Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación de WhatsApp (+34 627 28 08 15) por una publicación viral en la que se dice que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha “reconocido” que las vacunas “han causado más de 5.000 muertos y 800.000 efectos secundarios”.
La publicación se basa en tres bases de datos de seguridad sobre las vacunas: una base de datos europea llamada Eudravigilance, otra de Estados Unidos llamada VAERS y otra de la propia OMS llamada VigiAccess.
“Tras la inoculación de las vacunas contra el coronavirus, la OMS ha registrado 5.460 muertes y 780.073 efectos adversos hasta el 18 de mayo, aunque el recuento dista mucho de ser completo”, dice el texto, citando cifras extraídas de las bases de datos mencionadas.
Pero los informes recogidos en estos sistemas de vigilancia de las vacunas no son necesariamente efectos probados de las vacunas contra la COVID-19. La OMS no ha “reconocido” esa cifra de muertes “a causa de la vacunación” en sus documentos oficiales. Te lo explicamos.
La OMS desmiente que la vacuna haya causado 5.000 muertes
En primer lugar, nos hemos puesto en contacto con el gabinete de prensa de la Organización Mundial de la Salud y nos confirman que es falso. Concretamente nos han pedido que citemos textual: “La OMS no ha reconocido que las vacunas hayan causado 5000 muertes. Los efectos adversos ocurren a pesar de que se sigue controlando la seguridad de las vacunas después de su aprobación y la OMS trabaja en estrecha colaboración con los reguladores nacionales”. Además, para consultar en detalle el tipo de efectos adversos que pueden provocar las vacunas de la COVID-19 nos han mandado este enlace de la declaración de la ICMRA.
EudraVigilance y Vaers
Como ya contamos en este otro fake en Newtral.es, la base de datos europea Eudravigilance y la estadounidense Vaers son dos programas que se utilizan para monitorizar la seguridad de las vacunas. En ellos se recogen las sospechas de efectos adversos que coinciden en el tiempo con la vacunación y que no necesariamente están provocadas por la vacuna de la COVID-19, ni relacionados con muertes.
En la propia web de Eudravigilance se destaca que sus informaciones no deben interpretarse como relaciones provocadas por un medicamento o vacuna. “Solo una evaluación detallada y una valoración científica de todos los datos disponibles permiten llegar a conclusiones sólidas sobre los beneficios y riesgos de un medicamento”, se afirma.
Lo mismo ocurre con el VAERS. Las autoridades alertan que los datos de esta plataforma sobre acontecimientos adversos no son necesariamente efectos probados de las vacunas contra la COVID-19.
El texto que estamos verificando menciona estos dos sistemas para apoyar sus afirmaciones sobre las supuestas muertes causadas por las vacunas. Pero, como hemos indicado, no se ha demostrado que los informes sobre fallecidos recogidos en estas bases de datos sean a consecuencia de las vacunas.
En un bulo que verificamos hace unos meses también se aseguraba que “las vacunas contra la COVID-19 han matado oficialmente a 10.000 personas en Europa y Estados Unidos según los datos de Eudravigilance y VAERS, el doble de muertes que en el fake actual.
VigiAccess: la base de datos de la OMS
Además de mencionar los sistemas EudraVigilance y VAERS, en el texto que estamos verificando también se dice que “tras la inoculación de las vacunas contra el coronavirus, la OMS ha registrado 5.460 muertes hasta el 18 de mayo, aunque el recuento dista mucho de ser completo”.
Estos datos salen, según el contenido viral, de la página web VigiAccess, la base de datos mundial de la OMS para informar sobre los potenciales efectos secundarios notificados por el uso de medicamentos.
En uno de sus apartados, denominado “puntos importantes a considerar”, se aclara que esta aplicación “está diseñada como punto de partida útil para las personas que deseen comprender más sobre los tipos de efectos secundarios potenciales que se han informado asociados al uso de medicamentos”. Sin embargo, concluye diciendo que “VigiAccess no se puede utilizar para inferir ningún vínculo confirmado entre un efecto secundario sospechoso y cualquier medicamento”.
Si utilizamos el buscador y añadimos “covid-19 vaccine”, encontramos que aparecen todos estos efectos adversos:

Al desplegar las pestañas vemos que hay notificadas “8.717” muertes, pero, de nuevo, estas muertes no tienen porqué estar relacionadas con la administración de la vacuna de la COVID-19 porque ni todas ellas están investigadas ni están confirmadas.
Hemos buscado otros documentos oficiales, pero no hay rastro de que la OMS haya “reconocido” 5.000 muertes por las vacunas contra la COVID-19, como se asegura en el texto viral. Como el resto de medicamentos, las vacunas autorizadas contra la COVID-19 pueden provocar efectos adversos, aunque las autoridades, entre ellas la OMS, insisten en que sus beneficios superan a sus posibles riesgos.