Mónica Oltra ha dimitido este martes como vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas del Consell valenciano. Esta decisión, a la que se suma su renuncia a los cargos orgánicos que ostenta dentro de Compromís, ha estado motivada por su imputación por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, que investiga si encubrió supuestamente los abusos de su exmarido a una menor tutelada en 2016.
La renuncia de la ya exvicepresidenta, materializada a un año de las elecciones autonómicas y municipales valencianas, se convierte así en el sexto cese de un conseller de la Generalitat valenciana.
La renuncia del portavoz Manolo Mata y el conseller de Educación: el desencadenante
La primera renuncia de este año entre los integrantes del gobierno valenciano la protagonizó a principios del mes de mayo Manolo Mata. El que fuera portavoz de los socialistas en las Corts valencianas dejó su escaño tras levantarse parte del secreto de sumario del caso Azud, un supuesto entramado de corrupción tejido durante la época de Rita Barberá al frente del Ayuntamiento de València. Mata lleva la defensa del empresario Jaime Febrer, uno de los principales imputados, y decidió en abril de 2021 dejar la vida política para dedicarse en exclusiva a defender a su cliente.
El portavoz de Compromís, Fran Ferri, también había renunciado a su cargo y a su acta de diputado unos meses antes, en diciembre de 2021.
Pocos días después, se materializó el primer cese del año dentro del Govern del Botànic. El conseller valenciano de Educación, Vicent Marzà, renunció a su cargo, aunque mantuvo su escaño en Les Corts. Marzà fue sustituido por Raquel Tamarit, secretaria autonómica de Cultura y Deportes.
Sin embargo, ambas dimisiones estuvieron precedidas por la renuncia del conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, en agosto de 2021 a causa de discrepancias con su partido (Podem). Dalmau fue sustituido por Héctor Illueca, hasta ese momento director de la Inspección de Trabajo en el Gobierno de España.
La remodelación de mayo: cuatro consellers cesados
Tras la dimisión de Marzà, Puig anunció el 14 de mayo de 2022 que remodelaba su Ejecutivo para “relanzar la Comunidad Valenciana en un año decisivo”. Esta reorganización del esquema del Govern valenciano se saldó con el cese de cuatro consejeros, todos ellos del PSPV.
Uno de los más llamativos fue el de Ana Barceló, consellera de Sanidad. Una vez pasada la pandemia, Ximo decidió que Barceló era más útil como portavoz socialista en Les Corts que en el Consell. Así que la ya exconsellera pasó a sustituir a Mata en el hemiciclo, mientras que su puesto fue ocupado por un perfil más técnico: el del jefe del servicio de digestivo en el Hospital Clínic de Valencia, Miguel Mínguez.
El siguiente en salir del ejecutivo fue el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, reconocido profesor de Economía de la Universitat de València e histórico socialista, que tuvo como eje de sus acciones políticas la reivindicación de la reforma de la financiación autonómica. En su puesto, Puig colocó al que a día de hoy es su hombre fuerte dentro del Consell, Arcadi España, por aquel entonces conseller de Política Territorial.
Si su gestión al frente de Sanidad ha impulsado a Barceló a un puesto más público, la llegada de la fàbrica de baterías de Volkswagen a Sagunto (Valencia) fue el trampolín para que la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Rebeca Torró, acabara liderando la cartera de Política Territorial, vacante tras la migración de departamento de España.
Por último, Carolina Pascual, responsable de Innovación y Universidades, fue sustituida por Josefina Bueno, exdirectora general de Universidades.