Desde hace algunos años, las agencias meteorológicas y científicas del mundo están en la mira de los negacionistas del cambio climático. Se las acusa de fabricar datos, manipular imágenes satelitales y engañar a la ciudadanía sobre diferentes fenómenos naturales. La narrativa busca desacreditar la ciencia y minar la confianza de las instituciones que alertan de los riesgos climáticos como las olas de calor o las lluvias intensas.
Esta tendencia, según expertos, se observó con mayor fuerza en España el año pasado, en el contexto de la dana del 29 de octubre que provocó 229 muertes y cuantiosos daños materiales en la Comunidad Valenciana. Pero previamente, el estudio Revelando la dinámica del discurso de odio: un análisis del discurso dirigido a la Agencia Española de Meteorología (Aemet), publicado en 2025 en Social Inclusion, analizó los ataques a la integridad y credibilidad que esa institución venía sufriendo.
- Los investigadores analizaron casi medio millón de mensajes publicados entre el 31 de diciembre de 2021 y el 19 de abril de 2023 y alrededor del 25% de estos mostraba algún grado de hostilidad hacia la Aemet, su personal y su labor científica.
- Además, observaron la difusión de teorías conspirativas, en particular las relacionadas con la geoingeniería y las estelas químicas, lo que ponía de relieve “la propagación de información errónea dentro de las comunidades en línea”.
- La investigación mencionaba que la desinformación se convirtió en un problema adicional para la Aemet en el contexto de la dana y que algunos bulos llegaron a apuntar que la institución manipulaba el tiempo (página 5).
Sergio Arce García, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja y coautor del estudio citado, asegura a Newtral.es que este tipo de ataques contra las agencias del clima suelen tomar fuerza cuando ocurren eventos meteorológicos como la dana. “Los ataques generalmente están ligados a hechos puntuales. Se aprovechan de las catástrofes con el objetivo de que las personas duden de todo para introducir nuevas ideas”, explica.
Un mismo patrón, varios países. El caso de España es solo una muestra de un problema de dimensión global. En Reino Unido, la Met Office fue objeto de una campaña similar durante la ola de calor de 2022, cuando en redes sociales circularon imágenes manipuladas que sugerían que los mapas de calor habían sido coloreados para infundir miedo. La lógica es la misma: sembrar desconfianza. “El mismo discurso y las mismas dinámicas”, apuntilla Arce García.
- En Alemania, meteorólogos del Servicio Meteorológico Alemán denunciaron amenazas personales después de alertar sobre un verano excesivamente cálido en 2023, mientras que en Estados Unidos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha sido blanco de grupos negacionistas que refutan los registros históricos de temperatura.
- También la Oficina de Meteorología australiana (BOM) ha sido acusada repetidamente en redes sociales de “alterar” sus registros de temperatura para exagerar el calentamiento global. Lo mismo en Francia, donde los meteorólogos fueron objeto de insultos y teorías conspirativas que les acusaban de inventar el cambio climático.
El patrón se repite también en países de África. Cada evento climático extremo genera su propio ecosistema de teorías, marcado por la desconfianza hacia las agencias del clima y los científicos, que se mezcla con el miedo, el populismo y una desinformación digital deliberada, impulsada por motivos políticos, financieros o ideológicos. Agencias de la ONU alertan sobre este problema.
- “La información errónea y la desinformación sobre el clima se propagan debido a la formación de burbujas de información o cámaras de eco, el sesgo algorítmico y el abuso por parte de agentes malintencionados”, explica un artículo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Ataques directos. En Francia, el meteorólogo Steven Tual tuvo que desactivar su cuenta en X tras recibir amenazas a través de mensajes privados. “Recibí mensajes personales, a veces extremadamente violentos. Decidí volver a X porque, aunque haya una minoría muy ruidosa, todavía hay gente que sigue nuestras publicaciones y se da cuenta de los problemas del cambio climático”, explicó.
- Tras el paso de los huracanes Helene y Milton en Estados Unidos, entre septiembre y octubre de 2024, varios meteorólogos enfrentaron acoso y amenazas de muerte en medio de una ola de desinformación sobre esos fenómenos naturales.
- Marshall Shepherd, director del Programa de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Georgia y expresidente de la Sociedad Meteorológica Americana, explicó a The New York Times que “ha habido una diferencia palpable en el tono y la agresividad” hacia las personas de su campo.
- En España, José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Aemet en Valencia, denunció en febrero haber recibido ataques y amenazas a través de las redes sociales por “comunicar ciencia” e “informar sobre la previsión del tiempo” a la ciudadanía.
Lluvia fina. Rubén del Campo, portavoz de Aemet, explica a Newtral.es que la agencia observa una campaña continua en redes sociales —principalmente en X— dirigida contra la institución. Según Del Campo, se trata de una estrategia de “lluvia fina”, basada en influir de manera constante en la percepción pública para desacreditar a las organizaciones técnico-científicas.
- “Más que un patrón organizado, lo que vemos es una campaña permanente que se intensifica en situaciones meteorológicas adversas”, señala.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) señala en un documento sobre la prevención de la desinformación climática que esta se impone cuando los ciudadanos buscan información y no la encuentran. En ese contexto, la desinformación resulta especialmente atractiva porque “llena el vacío que deja la necesidad de explicaciones o respuestas”, advierte el texto.
El investigador Arce García añade que se trata de una técnica que socava de forma continua la credibilidad mediante exposiciones emocionales. Según él, un ataque emocional sostenido hace que las personas duden de todo, y en ese punto resulta más fácil introducir cualquier nueva idea. “Cuando la desconfianza se generaliza, terminan creyendo en lo primero que les llega”, explica.
- Por su parte, el portavoz de la Aemet dice que el discurso de odio contra las agencias del clima va ganando fuerza “en todas partes” y tiene como escaparate “muy claro las redes sociales y los promotores de estos mensajes que lo financian”, incluido un “sector de la política que financia el discurso negacionista del cambio climático”.
- El estudio publicado en Social Inclusion indica que el discurso de odio contra la Aemet no es solo una manifestación aislada de hostilidad en internet, sino parte de un problema más amplio relacionado con la desconfianza hacia la ciencia y la difusión de teorías conspirativas generadas por un claro interés en la desinformación.
El informe The Toxic Ten, publicado en 2021 por el Centro para Contrarrestar el Odio Digital de Reino Unido, señala que la desinformación climática tergiversa los datos científicos, incluso por omisión o selección parcial, con el objetivo de erosionar la confianza en la ciencia climática, las instituciones, los expertos y las soluciones propuestas. Además, identificó a diez publicaciones en línea responsables del 69% del contenido negacionista del cambio climático en Facebook.
- “Los gigantes tecnológicos están permitiendo que grupos vinculados a la industria de los combustibles fósiles e incluso gobiernos extranjeros con intereses creados difundan el negacionismo climático en sus plataformas”, reza el documento (página 5).
Educación. Los expertos consultados por Newtral.es coinciden en la necesidad de la educación para contrarrestar los ataques hacia las agencias del clima y los científicos. Los autores del estudio sobre los ataques de la Aemet recomiendan reforzar la comunicación pública de la ciencia, mejorar la moderación de contenidos en redes sociales y fomentar una cultura de diálogo respetuoso y basada en evidencias.
- Según Arce García, la desinformación “es una estructura muy grande y organizada que no se ataja con una pequeña notificación o desmentido. Hay que hacer más: educar a la población para que duden de quienes dicen, por ejemplo, que la Tierra es plana”.
- Una reflexión en la que coincide Del Campo: “El cometido de Aemet, además de informar, es también divulgar, formar y educar sobre el tiempo y el clima para que tengamos una sociedad más preparada y capaz de hacer frente por sí misma al discurso negacionista”.
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