Las olas de calor también afectan al mar Mediterráneo. Las temperaturas inusualmente altas de las últimas semanas tienen consecuencias en el ecosistema marítimo, provocando muertes masivas de plantas y animales, la llegada de especies invasoras y la migración de autóctonas, tal como concluye un estudio liderado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM). Esto, según el Instituto Español Oceanográfico (IEO), afecta al sector pesquero.
La temperatura del mar Mediterráneo ha llegado en algunas zonas hasta la cifra récord de los 30 ºC, según publicó el proyecto europeo Copérnico. En la actualización de su informe, el 24 de julio, los datos del servicio de vigilancia mostraban una temperatura cinco grados superior a la media histórica en las costas de España, Italia y Francia.
Tal como explica Joaquim Garrabou, investigador del ICM, las olas de calor son un efecto directo del cambio climático, y afectan a los organismos marinos porque no pueden sobrevivir a cierta temperatura o bien enferman a causa de patógenos que se activan con el calor.
El deterioro del hábitat marino y los cambios en la composición de las comunidades impactan en las pesquerías. Durante una ola de calor, la accesibilidad a los recursos se reduce, ya que los peces cambian de zona o buscan más profundidad, según ha evidenciado el IEO. Además, si este evento se da en plena época de crianza, los huevos mueren y la población mengua.
“El sector pesquero mediterráneo es muy vulnerable tanto a las olas de calor como al cambio climático porque tiene poca capacidad de adaptación a las variaciones en la producción”, añade Manuel Hidalgo, investigador del IEO.
Hasta 50 especies marinas del Mediterráneo se han visto afectadas directamente por las olas de calor y el calentamiento del agua
El cambio climático está provocando un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor y, en consecuencia, de los eventos de mortalidad masiva de organismos marinos. Este impacto ecológico forma parte de la conclusión del estudio del ICM junto a otras siete instituciones más, publicado hace unos días.
Garrabou, coautor de la investigación, explica que las “repetidas, extensas e intensas olas de calor marinas que sufrió el Mediterráneo entre 2015 y 2019 provocaron muertes masivas en unas 50 especies”. Las condiciones térmicas excepcionales afectaron a miles de kilómetros de costa desde la superficie hasta los 45 metros de profundidad, “desde el mar de Alborán hasta las costas de Oriente Próximo”, especifica.
Algunas de las especies más afectadas son aquellas fijas en el fondo marino, como el coral o las esponjas, que tienen un rol clave en el mantenimiento y la biodiversidad de los hábitats costeros. Al retener las temperaturas extremas, muchas especies no pueden sobrevivir. Otro factor importante, según el ICM, son los patógenos, que pueden activarse a causa del calor. “Tenemos que entender que los organismos viven adaptados a sus zonas”, apunta Garrabou.
Estos impactos en el suelo marino se encadenan y llegan a los peces y otros animales. Un ejemplo concreto, apunta el experto, es el de la Posidonia oceánica, una planta endémica del Mediterráneo “que desempeña un importante papel para los ecosistemas marinos”. Es zona de reproducción y cría para multitud de peces de interés comercial, proporciona alimento y protección a numerosos organismos, y es sumidero de CO2.
Además, las olas de calor también tienen efectos directos sobre los animales. Muchos buscan temperaturas más frías a más profundidad o cambian de zona para buscar nuevos refugios. A medio plazo, según explica Hidalgo, estos eventos afectan a la población, ya que si se da en época de crianza, los huevos mueren y la comunidad disminuye.
La llegada de especies invasoras y la migración de las autóctonas son tendencias que afectan a los ingresos de las pesquerías
La tropicalización de las comunidades marinas y el desplazamiento de las especies nativas por la migración también son fenómenos importantes ligados a las olas de calor y al calentamiento del mar Mediterráneo. Tal como explica Garrabou, esto “afecta a la distribución de las especies”.
Por ejemplo, hay peces endémicos de la zona sur del Mediterráneo que se desplazan al norte buscando aguas más frías. “Donde antes no se podían reproducir, ahora sí porque las temperaturas han aumentado”, relata el experto. En paralelo, hay especies del norte, del Golfo de León, que no pueden buscar aguas más frías y mueren.
Además, hay especies exóticas que han entrado por el Canal de Suez y que provienen del Mar Rojo y del océano Índico, como peces, crustáceos, moluscos y algas que, según Hidalgo, “se han encontrado un ambiente favorable y están colonizando la zona”. El mismo investigador del IEO apunta que pueden causar disrupciones en los ecosistemas “contribuyendo a la reconfiguración de los hábitats marinos”.
Este cambio en la distribución de las especies afecta al sector pesquero porque los animales cambian tanto a nivel espacial como de profundidad. “Dejan de ser accesibles a los barcos, que ya no capturan los peces donde los solían capturar”, explica Hidalgo. El investigador ha participado en el proyecto VADAPES del IEO, con el que ha concluido que la pesca mediterránea es especialmente vulnerable a las olas de calor y al calentamiento de las aguas.
Las pesquerías en la costa mediterránea son de corto plazo y, tal como explica Hidalgo, “los barcos van y vienen el mismo día, y son de corta distancia”. Por tanto, les es difícil monitorear el cambio en la distribución de las especies. Además, la producción y la composición de las capturas varía. Esta diversidad influye en el valor comercial, y los ingresos disminuyen.
“El sector pesquero en esta zona no tiene músculo económico, tiene poca flota y barcos pequeños”, cuenta el experto, y algunas de las pesquerías son artesanales. “Son grandes desventajas”, y tanto la mortalidad masiva como los cambios en el ecosistema tienen una enorme influencia en su economía.
- Informe «Las olas de calor marinas provocan mortalidades masivas recurrentes en el mar Mediterráneo». Instituto de Ciencias del Mar (ICM).
- Conclusiones del proyecto «Vulnerabilidad y desarrollo de estrategias de adaptación al cambio climático en los recursos pesqueros y los ecosistemas marinos asociados» (VADAPES). Instituto Español Oceanográfico (IEO).
- Proyecto VADEPES. Instituto Español Oceanográfico (IEO).
- Manuel Hidalgo, investigador del Instituto Español Oceanográfico (IEO) y participante del proyecto VADAPES.
- Joaquim Garrabou, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM) del CSIC.