El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este viernes una orden del Ministerio de Sanidad que regula el establecimiento de “corredores turísticos seguros” en las islas Baleares a partir del próximo lunes, 15 de junio. Es decir, que se permitirá la entrada de turistas procedentes de países de la UE o países asociados al espacio Schengen “a través de rutas aéreas específicas”.
Las condiciones para que este programa piloto eche andar son que la comunidad autónoma de destino -Baleares- se encuentre en la fase 3 del plan de desescalada y que su «tasa de ataque» del coronavirus por 100.000 habitantes sea inferior a nueve casos en todos los días de la última semana. Por su parte, el turista tendrá que residir en el mismo país en el que se localice el aeropuerto de salida que, a su vez, deberá cumplir con el mismo requisito epidemiológico exigido a Baleares.
Las personas que lleguen al archipiélago no tendrán que guardar la cuarentena y su estancia deberá ser de un mínimo de cinco noches. Estarán obligados a aportar prueba tanto del billete de ida y de vuelta como del alojamiento.
Los “corredores turísticos seguros”
Los “corredores turísticos seguros” solo se podrán establecer en los aeropuertos que sean considerados “punto de entrada con capacidad de atención a emergencias de salud pública de importancia internacional”.
En esta categoría están incluidos los de Palma de Mallorca, Ibiza y Mahón (Menorca), adonde el programa piloto contempla que lleguen casi 50 aviones procedentes de Düsseldorf, Hamburgo, Frankfurt y Hannover entre el 15 y el 27 de junio.
Las compañías que operen estos vuelos están obligadas a informar del número de plazas que pretenden comercializar y a facilitar a las autoridades el formulario de salud pública de los pasajeros en caso de que sea necesario localizar a alguno.
Estas empresas y los aeropuertos de salida y destino deberán, además, formar parte del Programa Voluntario de Monitorización de la Implementación del Protocolo Operativo de EASA para el COVID-19 o tener implantadas las recomendaciones de la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA).
Una vez hayan aterrizado los turistas, el personal de Sanidad Exterior les realizará controles sanitarios, pudiendo remitir esta información al Gobierno balear para “garantizar el mejor control de la crisis”. Con todo, se constituirá una comisión de seguimiento para analizar el funcionamiento del programa.