La Generalitat multa con 20.000 euros a HazteOír por su autobús: “Generó un riesgo de producir daño a las personas trans y no binarias”

Multa autobús HazteOír
Manifestación en defensa de los derechos LGTBI | Ayto Barcelona
Tiempo de lectura: 5 min

El 10 de noviembre de 2022, un autobús naranja con las frases “Les niñes no existen”, “No a la mutilación infantil” y “Las mujeres no tienen pene” circulaba por Barcelona. La asociación No Es Terapia, en defensa de los derechos LGTBI, denunció estos hechos ante la administración, que acaba de resolver el expediente sancionando a la organización detrás de esta campaña tránsfoba. Así, la Generalitat ha impuesto 20.000 euros de multa por el autobús a HazteOír porque, según se lee en la resolución, “esta exhibición generó un riesgo de producir daño en las personas trans y no binarias”.

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Qué alega la administración para sancionar a HazteOír

Si bien la Fiscalía descartó la vía penal al no observar indicios de delito de odio, el Departament d’Igualtat de la Generalitat sí aprecia que hubo “intencionalidad de discriminar a las personas trans y no binarias” en la difusión de estos mensajes. En su escrito, la Generalitat recuerda que la organización ultracatólica alegaba que “no tenía ninguna animadversión contra ellas [personas trans y no binarias], y que la campaña se dirigía contra la aprobación de la ley trans”. Y es que el autobús circuló en plena tramitación de la ley trans y LGTBI estatal, que fue finalmente aprobada en febrero de 2023

Sin embargo, recalca la resolución, “los mensajes no hacían referencia a la ley en cuestión, sino que negaban de forma explícita las condiciones personales del colectivo LGTBI”. Consideran que la organización es “culpable en grado máximo” e imponen 20.000 euros de multa por su autobús a HazteOír. 

Además, el Departament d’Igualtat ha tenido en cuenta que circularon por la Ciudad Condal en hora punta y que difundieron ampliamente la campaña en sus redes sociales.

Para Saúl Castro, abogado especializado en derechos LGTBI y presidente de No Es Terapia, la organización que se ha personado como denunciante en la causa, “la Generalitat entiende que estos discursos discriminatorios no se amparan ni en el derecho a la libertad de expresión ni en el derecho a la libertad ideológica”. “Es un precedente positivo porque advierte que estos mensajes no pueden quedar impunes porque construyen discurso de odio”, añade en conversación con Newtral.es. 

Aunque la resolución establece una multa de 20.000 euros a HazteOír por su autobús con mensajes tránsfobos, la organización ultracatólica puede recurrir. 

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El autobús de HazteOír y una sanción en 2017

No es la primera vez que un autobús tránsfobo de HazteOír circula por algunas de las principales ciudades de España. Ya lo hizo también en Cataluña en 2017 con el mensaje “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva”. Entonces también se les incoó un expediente administrativo que se resolvió con una multa de 1.700 euros por infracción leve en atención a la ley LGTBI catalana (aprobada en 2014). 

Sin embargo, esta resolución con multa a HazteOír por su autobús fue recurrida y, finalmente, la organización fue absuelta en 2019, tal y como recoge aquí La Vanguardia

En esta ocasión, la multa impuesta no es en atención a la ley LGTBI catalana, sino a la ley autonómica de igualdad de trato (aprobada en 2020). Según la Generalitat, con la difusión de estos mensajes en los que niegan la realidad de personas trans y personas no binarias, HazteOír ha incurrido en una infracción grave, que contempla multas económicas de entre 10.001 y 40.000 euros. El artículo sobre el que se sustenta la sanción de 20.000 euros es el 43.5.k de la citada ley, que establece que es una infracción grave “exhibir en la vía pública mensajes, pancartas o símbolos de carácter discriminatorio o convocatorias o anuncios de espectáculos públicos, actividades recreativas, eventos políticos, manifestaciones o reuniones públicas de cualquier índole de contenido discriminatorio”.

El abogado Saúl Castro explica que desde No Es Terapia alegaron que se incumplían ambas leyes autonómicas: la ley de igualdad trato, de 2020, y la ley LGTBI, de 2014. “Sabíamos que con la primera teníamos más oportunidades. El problema que tiene la ley LGTBI catalana es que su régimen sancionador es muy pobre y muy poco ambicioso: solo sancionan discurso que sea de incitación a la violencia. Por eso, lo alegábamos, sí, pero de forma subsidiaria”.

Un expediente similar en Madrid, pendiente de resolución

El autobús de HazteOír que pasó por Barcelona en noviembre de 2022 lo hizo, semanas antes, por Madrid. No Es Terapia también ha presentado una denuncia ante la Consejería de Familia, Juventud y Política Social amparándose en dos leyes autonómicas: la ley trans y la ley LGTBI madrileñas, ambas aprobadas en 2016 y que tanto PP como VOX quieren derogar

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Sin embargo, en el caso de la Comunidad de Madrid, el expediente todavía está pendiente de resolución. A diferencia de la Generalitat, la administración madrileña no ha reconocido a la organización No Es Terapia “la condición de interesados”, como apunta su presidente, Saúl Castro. Esto es relevante, según el abogado, porque“procuramos que no sea una pelea entre la administración y la parte denunciada [en este caso, HazteOír]”.. “Es importante que la sociedad civil esté ahí peleando, porque la administración puede tener menos conocimiento de cuestiones muy específicas sobre legislaciones y derechos LGTBI o pueden carecer de interés por acudir a tribunales”, añade.

Fuentes
  • Resolución sancionadora del Departament d’Igualtat de la Generalitat
  • Ley 11/2014, de 10 de octubre, para garantizar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales y para erradicar la homofobia, la bifobia y la transfobia
  • Ley 19/2020, de 30 de diciembre, de igualdad de trato y no discriminación
  • Saúl Castro, abogado especializado en derechos LGTBI y presidente de No Es Terapia

1 Comentarios

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  • El autobús de 'Hazte oír', o sea, que los nenes se mirasen las partes, era en el fondo facilitar los abusos de los pederastas.
    Esos suelen haber sufrido abusos en la infancia, al despertarseles el deseo, repiten la experiencia.
    Parece que se ocultan los datos comparativos de abusos a menores en entornos laicos y religiosos, luego buscarían primero perjudicar a la Iglesia.
    Los abusos no se deben denunciar al obispo, sino a la comisaría o al juzgado.
    Si los curas y monjas no se dejasen llamar: 'padres', ni 'madres' (Mt 23, 8-13; Jn 19, 26), detectarian a quienes se acercan a actividades 'religiosas' por un especial afecto a la infancia, ésos no pedirán trabajar en una funeraria.
    Suena a demagogia, agit-prop contra una institución que critica su dogmatismo, su maximalismo, les quita fuerza a ciertos social-fascistas.
    Prou, basta!