La nueva película de Christopher Nolan, Oppenheimer, relata la historia del físico, el padre de la bomba atómica, que da nombre a la cinta: Robert Oppenheimer. El relato comienza en el año 1926, cuando Oppenheimer aún es un estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge, y se extiende hasta 1963, cuando recibe el premio Enrico Fermi por su trayectoria, de la mano del que era en ese momento el presidente de Estados Unidos, Lyndon B. Johnson. Sin embargo, Oppenheimer se olvida de representar a numerosas mujeres que también contribuyeron a este desarrollo científico.
El filme relata los eventos más importantes que ocurrieron hasta llegar a ese punto, como el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el descubrimiento de la fisión nuclear y el desarrollo del proyecto secreto Manhattan con el objetivo de fabricar la bomba atómica antes que las potencias del Eje y su desarrollo en el laboratorio de Los Álamos. Todo ello está narrado en la biografía sobre la que Nolan basa su película: Prometeo Americano: el triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, de Kai Bird y Martin J. Sherwin, según informó el propio director en una entrevista en The New York Times.
La conversación entre Oppenheimer y Einstein que nunca ocurrió, una de las pocas licencias del filme
En la película, el Robert Oppenheimer que encarna Cillian Murphy tiene dudas acerca del desarrollo de la bomba de su laboratorio de Los Álamos, Nuevo México. Para hablar del posible alcance de la misma y de las devastadoras consecuencias que podría tener, acude al físico Albert Einstein en busca de consejo. Sin embargo, al menos sobre este asunto, el Oppenheimer real no recurrió al premio nobel, sino que conversó con Arthur Compton, otro físico que dirigía un puesto de avanzada del Proyecto Manhattan en la Universidad de Chicago.
Christopher Nolan confesaba en la misma entrevista para el medio norteamericano que esta fue “una de las pocas cosas” en las que decidió no ser fiel a la historia real. Defendió, simplemente, que Einstein era una figura reconocida por toda la audiencia y, por eso, decidió sustituir a Compton por Einstein.
Aunque esta conversación entre los físicos no llegó a producirse, se conocían desde hace años. El propio Oppehnheimer habló del tipo de relación que mantenía con el Einstein durante una conferencia en diciembre de 1965 con motivo del décimo aniversario de la muerte de Einstein. “Solo en la última década de su vida”, mientras ambos trabajaban en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, “fuimos colegas cercanos y algo así como amigos”, confesó.
El papel que tuvieron las mujeres fue mucho más importante de lo que muestra Oppenheimer
Con Oppenheimer, Christopher Nolan no consigue aprobar el Test de Bechdel, una fórmula que evalúa la brecha de género en la ficción. Aunque sí que aparecen más de dos personajes femeninos en la película, no interactúan de manera significativa entre ellas y no mantienen una conversación en la que el centro de la misma no sea un hombre. En el filme, las dos mujeres más relevantes son Katherine Oppenheimer (Emily Blunt) y Jean Tatlock (Florence Pugh). Pero no solo fueron la esposa y la amante de Oppenheimer.
Katherine Kitty Vissering Puening (1910-1972), más tarde apellidada Oppenheimer, fue una bióloga especializada en botánica de origen alemán, según la Fundación del Patrimonio Atómico, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington, DC, dedicada a la conservación e interpretación del Proyecto Manhattan, la era Atómica y su legado. Fue miembro del Partido Comunista unos años y, en el tiempo que estuvo en marcha el laboratorio de Los Álamos donde vivía junto a Oppenheimer, trabajó como técnica de laboratorio. Sin embargo, se sentía atascada en ese puesto y dejó el trabajo tras un año.
Jean Tatlock, por su parte, conoció a Robert Oppenheimer mientras estudiaba Medicina en la Universidad de Stanford, donde se graduó más tarde como psiquiatra, según la misma Fundación. En ese momento, era un miembro activo del grupo comunista del Área de la Bahía de Estados Unidos y se le atribuye el introducir al físico en el ideario y en la actividad comunista.
Aunque estas son las únicas mujeres relevantes que aparecen en la película de Nolan, muchas otras tuvieron un papel importante en el Proyecto Manhattan y, al igual que el resto de físicos y químicos que aparecen en la cinta, trabajaron para que el experimento saliese adelante.

Más mujeres olvidadas en Oppenheimer: Lise Meitner, la científica que descubrió la fisión nuclear
Aunque en la película de Nolan solo aparecen dos mujeres relevantes, muchas otras tuvieron un papel importante en el Proyecto Manhattan. Una de ellas fue Lise Meitner. A pesar de que nunca participó en el desarrollo de la bomba atómica, esta parte de la historia no podría haber sucedido sin su trabajo, según cuenta la Fundación del Patrimonio Atómico. En la película, Oppenheimer y sus colaboradores reciben la noticia de que los alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann habían conseguido bombardear, con resultados exitosos, el uranio con neutrones térmicos. En el contexto de guerra en el que se encontraban, estos científicos estadounidenses se preocuparon ante la posibilidad de que la Alemania nazi pudiese desarrollar una bomba atómica.
Estos experimentos, por los que Otto Hahn ganó el Premio Nobel de Química en 1944, tenían detrás el trabajo de más de 30 años de la física y segunda mujer en realizar un doctorado en Viena, Lise Meitner. Sin embargo, su reconocimiento no llegó nunca. Al ser judía y con el avance del nazismo en Alemania, se vio obligada a abandonar el país y refugiarse en Suecia dejando atrás su trabajo como investigadora. Desde allí, siguió los experimentos de Hahn y fue la única capaz de darle una explicación a lo que sucedía con el uranio, es decir, fue quien desarrolló de forma teórica la fisión del núcleo y su potencial explosivo.
“¡No tendré nada que ver con una bomba!”. De esta manera, Meitner se negó a participar en el Proyecto Manhattan de Los Álamos de Oppenheimer para crear un arma atómica. En su epitafio, su sobrino y científico Otto Frisch escribió: “Lise Meitner: la física que nunca perdió su humanidad”.
Las otras mujeres que participaron en el hito de la bomba atómica y que no aparecen en Oppenheimer
En la parte del Proyecto Manhattan de Los Álamos, Lili Hornig, una química de origen checo llegó al laboratorio a causa del traslado de su marido. Hornig sí aparece en la película, aunque de forma breve y anecdótica. Primero, cuando se le asigna el trabajo de mecanógrafa y se niega a ocupar ese puesto al estar recién graduada en Química y, más tarde, cuando se cuestiona su trabajo en el departamento encargado del análisis del plutonio por los posibles efectos nocivos de este en la fertilidad de las mujeres.
En este caso, la realidad se asemeja a la ficción, como indica la Fundación del Patrimonio Atómico. Hornig comenzó trabajando con plutonio pero tuvo que dejar de hacerlo por la creciente preocupación por su salud reproductiva y se trasladó a la sección de explosivos. Además, formó parte del grupo de científicos que firmaron una petición para que se hiciese una demostración del alcance de la bomba en lugar de atacar a civiles con ella.
Otra de las mujeres que trabajó en el proyecto, según la Fundación del Patrimonio Atómico, y que no aparece en la historia de Nolan, fue Floy Agnes Lee. Una bióloga que trabajó en el laboratorio de hematología de Los Álamos, donde tomaba y analizaba las muestras de sangre de los trabajadores que estaban expuestos a la radiación de los experimentos. También, Joan Hinton, física, trabajó junto a Enrico Fermi en Los Álamos en el desarrollo de los reactores nucleares en el laboratorio, pero tampoco aparece en la historia de Nolan.
- The New York Times
- The New York Review
- Fundación del Patrimonio Atómico
- Wired
buen texto