina. Actualmente, no todos los países de la Unión Europea diferencian entre violencia doméstica y violencia de género (como sí hace España al amparo de la ley de 2004). Y no en todos, siquiera, la violencia doméstica se considera un delito específico, sino que está castigado bajo otras figuras delictivas.

Sin embargo, la directiva de ahora no pide tipificar la violencia de género de forma específica para armonizar la legislación europea, ya que, como explica Rodríguez Palop, “se ha intentado tirar del hilo de la explotación sexual, por lo que hay violencias machistas que previsiblemente no iban a tener cabida”. “La directiva sigue el marco del Convenio de Estambul, que habla de violencia doméstica, aunque deja claro que esta la sufren en mucha mayor medida las mujeres y que son objeto prioritario”, añade. 

La eurodiputada Lina Gálvez, del grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas y miembro de FEMM, explica a Newtral.es que “si este intento de tipificar la violencia de género como eurodelito hubiese sido fructífera, ahora tendríamos esa base legal”. En cualquier caso, apunta Gálvez, “la Comisión no habría hecho una propuesta de directiva si no pensase que hay base legal suficiente”. 

Aborto y prostitución no entran en la directiva

A pesar de que recientemente el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la prostitución que la considera una forma de violencia contra la mujer y que propone castigar el proxenetismo, esto ha quedado fuera de la directiva sobre violación. Tampoco ha entrado la cuestión del aborto, es decir, que no permitir acceder a la interrupción del embarazo se considere una forma de violencia. “Se plantearon ambas cuestiones, pero había grupos que querían incluir ambos y grupos que querían incluir uno sí y otro no”, explica Rosa Estarás. 

“El bloqueo hizo que decayeran las dos cosas. Si el propio Parlamento Europeo no podía ponerse de acuerdo, esto iba a ser aún más acuciante en el Consejo”, apunta María Eugenia Rodríguez Palop. “En aras de avanzar, se optó por dejar ambas cuestiones fuera”, concluye Estarás. 

El próximo trílogo —la reunión entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo— para negociar la directiva será el próximo 14 de noviembre. De momento, tal y como han detallado las eurodiputadas con las que ha hablado Newtral.es, al menos Bélgica, Grecia, Italia, Países Bajos, Luxemburgo, Irlanda, Austria y España se muestran a favor, otros como Rumanía y República Checa no se han pronunciado, mientras que Polonia, Dinamarca, Estonia, Alemania, Letonia, Lituania, Eslovaquia y Bulgaria están en contra.

Fuentes
  • Frances Fitzgerald (PPE), coponente de la directiva y miembro de FEMM
  • María Eugenia Rodríguez Palop (The Left EU), ponente en la sombra de la directiva y miembro de FEMM
  • Rosa Estarás (PPE), miembro de FEMM
  • Soraya Rodríguez (Renew Europe), ponente en la sombra de la directiva y miembro de FEMM
  • Lina Gálvez (S&D), miembro de FEMM
  • Parlamento Europeo
  • Comisión Europea
  • Consejo de la Unión Europea
  • Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
  • EFE

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