Circula por redes sociales un texto en el que se asegura que las vacunas contra la COVID-19 “ya causaron más de 23.000 muertes”. Esta publicación dice sustentarse en los datos del sistema de vigilancia de vacunas EudraVigilance de la Unión Europea, en los informes de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA) y en las cifras que aparecen en el Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas estadounidense (VAERS).
Pero tanto la MHRA como las autoridades sanitarias que monitorizan las plataformas Eudravigilance y VAERS destacan que sus informes recogen acontecimientos adversos que no tienen por qué ser una causa directa de la vacunación. Son reportes que aún deben investigarse, en sus palabras. De hecho, desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos remarcan a Newtral.es que “las notificaciones de muertes tras la vacunación no significan necesariamente que una vacuna haya causado un problema de salud”.
Por lo que es falso que dichas autoridades sanitarias hayan confirmado “23.000 muertes causadas” por las vacunas contra la COVID-19 en sus sistemas de vigilancia de vacunas, según defiende el contenido viral.
Los datos oficiales de EE.UU.: 6.113 muertes por múltiples causas entre los 342 millones de vacunados
En el texto difundido por redes sociales se dice que Estados Unidos ha notificado 87.087 eventos adversos, incluidas 6.113 muertes. Esta última cifra de decesos se incluye dentro de las 23.000 muertes que, según el contenido, han sido “causadas” por las vacunas.
Consultados por Newtral.es, los CDC, que monitorizan la plataforma VAERS, explican que desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 26 de julio de 2021 se administraron más de 342 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en los Estados Unidos. Durante este tiempo, VAERS recibió 6.340 informes de personas que habían fallecido tras la vacunación por múltiples causas. Es decir, no son decesos confirmados como consecuencia directa de las vacunas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) exige que los proveedores de atención médica notifiquen cualquier muerte después de la vacunación contra el coronavirus al VAERS. Este reporte debe realizarse incluso si no está claro si la vacuna fue la causa. Además, el sistema VAERS es de acceso libre para cualquier usuario. Esto significa que cualquiera puede notificar un deceso o un efecto adverso por sí mismo y sin supervisión médica.
“Una revisión de la información clínica disponible, incluidos los certificados de defunción, las autopsias y los registros médicos, no ha establecido una relación causal con las vacunas COVID-19”, añaden desde los CDC. Precisan, pese a todo, que recientemente se ha asociado la vacuna de Janssen con la aparición de trombosis, algunas de ellas mortales. Estos casos son, sin embargo, “muy inhabituales”.
Los datos oficiales de la UE sobre vacunas contra la COVID-19 y sospechas de efectos adversos
En el contenido viral también se dice que en la Unión Europea se han notificado 15.472 muertes y más de un millón y medio de personas con efectos adversos tras ser inmunizadas con la vacuna. De nuevo, esa cifra se incluye dentro de las supuestas muertes “causadas” por las vacunas de las que habla el viral.
A 31 de julio de 2021, los datos oficiales de EudraVigilance cifran los decesos tras la vacunación en 3.848. Esto no significa que sean una causa directa de la misma. En esa fecha, más de 264 millones de personas habían recibido al menos una dosis de la vacuna, según Our World in Data.
Sobre este asunto, la EMA matiza en sus informes sobre la seguridad de las vacunas COVID-19 que “el hecho de que alguien haya tenido problemas médicos o haya muerto tras la vacunación no significa necesariamente que esto fuera causado por la vacuna. Puede deberse, por ejemplo, a problemas de salud no relacionados con la vacunación”.
Asimismo, en su séptimo informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (EMPS) también recordó que “la vacunación no reduce las muertes por otras causas diferentes a la COVID-19”. Por esta razón, “durante la campaña de vacunación es esperable que los fallecimientos por otros motivos diferentes sigan ocurriendo, en ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga que ver con el hecho de haber sido vacunado”, en sus palabras.
Los datos oficiales de Reino Unido: 1.517 muertes por múltiples causas entre los 46 millones de vacunados
En lo que respecta a Reino Unido, el texto que estamos verificando afirma que, entre el 9 de diciembre de 2020 y el 16 de junio de 2021, se produjeron “973.435 reacciones adversas, incluidas 1.356 muertes” en el país.
Por su parte, la MHRA señala que, a 21 de julio de 2021, ha recibido 1.517 informes de casos en los que el paciente falleció poco después de la vacunación, pese a que ésta no sea una causa directa. La cifra es más elevada que la mencionada en el contenido viral, pero la razón es que abarca los datos del mes de julio. En esa misma fecha, más de 46 millones de personas habían recibido al menos una dosis de la vacuna, según Our World in Data.
“La mayoría de estos informes se produjeron en personas de edad avanzada o con enfermedades subyacentes”, concreta la agencia. Subraya, además, que “esto no indica un vínculo entre la vacunación y las muertes notificadas”, puesto que “la revisión de los informes individuales y los patrones de notificación no sugiere que las vacunas hayan influido en estas muertes”.
