La paradoja del mercado laboral: empleos sin cubrir mientras uno de cada dos parados es de larga duración

España tiene empleos sin cubrir mientras uno de cada dos parados es de larga duración
Imagen: Shutterstock.
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Aunque España supera los 20 millones de ocupados según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, todavía hay 3,1 millones de parados y la mitad de ellos (1,5 millones) son parados de larga duración, los que llevan más de un año buscando empleo. Y de ellos hay 148.800 personas en esta situación que no han trabajado antes.

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Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, nuestro país también tiene empleos sin cubrir como por ejemplo las 109.085 vacantes que registra el INE en su última encuesta sobre coste laboral. ¿Cómo puede ser? Preguntamos a los expertos sobre el perfil de este tipo de parados y los problemas específicos de este colectivo.

España encadena 13 años con más de un millón de parados de larga duración y como refleja Asempleo en su último informe, durante este tiempo el mercado laboral ha experimentado dos grandes momentos de creación de empleo: el periodo 2014-2019, posterior a la crisis financiera, y el periodo 2021-2022, tras la pandemia de la COVID-19. Algo que pone de manifiesto las dificultades para encontrar empleo en este colectivo.

El 65% de los parados llevan en esta situación dos años o más

Para Florentino Felgueroso, investigador de Fedea, “el problema está sobre todo en los parados de muy larga duración, los que llevan buscando un empleo dos años o más, que están volviendo a subir”. Del millón y medio de parados de larga duración que hay en España, el 65% (976.800) lleva en esta situación dos años o más. 
Además, es interesante ver las edades de este tipo de parados. Asempleo destaca que “la capacidad para abandonar el paro es inversamente proporcional a la edad”. De los 976.800 que llevan dos años o más buscando un empleo, el 45,3% tienen 50 o más años, el 40,1% entre 30 y 49 años y el 14,6%tiene entre 16 y 29 años.

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Problemas específicos de los parados de larga duración

“Existen una serie de factores tanto de oferta como de demanda que hacen que sea muy difícil salir del paro para ciertas personas y por tanto emplearse en alguna de esas vacantes de empleo”, indica Eugenio Lanzadera, profesor de Derecho del trabajo en la Universidad a Distancia de Madrid (Udima). Además, “la probabilidad de hacerlo es menor cuanto más tiempo estás desempleado”, explica Felgueroso. “Las empresas desconfían de los parados de larga duración y eso desanima a la persona que baja la intensidad de la búsqueda”, dice.

Aunque depende de las circunstancias de cada uno, algunos problemas se repiten. “Hay perfiles especializados en una ocupación de un sector y si ese sector no se recupera (como ocurrió con la construcción) y en la zona donde resides no hay oportunidades de empleo alternativas, tienes muchas probabilidades de acabar siendo parado de larga duración”, apunta este experto. “Nadie se mueve a otra comunidad a cierta edad por un empleo precario sin posibilidades claras”, matiza.

Supone otro problema que “se demandan cada vez más perfiles tecnológicos y buena parte de este tipo de parados, sobre todo a edades avanzadas, no cumplen con esas habilidades”, dice Felgueroso. Algo en los que coincide Lanzadera, que cree que “el inconveniente mayor es la falta de adaptación a las necesidades del puesto y del mercado”.  Este experto cree que “todos debemos vivir en una formación continua para integrar la evolución técnica que viven todos los sectores, bien para conservar nuestro empleo o para conseguir uno”.

“Y a medida que se acerca la edad de jubilación, los parados de larga duración tienen menos interés en coger cualquier cosa o en reciclarse por completo en otro oficio y lo que quieren es seguir cotizando hasta cobrar la pensión de jubilación”, indica Lanzadera.

Políticas activas de empleo, subvenciones y prestaciones

Ambos expertos explican que siempre han existido políticas activas de empleo para los parados y, en especial, para los parados de larga duración. “Puede ser que necesiten reciclarse, algún tipo de formación específica, que necesiten ayuda con la búsqueda de empleo e incluso existen subvenciones a la contratación”, recuerda Felgueroso.

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Por otra parte, los desempleados de larga duración se enfrentan al desafío de obtener unos ingresos suficientes cuando se les agota la prestación por desempleo. En este caso, siempre que cumplan los requisitos, podrían optar al subsidio por desempleo en el caso de tener responsabilidades familiares o a la renta activa de inserción. Según datos de Asempleo, en marzo de este año "dos de cada tres personas que llevaban más de un año en desempleo recibió algún tipo de prestación".

En dicho informe se indica que "los desempleados canarios, manchegos y valencianos son los que más tiempo llevan en desempleo (junto con los vascos), y los que más prestaciones cobran una vez que se encuentran en esta situación". Lo contrario que en Navarra, Aragón, La Rioja o Baleares.

El paro de larga duración también preocupa en Europa 

El paro de larga duración es "una de las principales preocupaciones de los responsables políticos europeos", como indica Eurostat. A nivel de la Unión Europea, una quinta parte (20,6%) de los desempleados han estado desempleados durante más de dos años (desempleo de muy larga duración). 

En Grecia, el 39,9% de los desempleados llevaba más de dos años buscando trabajo, seguido del 36% en Italia, el 35,9% en Eslovaquia y el 27,3% en Bulgaria. Dinamarca estaba en el otro extremo de la clasificación, con un 7,1% de personas desempleadas en este grupo, seguida por un 7,3% en Suecia, un 7,4% en Malta y un 8,6% en Polonia.

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Hay dos fuentes de datos para ver la evolución de los parados de larga duración, una es la Encuesta de Población Activa del INE y la otra es el SEPE. “Aunque en cada una se definen de manera diferente los parados actuales el número absoluto es similar”, explica Felgueroso. La EPA es una encuesta trimestral mientras que el SEPE da datos mensuales de la duración de las demandas de empleo.

Fuentes