Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación de WhatsApp (+34 627 28 08 15) por un contenido viral en el que se afirma que “la tasa de muerte por la variante delta de la COVID-19 en Reino Unido es seis veces mayor entre los que se vacunaron por completo que entre los que nunca recibieron una inyección”.
Pero en el texto se sacan de contexto unos datos de un informe publicado el pasado 18 de junio por Public Health England (PHE, en sus siglas en inglés), el organismo que controla la sanidad pública en Inglaterra —Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus sistemas propios—.
Según las autoridades sanitarias británicas y también españolas, con base a los datos disponibles hasta hoy, las vacunas pueden presentar una “ligera disminución” en su eficacia frente a las variantes actualmente en circulación, pero sí funcionan contra ellas, incluida la delta. En concreto, las vacunas disminuyen el riesgo de tener COVID-19 grave.
El mensaje viral sobre las muertes a causa de las variantes de los vacunados
El texto que se ha viralizado fue publicado el pasado 27 de junio en una página web en español y lleva circulando desde entonces por redes sociales.
Para tratar de probar que “las personas vacunadas tienen seis veces más probabilidades de morir a causa de las variantes” del coronavirus, en el contenido se cita un informe del 18 de junio del PHE.
Se trata de un documento técnico en el que se habla sobre las denominadas “variantes de preocupación” que se han registrado en Inglaterra. En la página 12 del informe se incluye una tabla con datos sobre los pacientes infectados con la variante delta que, del 1 de febrero de 2021 al 14 de junio de 2021, fallecieron o necesitaron atención sanitaria de emergencia.
Estos casos se clasifican en función de si el paciente estaba o no vacunado. Según se puede ver en la tabla, 4.087 personas contagiadas por la variante delta estaban vacunadas con pauta completa. De ellas, fallecieron 26 personas con COVID-19 a los 14 días o más de haber recibido la vacuna.
De las 35.521 personas que se infectaron con la variante delta y que no se habían vacunado, murieron 34.
A partir de esos datos, en el texto que estamos verificando se calcula el porcentaje de fallecidos entre los vacunados y los no vacunados. Así, se concluye que “la tasa de muerte entre los que habían recibido la vacuna es del 0,00636%, que es 6,6 veces más alta que la tasa de 0,000957 muertes (o 34 muertes entre 35,521 casos positivos de delta entre los no vacunados)”.
No obstante, desde la agencia de salud pública PHE de Inglaterra, la propia institución que ha elaborado el informe del que se habla en el mensaje viral, explican a Newtral.es que afirmar que la tasa de mortalidad por la variante delta es seis veces mayor que en los no vacunados “es un sinsentido” y que esas cifras están fuera de contexto.
Más del 85% de adultos han recibido al menos una dosis en Inglaterra
En concreto, las autoridades sanitarias británicas aclaran a Newtral.es que cuando hay una cobertura vacunal muy alta en la población “es de esperar que una gran proporción de contagios y muertes se produzca en individuos vacunados, incluso si se está administrando una vacuna muy eficaz”.
“Es decir, esto se produce, simplemente, porque hay una mayor proporción de población que está vacunada que la que no lo está”, añaden.
Según los datos oficiales, más del 85% de la población adulta de Inglaterra ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 del 11 de enero hasta el 3 de julio. Y alrededor del 64% de los mayores de 18 años están inmunizados con dos dosis.
Además, recuerdan las autoridades, que en el programa de vacunación contra la COVID-19 del país se ha priorizado a la población de mayor edad o más vulnerable, unos grupos de edad que “tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad grave” y morir por esta causa.
“Además, los individuos que pertenecen a los grupos de riesgo también pueden tener un mayor riesgo de hospitalización o muerte por causas ajenas a la COVID-19 y, por tanto, pueden ser hospitalizados o morir con COVID-19 y no a causa de COVID-19”, precisan a Newtral.es desde el PHE.
El catedrático de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Norwich (Reino Unido) Paul Hunter asegura a Reuters que el contenido que se ha viralizado también en inglés “es muy engañoso”.
En el texto viral “se ignora el hecho de que las muertes se producen principalmente en los grupos de mayor edad que han tenido una cobertura de vacunación mucho más alta”, insiste Hunter a Reuters, que forma parte de la red internacional de verificadores IFCN, al igual que Newtral.es.
En definitiva, el informe no “revela” que los vacunados tienen “seis veces más probabilidades de morir por las variantes” en Reino Unido. Las cifras están fuera de contexto.
Las vacunas protegen contra las variantes, según los datos disponibles
La variante delta es mayoritaria en India y Reino Unido. Es probablemente más transmisible y los primeros indicios en Reino Unido apuntan a una mayor probabilidad de ingreso para los pacientes infectados, aunque la comunidad científica sigue en constante monitorización de las variantes.
Aunque las evidencias disponibles apuntan a una “ligera disminución” de la eficacia vacunal con dos dosis, más acusadas con una dosis, las autoridades afirman que las vacunas autorizadas siguen protegiendo contra la enfermedad grave provocada por estas variantes.
“Las pruebas actuales sugieren que la eficacia de la vacuna contra la hospitalización se mantiene en el caso de delta”, se destaca en el informe del Departamento de Salud y Asistencia Social del Gobierno británico, publicado el 18 de junio. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) también coincide en ello.
¿Qué sabemos del ADE, el fenómeno de mejora dependiente de anticuerpos?
En el texto por el que nos habéis preguntado también se relaciona ese supuesto aumento en “la tasa de mortalidad de los vacunados por las variantes” con el fenómeno de mejora dependiente de anticuerpos, conocido como ADE.
Desde la plataforma de científicos y divulgadores Health Desk explican que los anticuerpos (que se generan a partir de las vacunas o tras recuperarse de la propia infección) son fundamentales para que nuestro sistema inmunitario se defienda adecuadamente contra un virus.
Pero a veces, después de desarrollar anticuerpos contra una enfermedad, nuestro sistema inmunitario puede reaccionar de forma exagerada la próxima vez que se exponga a la enfermedad. Esto se denomina como ADE, explican desde Health Desk.
Como ya contamos en esta verificación, no hay evidencias hasta hoy de que las vacunas autorizadas contra la COVID-19 provoquen ADE. Ángel Hernández, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, explicó al inicio de la campaña de vacunación que, en el caso de las vacunas contra la COVID-19, el riesgo de ADE es más teórico que práctico.
“Es un fenómeno natural que sí se ha observado anteriormente en otros casos. Se va a vigilar, pero no constituye un riesgo real, que sepamos, hasta el momento”.
Como vemos en el último informe de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) por el momento no se ha descrito el ADE como un efecto de las vacunas contra la COVID-19. Además, las agencias reguladoras confirman que las vacunas autorizadas cumplen todos los requisitos de seguridad y que sus beneficios superan a sus posibles efectos secundarios.
“Afortunadamente no se ha detectado el ADE hasta ahora, aunque era algo que se temía y que se vigiló”, explica el inmunólogo Pedro Aparicio.