Primer septiembre en el que las novatadas están prohibidas por ley: así luchan las instituciones contra ellas

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Personas participando en novatadas. | Foto: Shutterstock
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Las novatadas llevan años en el punto de mira de las autoridades universitarias, pero este será el primer septiembre de vuelta al curso en el que estén prohibidas por ley. La ley de convivencia universitaria, que terminó por aprobarse en febrero, recoge en su artículo 11 que las novatadas son faltas muy graves. Si alguien es sorprendido haciéndolas podría ser expulsado entre dos meses a tres años de la universidad y, además, esta expulsión deberá constar en su expediente académico.

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Para las instituciones, como la Universidad Complutense de Madrid, la Asociación de Colegios Mayores de Madrid y el Ayuntamiento de la ciudad la aprobación de la ley y la persecución de las novatadas como actos prohibidos es algo positivo y necesario. No obstante, entre los jóvenes que las han vivido hay disparidad de opiniones.

Las acciones coordinadas entre instituciones para consolidar que las novatadas estén prohibidas

Gabriel Beltrán, presidente de la Asociación de Colegios Mayores de Madrid, explica que se ha producido un cambio en los últimos años con respecto a las novatadas. “Por un lado, por la aprobación de la ley y por otro, por la firma del convenio entre las universidades de Madrid, los colegios mayores y el Ayuntamiento”, afirma. Con esto buscan “prevenir, actuar y visibilizar el rechazo” a estas acciones de supuesta integración siempre y cuando no se hagan desde el respeto, la tolerancia y la convivencia.

De hecho, la Policía Municipal de Madrid también participa activamente en la lucha contra las novatadas. Así lo explica Agustín Alarcón, policía municipal de Madrid, en un acto de la Universidad Complutense contra estas acciones: “Nosotros prevenimos con nuestra presencia activa en los focos donde se suelen producir estos actos, sobre todo al principio del curso. Si vemos que se produce alguna novatada, tenemos que dar cuenta de ello al estar prohibidas”.

Un joven de 24 años que inició la carrera en el curso 2016/2017, antes de que existiera la ley, y que vivió en un colegio mayor de la zona de Ciudad Universitaria de Madrid explica a Newtral.es que ya en sus años había presencia policial. “Aun así, cuando llegaban a los parques donde íbamos, nos movíamos a otro sitio y seguíamos haciendo las novatadas. Pero es cierto que cada año que pasaba había más presencia policial”.  

Integración, ¿pero a qué precio? La experiencia de las novatadas

Para las autoridades universitarias las novatadas deberían estar prohibidas porque fomentan los abusos e interrumpen la convivencia entre universitarios. Casandra Pablos, psicóloga del Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Salamanca explica que los alumnos lo ven como una forma de socialización, pero que las novatadas son “cada vez más dañinas”. “Los estudiantes nuevos suelen llegar muy jóvenes, y sin sus redes de apoyo cerca. Al hacer a todos las mismas novatadas por parte de los ‘veteranos’ se da un proceso de despersonalización, lo que es un error grave”, afirma Pablos.

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No obstante, hay jóvenes que afirman en conversación con Newtral.es que no están de acuerdo. “Depende de las experiencias que te hagan tener, pero no tienen porqué ser negativas. Sí que hay pruebas más duras que otras, como beber vinagre o alcohol, pero al final es una cuestión de conocerse todos con todos y hacer compañerismo”, asegura otro estudiante en Ciudad Universitaria.

El problema está en la negación, es decir, lo que sucede después de que un novato se niegue a hacer lo que le pide un veterano de su colegio mayor. Los dos jóvenes coinciden en que si alguien rechaza las novatadas o elige no participar, queda excluido del resto de dinámicas del colegio mayor o residencia. “Hay gente que lo puede pasar realmente mal, pero yo tuve suerte, si decía que no quería hacer algo de lo que me mandaban, me insistían pero me acababan por dejar”, explica el joven de 24 años.

Marginación, vacío y exclusión

Patricia, joven de 25 años que entró en un colegio mayor en el curso 2015/2016 cuando no estaban prohibidas, rechazó las novatadas desde un inicio, cuando se dio cuenta de en qué consistían realmente. “Tenías que cumplir órdenes como hacer 100 sentadillas si querías comer o ir a por naranjas a las tres de la mañana porque algún veterano lo pedía”, asegura. “Cuando las rechacé, al igual que otras personas, empezaron a marginarnos. No dejaban a otros novatos hablar con nosotros y nos llamaban ‘los siniestros’”. Esta joven lo denunció a la dirección, pero no hicieron nada, salvo recomendarla que tratara de “integrarse”.

Para el presidente de la Asociación de Colegios Mayores de Madrid esta tendencia se ha revertido en los últimos años. “La mayoría de los colegiales nuevos prefieren no participar en las novatadas, por lo que la exclusión es mucho más difícil que hace años”. 

Además, existen formas de denunciar las novatadas al estar prohibidas, y cada vez son más. Por ejemplo, la Universidad de Salamanca tiene un convenio con el ayuntamiento de la ciudad para que la Policía Local atienda avisos de novatadas que lleguen a un teléfono específico, bien a través de llamadas o de WhatsApp. También están las vías clásicas, a través de los directores o tutores en los colegios mayores o en las universidades.

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Casandra Pablos explica que las novatadas son una tradición muy arraigada, que se entiende como una forma de socialización. “Normalmente, al ser estudiantes nuevos, no conocen los recursos de los que disponemos en la universidad para ayudarlos y darles apoyo emocional”, asegura.

Tras prohibir las novatadas, llega sustituirlas

Aunque las novatadas estén prohibidas, un joven en Ciudad Universitaria afirma que siguen produciéndose pero en menor medida, algo que también destaca Pablos. Lo que ofrecen las direcciones de colegios mayores, y colegiales veteranos son alternativas de convivencias para sustituirlas.

Como explica una joven a Newtral.es, en los últimos años su colegio mayor ha organizado jornadas con las que las personas se pueden conocer igualmente que con las novatadas, pero sin llegar a hacer nada que esté penado por ley. “Por ejemplo, hemos organizado salidas al Retiro, paseos por Madrid, y estamos planeando una fiesta de disfraces. También queremos juntarnos con otros colegios mayores”. 

Para esta joven, que respalda que las novatadas tradicionales estén prohibidas, este tipo de actividades nuevas facilitan “el compañerismo, que es el valor fundamental que se pretende transmitir desde los colegios mayores”. No obstante, para el otro estudiante, este tipo de actividades “están alejadas de la realidad de los estudiantes y sus intereses”.

Fuentes
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