Con la crisis de Ucrania ha vuelto a escucharse el eslogan del “no a la guerra” que ya monopolizó el debate público en 2003 en referencia al conflicto de Irak, aunque para el ministro Manuel Albares, entre otros, “no hay nada que sea comparable” entre ambas situaciones.
Tal es así que este miércoles, durante una comparecencia en la Comisión de Exteriores del Congreso, Albares pidió a los partidos “responsabilidad” para “no confundir a la opinión pública”. Esta advertencia por parte del ministro de Exteriores llegó después de semanas en las que su socio de coalición -Unidas Podemos- haya recurrido a este lema para referirse a lo que, desde este jueves, ya es una guerra en Ucrania.
Izquierda Unida: “No a la guerra. Por una solución diplomática en Ucrania”
Pocas horas después de que Rusia atacara Ucrania, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, se hacía eco en Twitter de un comunicado de Izquierda Unida titulado: “No a la guerra, por una solución diplomática en Ucrania”.
En el texto, la formación rechaza “el uso de la fuerza militar rusa contra un pueblo soberano” pero, también, el “despliegue de fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia” de las últimas semanas. La coalición liderada por Alberto Garzón hace, en esta línea, “un llamamiento a la movilización por la paz” y a mantener “abiertos todos los canales diplomáticos”.
Comunicado de Unidas Podemos, EH Bildu y BNG, entre otros: “Hemos firmado un manifiesto (…) para decir no a la guerra”
No ha sido el único comunicado en este sentido. Hace un mes, Podemos junto con otras formaciones (IU, En Comú Podem, Alianza Verde, EH Bildu, BNG, Compromís, Más País y CUP) suscribía un texto en la misma línea: “Hemos firmado un manifiesto junto a las fuerzas progresistas que sostienen al Gobierno contra el envío de tropas y para decir NO A LA GUERRA”, aseguraba Podemos en su cuenta oficial de Twitter.
Irene Montero: “España es, con rotundidad, el país del no a la guerra”
La ministra de Igualdad, Ione Belarra, se manifestó en los mismos términos el 21 de enero: “España es, con rotundidad, el país del no a la guerra (…) Somos gente de paz. Por lo tanto, apostamos por la paz, por la desescalada del conflicto, por evitar maniobras militares en la zona, por el diálogo y por la diplomacia», aseguraba a finales de enero Montero a raíz del ofrecimiento de España de enviar tropas a la zona entre Ucrania y Rusia.
Ione Belarra: “España habló alto y claro y dijo ‘no a la guerra’
Días después, Ione Belarra retomaba el argumento en un mitin del partido: “Un Gobierno decente, un Gobierno progresista como este, se debe al mandato de su pueblo. España habló alto y claro y dijo ‘no a la guerra’. No es un eslogan, es el espíritu de nuestro pueblo y a él nos debemos”.
Año 2003: el “no a la guerra” de Irak
En 2003 las calles de muchas ciudades de España -especialmente las de Madrid y Barcelona– resonaron bajo el grito del “no a la guerra” en referencia al conflicto de Irak. El Gobierno encabezado por José María Aznar apoyaba una intervención militar de Estados Unidos en ese país, no así la oposición y parte de la sociedad civil, que rechazó en bloque una actuación. EEUU tampoco contó con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, pese a la intensa presión política por parte de Washington.
El rechazo político se evidenció durante el pleno del día 5 de marzo de 2003 en el que Aznar compareció para dar explicaciones sobre la “situación internacional en relación con Irak”. Como refleja el diario de sesiones, el “no a la guerra” se escuchó decenas de veces en el hemiciclo en boca de dirigentes como Gaspar Llamazares (IU) o Iñaki Anasagasti (PNV), pero en la mayoría de los casos a modo de grito desde las bancadas que respondían así a la intervención del presidente del Gobierno.
El «no a la guerra» del mundo de la cultura
El “no a la guerra” se trasladó también a sectores del mundo de la cultura. Según reflejan las crónicas de la época, artistas como Javier Bardem, Juan Diego Botto, Ana Belén, Victor Manuel, Manuel Vicent o Nuria Esper participaron en la marcha en Madrid. Y, de hecho, fueron el director Pedro Almodóvar y los actores Leonor Watling y Fernando Fernán Gómez los que leyeron el manifiesto de la protesta: “El Gobierno Aznar ha comprometido ya el apoyo del Estado español a la agresión contra Irak al ceder sin restricción alguna el uso de las bases conjuntas hispano-estadounidenses, esencialmente la de Rota, violando con ello la legalidad institucional y la Constitución”, aseguraba el documento.
No fue la única reacción en el mundo de la cultura. En la gala de los Goya de ese año muchos actores llevaban pegatinas con el eslogan del “no a la guerra” en su vestuario y mencionaron la cuestión en sus discursos tras hacerse con el premio. Fue, entre otros, el caso de Javier Bardem: “Ganar las elecciones no es un cheque en blanco. Hay que escuchar al pueblo, a la gente que dice ‘No a la guerra'».
Este jueves, 24 de febrero de 2022, el actor ha participado en una manifestación frente a la embajada de Rusia en Madrid. Según recoge Europa Press, Javier Bardem ha calificado de «atrocidad» la invasión de Ucrania y ha asegurado que «Putin está más cerca del zarismo y el ultranacionalismo que de otra cosa».
Con esto de la invasión de Ucrania por Rusia está pasando igual que con los peores momentos de la pandemia, del ébola o la subida de la luz y los combustibles.
- Cuando Irak la izquierda estaba todo el tiempo vociferando "No a la guerra" pero ahora no hemos visto ninguna manifestación.
- Cuando el ébola hubo que sacrificar un perro y la izquierda `promovió manifestaciones en 23 ciudades, en cambio cuando morían más de mil personas al día por el covid-19 todos tocando las palmas en los balcones.
- Cuando la luz subió un 4% la izquierda vociferaba y hablaba de pobreza energética, en cambio ahora que hemos llegado a pagar el Mw a más de quinientos euros y hay que poner la lavadora de madrugada resulta de lo único que se queja el gobierno es de quién pone la lavadora, si él, ella o elle.
Esta es doble comportamiento de la izquierda española. Según quién gobierne me callo o protesto.