Palestina es una nación dividida en dos, así como sus organizaciones políticas. Hamás, considerado un grupo terrorista por la UE y EEUU, administra Gaza desde que ganó las últimas elecciones celebradas en 2006 con mayoría absoluta. Al Fatah, que pertenece a la Autoridad Nacional de Palestina (ANP), está presente en Cisjordania.
El objetivo de estas organizaciones políticas es el mismo: lograr una nación Palestina independiente. Sin embargo, chocan en la manera de lograrlo y en la relación que mantienen con Israel, la potencia ocupante del territorio donde están presentes.

Lo importante. Israel reconoce la Franja de Gaza y Cisjordania como parte de su territorio, sobre el que interviene en cualquier aspecto de su administración. De esta forma, quien gobierna de facto en los territorios de Palestina es Israel y sus recursos son tutelados por Tel Aviv, según los expertos. Las autoridades palestinas gestionan las ayudas donadas por las organizaciones internacionales; “son funcionarios sin atribuciones, sus gobiernos son totalmente simbólicos”, aclara en conversación con Newtral.es Jorge Ramos, doctor en Historia Contemporánea de la Universitat de València. “Israel es quien gobierna y controla todo el territorio que va desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo”.
Las organizaciones políticas de Palestina están divididas territorial e ideológicamente
La política palestina ha estado plagada de divisiones desde que se inició la búsqueda de un Estado independiente en la década de 1960. Pero el movimiento nacional se dividió formalmente —política, geográfica y estratégicamente— después de que Hamás, un partido islamista, venciera a Fatah, un movimiento laico, en las elecciones al Consejo Legislativo Palestino de 2006.
El origen de esta ruptura se encuentra en la Declaración de Principios sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional (conocidos como Acuerdos de Oslo) firmados en la Casa Blanca en 1993 por el mítico líder palestino Yassir Arafat, al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel. Estos fueron los primeros pactos entre palestinos e israelíes tras décadas de enfrentamientos.
Contexto. Tras la firma de Oslo, la autoridad política palestina se erigió en torno a la figura de Arafat que lideró Palestina hasta su muerte en 2004 cuando le sustituyó el actual presidente de la OLP, Mahmud Abás. En 2009 expiró su mandato, pero sigue en el cargo y es el Presidente en funciones de la Autoridad Palestina.
Las líneas maestras del Acuerdo de Oslo son:
- Israel reconocía a la OLP como representante legístimo del pueblo palestino.
- Permitía la creación de un Gobierno palestino independiente en Cisjordania y la Franja de Gaza —territorios que Israel había administrado y ocupado desde la Guerra de los Seis Días de 1967— administrado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
- El Gobierno israelí transfería territorio y cedía competencias (educación, salud, políticas sociales, recaudación de impuestos, infraestructuras o una policía palestina propia) a la parte árabe a cambio de la promesa del cese a la violencia.
- La OLP reconocía el Estado de Israel.
Sin embargo, lejos de las expectativas suscitadas en Oslo sobre Palestina por las organizaciones políticas, el acuerdo nunca se cumplió. Israel ha continuado ampliando la ocupación, reforzando la dependencia palestina de su administración y eliminando la posibilidad de un Estado Palestino viable.
Hamás no firmó el acuerdo, que, con el tiempo, es considerado por los palestinos como una traición —“tachado de un acto de colaboracionismo con Israel”, especifica Ramos—. Y en las elecciones de 2006, ganó con mayoría absoluta.
Escisión del Gobierno de Palestina: Hamás y la ANP tras los acuerdos de Oslo
Cuando se debatía el futuro de Jerusalén tras la firma de Oslo, tiene lugar la segunda intifada Palestina, un levantamiento popular contra la ocupación israelí que le dio protagonismo a Hamás. “Los territorios palestinos estallaron en ira por el fracaso de las negociaciones que tantas expectativas había generado y porque se vio que todo había sido una trampa de Israel para seguir colonizando”, indica Ramos. Y la principal respuesta vino de Hamás, que normalizaron los ataques suicidas para responder a las fuerzas de Israel.
A la oleada de violencia, se sumó la muerte de Arafat en 2004 que supuso aún mayor división entre las fuerzas políticas palestinas. Y así llegan las elecciones de 2006, cuando Al Fatah es derrotado en las urnas por Hamás. “El extraordinario resultado que consiguió Hamás puede leerse como un rechazo a la corrupción —de la que la ANP había sido acusada tras décadas de Arafat en el poder—, a la traición de Oslo y al deseo de plantar cara a Israel; y no tanto como un viraje religioso o fundamentalista de los palestinos”, analiza Ramos.
Contexto. Al Fatah fue el movimiento dentro de la ANP que consiguió aglutinar a todos los grupos: desde los nacionalistas palestinos del ala conservadora islámica cercana a los Hermanos Musulmanes hasta el ala izquierda de los comunistas, como indica el analista Daoud Kuttab en un artículo publicado en el Instituto Europeo del Mediterráneo.
Tras los comicios, se produjeron enfrentamientos entre partidarios de ambas organizaciones políticas palestinas. Finalmente, el mapa político quedó conformado tal y como sigue en la actualidad: Gaza bajo control de Hamás y bloqueada por tierra, mar y aire por el Gobierno de Israel, y Cisjordania administrada por Al Fatah.
Hamás y Al Fatah intentan reconciliarse y unirse contra Israel
Meses después de que Naciones Unidas reconociera a Palestina como Estado observador no miembro de la ONU, Hamás y la OLP firman un Acuerdo de Reconciliación en 2014. El objetivo: instaurar un Gobierno de unidad del Estado de Palestina presidido por Abás y organizar unas nuevas elecciones conjuntas en Gaza y Cisjordania.
Como respuesta a este intento de unión, Israel lanzó una operación militar que se saldó con más de 2.100 palestinos y más de 70 israelíes muertos durante las siete semanas que duró el conflicto. “Aquellos fueron los mayores bombardeos que ha sufrido Gaza hasta ahora”, indica Ramos.
En 2017, hubo otro acercamiento entre ambos grupos políticos alentado por el bloqueo israelí en Gaza y la decisión del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital del Estado de Israel. El nuevo acuerdo pretendía crear un Gobierno de Unidad Nacional con Abás al frente, tecnócratas como ministros y portavoces miembros de Hamás.
Tampoco se pudo llevar a cabo, de nuevo por la intervención de Israel y de Estados Unidos. Los intentos de acuerdo entre las organizaciones políticas palestinas continuaron, aún así. Como recuerda Ramos, ha habido acercamientos entre Hamás y Al Fatah en 2020 y en 2022 con un mismo objetivo: reforzar la unidad ante la violencia israelí.
- Jorge Ramos, doctor en Historia Contemporánea de la Universitat de València y autor del libro Una historia contemporánea de Palestina-Israel
- Mariano López de Miguel, doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Murcia
- ONU
- Biografía de Yassir Arafat del Cidob
- Análisis de Daoud Kuttab en el Instituto Europeo del Mediterráneo
Que mal artìculo, muy de mal gusto, ARRIBA PALESTINA Y AFUERA ISRAEL Y LOS JUDIOS.
Usted no tiene autoridad para hablar de esta forma al artìculo. Igualmente VIVAN LOS JUDIOS
Usando una región como Gaza, ha apoyado a terroristas, no se puede esperar otro resultado. La mecha lleva mucho tiempo encendida y la pólvora termina por estallar. Lastima que paguen niños y niñas por la irresponsabilidad de sus padres.
Israel no cumplió? La premisa era la no violencia por parte de Los palestinos. Asume las consecuencias.
La exposición de hechos del articulista es bien clara, Israel ha boicoteado todos los intentos de construir un estado palestino desde después de los acuerdos de Oslo, eso no quita para que las dos partes tengan responsabilidad en el conficto, pero la estrategia del "y tú más" no es nada inteligente, sólo sirve para desahogar la frustración.
Ningún pueblo puede ser gobernado por terroristas.
Gracias por la información y ojala termine el conflicto entre Israel y Palestina.
Gracias muchas gracias por la información