Cuando vas a Urgencias y el doctor te atiende a través de una pantalla: las dudas de los expertos sobre la telemedicina

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Hospital de Villalba. Juan Francisco Gómez/ShutterStock
Tiempo de lectura: 8 min

Sara Batres acude a Urgencias de un hospital madrileño por un dolor intenso de ciática. Tras el triaje que valoró la gravedad de su caso, la llevan a una consulta, encienden la tele y aparece una doctora. La paciente, que ha contado su caso en redes sociales, es atendida por videollamada sin que nadie le avisara. “Ni exploración ni pruebas. Pinchazo y a casa”, escribe Batres en su tuit. 

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La telemedicina ha dado un salto notable a partir de la pandemia del coronavirus. Las ventajas de la atención telemática para prevenir la propagación del virus fueron la clave de su impulso: aligeran las listas de espera, evitan desplazamientos innecesarios y simplifican la burocracia en la atención sanitaria. Y en la actualidad, las consultas virtuales se han incorporado al sistema de salud más allá de la pandemia.  

Sin embargo, la aplicación de la telemedicina en la práctica clínica aún tiene serias deficiencias y supone riesgos como demuestra el caso de Batres y también advierten los expertos consultados.

El Hospital de Villalba afirma que aplicó el protocolo con la paciente atendida por videollamada en Urgencias

El centro donde acudió Batres para tratar su ciática fue el Hospital General de Villalba, que es de titularidad pública y gestión privada a cargo del grupo Quirón Salud. Fuentes del centro hospitalario confirman a Newtral.es que los facultativos aplicaron el protocolo del Circuito de Urgencia Digital para tratar a esta paciente. 

Según explican desde el Hospital de Villalba, su protocolo permite utilizar la videollamada en Urgencias cuando el paciente se desplaza al centro y, “tras ser valorado en triaje por Enfermería”, es clasificado con la escala Manchester como nivel cuatro o cinco (escalas de situación menos urgentes en este sistema homologado de categorización de riesgo clínico y priorización de pacientes).

“Si, tras esa valoración telemática, el facultativo considera que el paciente precisa una atención presencial, esta se realizará en las Urgencias del centro por algún médico que se encuentre físicamente en el servicio”, añaden las mismas fuentes. En el caso de Batres, la médico que la atendió por videollamada no lo valoró así, tal y como ella misma relata. 

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Desde el hospital concretan, además, que el médico que atiende por videollamada a los pacientes está fuera de las instalaciones, “pudiendo estar en otro centro hospitalario”. Y, además, aseguran que no se graba la consulta. Por otro lado, al contrario de lo que afirma la paciente en Twitter, fuentes del centro de Villalba afirman: “Una vez pasa el triaje, se le avisa [de que la consulta será telemática]”.

La Comunidad de Madrid defiende el sistema de consulta telemática en los hospitales

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, aseguró que “todo el proceso que se realizó con la paciente está validado y es el mismo para todos las personas que acuden a Urgencias de cualquier centro de la red madrileña de hospitales. Hay un proceso de triaje y, según la gravedad, se determinan los pasos siguientes”, explicó en declaraciones ante los medios.

Según Escudero, “en todo momento esta paciente estuvo atendida no a través de una pantalla, si no por una doctora o un doctor que siguió un proceso validado y dando por respuesta los criterios que son estrictamente clínicos, que son los que tienen que valorar los profesionales sanitarios y que son los que valoran también los procesos de trabajo en no presencial”.

“El trabajo no presencial dentro de la sanidad madrileña ha ido avanzando de manera importantísima”, recalcó Escudero. De hecho, en la Comunidad de Madrid hay diez hospitales que atienden al paciente a través de videoconsultas con especialistas y cuatro que lo han incorporado recientemente para tratar a los pacientes en Urgencias. Estos son, además del de Villalba, la Fundación Jiménez Díaz, el Hospital Rey Juan Carlos (en Móstoles) y el Infanta Elena (en Valdemoro). Además, añaden fuentes de la Consejería, este verano se ha hecho un piloto de teleasistencia en Urgencias en el Hospital del Tajo. 

Los expertos consideran arriesgado utilizar la videoconsulta en Urgencias

Juan Armengol, urgenciólogo y presidente de la Sociedad Madrileña de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias), destaca que así como la atención telemática es útil en muchos campos de la medicina, en Urgencias es muy arriesgada.

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“En zonas rurales donde los centros hospitalarios están muy dispersos, la población está muy envejecida y tiene dificultades para desplazarse, la telemedicina es esencial. También en atención primaria porque el facultativo ya conoce a los pacientes, o en consulta de especialidades como dermatología, por ejemplo”, dice.

Sin embargo, cuando un paciente acude a un servicio de urgencias hospitalario, llega con un grado de incertidumbre que, en su opinión, es necesario valorar presencialmente. “No existe ningún protocolo, por lo que está en manos del criterio del médico. Yo no firmaría un informe diagnosticado a través de una videoconsulta y, por supuesto, a un familiar mío no lo valoraría así”, afirma el presidente de SEMES en Madrid. 

Para el caso concreto de Sara Batres, “una ciática no se puede tratar por videollamada, precisa una exploración clínica”, afirma, por su parte, Marciano Sánchez, médico y portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. “La atención en urgencias debe ser siempre presencial”, añade.

“Aplicar la telemedicina a un servicio asistencial como es la Urgencia para un paciente que se ha desplazado físicamente al hospital, no tiene sentido”, afirma Armengol. “A la medicina hay que tenerle respeto”, sostiene.

No existe un protocolo nacional que regule la telemedicina

Los expertos consultados advierten que, a pesar de las muchas tareas pendientes, la telemedicina ha llegado para quedarse, “además ha crecido muchísimo a raíz de la pandemia”, indica Armengol. Sin embargo, no hay directrices concretas sobre este nuevo modelo asistencial. 

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De hecho, el Ministerio de Sanidad no tiene un protocolo sobre telemedicina ni tampoco la Comunidad de Madrid. Así lo confirma Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio Oficial de Médicos de la región. “Los centros que disponen de este servicio tienen protocolos específicos que regulan sus videoconsultas que son diferentes en cada caso”. Martínez-Sellés indica que la telemedicina se ha instalado y extendido más allá de la covid, pero “tiene que estar regulada, coordinada y justificada”.

Sánchez coincide: “No existe un protocolo claro, y, en mi opinión, por videollamada se deberían tratar aquellos casos de trámite sanitario, como los resultados de pruebas o dudas concretas sobre medicación”. Para el facultativo, cuando es necesaria la exploración clínica, una videollamada solo posterga la atención médica.

Por su parte, Alfonso Villegas, el coordinador del grupo de trabajo de innovación tecnológica y sistemas de información de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), indica que la telemedicina no debe sustituir, sino complementar a la medicina presencial. “La calidad de la asistencia que recibe el paciente debe ser igual en presencial que de manera virtual, si no, como sanitario tengo que dar prioridad a la presencialidad”.

Rodrigo Gómez, experto en telemedicina y gestión de la innovación, insiste en que en España la telemedicina ha servido durante la pandemia para evitar desplazamientos innecesarios y facilitar la demanda de pacientes no covid. Y, una vez pasada la pandemia, ya no hay vuelta atrás. “Cada vez hay más presión asistencial y la crisis sanitaria puso de manifiesto que la tecnología es esencial”.

“Estamos en un momento crítico, el más importante de los últimos 35 años. La covid ha generado una oportunidad pero también una gran frustración entre los sanitarios. Hace falta replantearse el sistema y cambiarlo, y esto pasa por establecer un marco nacional que determine qué es la telemedicina, que la regule legalmente y que se construya la infraestructura tecnológica necesaria para desarrollar este tipo de asistencia”, concluye Gómez. 

Fuentes
  • Juan Armengol, urgenciólogo y presidente de la Sociedad Madrileña de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias)
  • Marciano Sánchez, médico y portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
  • Alfonso Villegas, el coordinador del grupo de trabajo de innovación tecnológica y sistemas de información de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc)
  • Rodrigo Gómez, experto en telemedicina y gestión de la innovación
  • Hospital de Villalba
  • Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid
  • Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio Oficial de Médicos de la Comunidad de Madrid

1 Comentarios

  • Buenos días, según mi punto de vista la telemedicina en Urgencias no tiene ningún sentido, aunque entiendo por qué ha surgido. Desde hace un tiempo a esta parte Urgencias se ha convertido en la visita al Médico de Familia sin cita, y además con abuso de pruebas complementarias que me harán sentir mejor aunque no sean necesarias. Cuando se realiza el triaje Manchester y se asigna 4 o 5 sin haber pasado por la consulta del Médico de Familia , se produce una masificación de los Servicios de Urgencias Hospitalaria que lo único que consiguen es retrasar el tratamiento o pasar por alto pacientes con patologías realmente urgentes que se diluyen en la multitud.
    Con esto no quiero culpar a nadie... (poca inversión en Atención Primaria, poca educación sanitaria, poca solidaridad e individualismo...) pero así estamos.