La Comunidad de Madrid ha sacado a consulta pública una orden con la que querría regular nuevas formas de pago en juegos de azar, como, por ejemplo, a través de tarjetas de crédito. Una práctica que ya está regulada en otras comunidades, como el País Vasco. El plazo para participar en ella se mantendrá abierto hasta el 22 de agosto y en su proyecto de orden especifican que el problema que se pretende resolver es que el sector del juego “no es ajeno” a la realidad social del “uso en descenso del efectivo y el incremento de medios de pago electrónicos”.
También incluyen que es “necesario en aras de la seguridad jurídica” la regulación de medios de pago distintos y adicionales al efectivo, como las tarjetas, para las máquinas de juego y de azar y las apuestas. Al final añaden que esto debe hacerse “en el marco de una práctica de juego responsable”.
Aunque el Ministerio de Consumo ha lanzado varias campañas para regular los juegos de azar, lo ha hecho en el ámbito digital u online, como con las loot boxes o cajas de recompensas aleatorias en videojuegos. Al preguntarles sobre esta orden de la Comunidad de Madrid explican a Newtral.es “que las competencias en juego físico (no online) son de las comunidades autónomas”.
Algo que también explica un estudio de los juegos de azar en Navarra elaborado por Fundación Caja Navarra en 2020: “Las comunidades autónomas tienen competencias en la autorización administrativa de aquellos juegos cuyo ámbito de comercialización sea autonómico, tanto presenciales (juegos de casino, bingo, máquinas de juego y azar y de apuestas), como juegos de azar online de ámbito autonómico”.
Madrid no es la primera comunidad en plantear el pago con tarjeta en juegos de azar
Aunque Madrid haya iniciado este proceso de preguntar a la sociedad qué piensa de esta orden, no es la primera comunidad autónoma en hacerlo. El País Vasco aprobó una orden con los mismos principios que la madrileña en enero de 2021, y entró en vigor en febrero de ese mismo año.
En ella, la Consejería de Seguridad vasca especifica que el pago con tarjeta en juegos de azar y en máquinas tipo B, conocidas como tragaperras, tiene que realizarse en el interior de locales de juego, “en ningún caso puede suceder en locales de hostelería”. De hecho, la Consejería justifica este punto para evitar que puedan acceder estas personas no autorizadas para usarlos, como menores de edad o personas inscritas en el registro de interdicciones del juego.
El Gobierno vasco también marca unas limitaciones. No podrá pagarse con tarjetas de crédito, solo de débito, y establece un límite diario de 300 euros de gasto. Desde la Consejería de Seguridad del Gobierno vasco explican que “no disponen de información sobre la incidencia en el consumo de este tipo de juegos” desde que aprobaron la orden.
No obstante, constatan que no ha habido casos en los que los salones de juegos hayan permitido a los clientes usar tarjetas de crédito (no de débito) para entregas de efectivo a los clientes en salones de juego. Esto es debido a que “se ha aclarado en la jurisdicción contencioso-administrativa que tal práctica no está comprendida en la autorización de un salón de juego, y es una práctica equiparable a un préstamo a la persona jugadora, y por ende, prohibida y sancionable”.
Para Juan F. Navas, profesor del departamento de Psicología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid., regular y permitir el pago con tarjeta en juegos de azar va “en contra de las medidas de protección del usuario que se están empezando a implementar”. “Cuando se regula el juego, se trata de encontrar un equilibrio entre lo que es el negocio y la protección del usuario. Y esta segunda siempre se suele hacer pensando en los más vulnerables”, afirma.
Las consecuencias de generar más facilidad en el pago
Navas explica que uno de los factores clave sobre los juegos de azar es su diseño y, dentro de este, el estipular cómo se paga por jugar y cómo se cobra si se gana.
“Cuando quieres proteger al usuario vulnerable buscas formas de generar fricción entre el pago y el juego. Estas fricciones tendrían como objetivo crear una ventana temporal en la que la persona pueda reflexionar y pensar ‘¿realmente quiero apostar más dinero?’. Si se facilita el pago con tarjeta el usuario es más propenso a entrar en un estado inmersivo que dificulta llevar una contabilidad tanto del tiempo que llevas jugando como del dinero que llevas invertido”, asegura Navas.
No solo eso, el experto también señala que facilitar el pago con tarjeta en máquinas tragaperras es “incluso peor” ya que generan mucha más adicción. “No a las personas que no tienen un problema de adicción al juego, pero para aquellas que sí los tengan propiciaría que hubiera un menor control del gasto”.
Como solución, Navas propone que existiera un sistema que llevara la contabilidad de cuánto dinero se ha gastado en el juego, sobre todo si está virtualizado. “Podría saltar una ventana o una pantalla que avisara de cuánto llevas invertido, para así evitar que el usuario esté en piloto automático y no sea consciente del gasto”.
- Proyecto de Orden por la que se regulan distintos medios de pago para la práctica de determinados juegos de suerte, envite o azar
- ORDEN de 25 de enero de 2021, del Vicelehendakari Primero y Consejero de Seguridad, por la que se regula el uso de tarjetas bancarias o dispositivos similares en actividades de juego
- Aproximación a la realidad de los juegos de azar en la juventud de Navarra
- Juan F. Navas, profesor del departamento de Psicología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid
- Consejería de Seguridad del Gobierno del País Vasco
- Ministerio de Consumo