La media de edad a la que los niños tienen un móvil en España es a los 11 años, según el último informe de Unicef, que analiza el impacto de la tecnología en la adolescencia. Sin embargo, un móvil no es solo un terminal y tiene riesgos para los adolescentes que se pueden prevenir.
De los adolescentes de entre 11 y 18 años con móvil encuestados, el 91% se conecta a internet a diario. En cuanto a los hábitos de uso, el 50% se conecta más de cinco horas al día durante los fines de semana, y el 32% lo usan esas mismas horas entre semana. Además, uno de cada cinco se conecta por la noche y seis de cada diez duermen con el móvil.
El mismo informe refleja que el 57% de los menores llevan el móvil al colegio de forma habitual y que el 7% lo usan durante las clases para fines no docentes.
Francia ya prohibió en 2018 el uso de teléfonos móviles en colegios e institutos alegando que provoca disfunciones incompatibles con la mejora del clima escolar y que su prohibición permitiría garantizar un entorno que favorezca la concentración. En esta misma línea, el ministro de Educación italiano, Giuseppe Valditara, ha enviado esta semana una circular a todos los colegios e institutos prohibiendo el uso del móvil durante las clases por ser un «elemento de distracción y una falta de respeto a los profesores».
Los adolescentes, las redes sociales y sus riesgos
El 99% de los adolescentes está registrado en alguna red social y el 61% reconoce que tiene varios perfiles en algunas de ellas: uno para familia y conocidos y otro para el resto. Desde Unicef explican que “obviar esto implica que a menudo los progenitores puedan llegar a tener una falsa sensación de control” porque solo conocen el perfil familiar del adolescente. Las redes sociales y aplicaciones que más usan son WhatsApp, YouTube, Instagram, TikTok y Twitch.
El 42% de los menores encuestados ha recibido mensajes de contenido sexual y el 14% los ha enviado. A más del 11% les han presionado para que enviasen fotos o vídeos suyos sexuales y el 8% asegura que los ha enviado. A casi el 4% les han chantajeado con publicar, difundir o reenviar ese tipo de contenido.
Sobre el papel de las familias, solo el 29% de los adolescentes afirman que sus padres les ponen normas sobre el uso de las tecnologías, el 24% que le limitan las horas de uso y el 13%, los contenidos a los que acceden.
Qué se debe valorar antes de regalar un móvil a un adolescente
Junto a este informe, Unicef España y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), han lanzado una campaña con pautas y recomendaciones para que las familias fomenten el uso responsable de la tecnología.
En ella, hacen hincapié en que se debe planificar cuándo dar a un niño un móvil, precisamente porque le da acceso a una gran variedad de información, relaciones y contenidos y esto tiene sus riesgos. Desde la AEPD recomiendan valorar la madurez del menor y establecer un contrato familiar para fijar un compromiso entre ambas partes.
También afirman que los adultos deben supervisar el uso del móvil y poner normas y límites para que este no le quite al menor tiempo de otras actividades clave para su desarrollo como estudiar, dormir o jugar off-line. Las familias pueden ayudarse de softwares de control parental y acordar con ellos filtros, restricciones y tiempos de uso para transmitirles la necesidad de tener momentos libres de tecnología para toda la familia y evitar el uso adictivo de las pantallas.
La importancia de que el menor use bien el móvil y entienda los riesgos de internet
El 30% de los jóvenes encuestados en un estudio reciente realizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) afirmó no saber gestionar su privacidad en los entornos digitales. Por eso desde la AEPD indican que es importante guiar al adolescente para explicarle los peligros de internet y configurar juntos su perfil en redes sociales.
Recomiendan completar los datos estrictamente necesarios y usar un apodo en vez del nombre real, y recuerdan que en el caso de los menores de 14 años, para darse de alta necesitarán el consentimiento de un adulto.
Respetando la privacidad del menor, la familia debería conocer con quién habla por el móvil (o internet) para evitar riesgos innecesarios y enseñarle a no compartir información ni fotografías personales con desconocidos, ya que puede llevar a situaciones de ciberacoso o chantaje. Se recomienda que no acepten ni añadan como contacto en ninguna plataforma o servicio a personas a las que no conocen en la vida real y que nunca den datos sobre el domicilio, colegio, o cualquier información que permita que se localice al menor.
Para Irene Montiel, profesora del grado de Criminología y el máster universitario de Ciberdelincuencia de la UOC, "no se trata de prohibir por completo el acceso de los más pequeños a las tecnologías, sino de saber a qué riesgos se exponen y cómo se producen".
Según esta experta, “las redes sociales como Instagram o TikTok son perjudiciales para la salud mental y el desarrollo cognitivo y emocional de los menores y además son utilizadas por personas que buscan algún beneficio de tipo sexual, como pueden ser imágenes, encuentros en línea, citas o incluso relaciones afectivas".
Los riesgos de los videojuego y apuestas en línea
Unicef destaca la importancia de saber a qué juegan los menores con el móvil, otro de los riesgos más claros. Estos juegos deben ir acorde a su edad para evitar contenidos inapropiados, además de controlar cuánto tiempo destinan a ello.
Según datos de su informe, seis de cada diez adolescentes usan videojuegos como principal canal de ocio y más de la mitad juega a juegos no aptos para su edad. De media, estos menores destinan siete horas semanales, pero un 4% de ellos lo hace más de 30 horas.
Un 3,6% de los estudiantes españoles de ESO reconocen haber jugado o apostado dinero online alguna vez en su vida y los motivos para hacerlo fueron ganar dinero, divertirse y pasar el rato con los amigos.
Las consecuencias de las acciones en internet
Las acciones en internet tienen sus consecuencias y, por eso, para la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es importante estimular el sentido crítico de los menores. Antes de publicar en redes o reenviar fotos, vídeos o audios en los que aparecen otras personas, los adolescentes deben asegurarse de que tienen el consentimiento de la otra persona y no crear ni difundir informaciones falsas o malintencionadas.
Además, recuerda que los padres o tutores legales responden civilmente por los daños y perjuicios materiales y morales causados por las infracciones administrativas o delitos cometidos por sus hijos menores de edad y solidariamente de las multas por las infracciones a la normativa de protección de datos impuestas a sus hijos menores de edad y mayores de 14 años.
Y ante cualquier situación que les haga sentir incómodos, recomiendan a las familias ser cercanos y estar disponibles para ayudar cuanto antes y que no se agraven las situaciones. Además, insisten en que la AEPD dispone de un canal prioritario para comunicar la publicación no autorizada en internet de contenido sensible, sexual o violento (fotografías, vídeos, audios o información que identifique a personas), y solicitar su retirada de forma urgente.
- Internet segura para for Kids (is4K) del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE)
- Informe sobre el 'Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades' elaborado por Unicef
- Irene Montiel, profesora del grado de Criminología y el máster universitario de Ciberdelincuencia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
- La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)
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