El avance de la vacunación empieza a notarse en los datos de contagios y mortalidad registrados en varios indicadores. Uno de ellos es el exceso de mortalidad que recoge el EuroMoMo, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria europeo, que en su último informe asegura que la mortalidad en Europa “se está acercando a niveles normales”.
Esta normalización de la mortalidad se observa en el dato conjunto de todas las edades, pero es especialmente notable en los mayores de 85 años, el grupo de edad con mayor porcentaje de personas vacunadas. En España, el 94,6% de los mayores de 80 años tienen al menos una dosis contra la COVID-19, según el Ministerio de Sanidad. Aunque ambos organismos utilizan rangos de edad diferentes para las mediciones, las cifras muestran una mejoría en todos los indicadores de mortalidad entre los más mayores.
En las residencias de ancianos el Imserso recoge resultados similares, con una caída de 365 a 2 fallecidos semanales desde la primera semana de enero a la última de abril registrada.
Desaparece el exceso de mortalidad
Si nos fijamos en concreto en los datos españoles, el EuroMoMo arroja que entre los mayores de 85 años el número de fallecidos ha caído, desde principios de abril, por debajo de lo que se considera el rango normal de mortalidad. El EuroMomo, que registra los datos por semanas, muestra que la mortalidad en España se encuentra 2,7 puntos por debajo del rango de normalidad en la última semana cerrada.

Una caída parecida, aunque no tan pronunciada, puede verse si ampliamos el rango de más de 65 años en España, que se encuentra en esa misma semana en un -1,3 respecto a la franja normal de fallecidos. El siguiente grupo poblacional (entre 65 y 74 años) se mantiene en rangos estables pero todavía por encima de lo considerado normal por esta estadística europea, en concreto 1,2 puntos por encima.

En cifras similares a las de verano
Estos datos los facilita también en su web el MoMo español, del que parte la estadística europea, y aunque su rango de edad para segmentar los datos es más amplio, la gráfica muestra también cómo las defunciones reales se encuentran por debajo de las esperadas en los mayores de 74 años.
Un exceso de mortalidad que tuvo su pico más alto en marzo de 2020 y que supone acercarnos a cifras similares a las registradas en junio, coincidiendo con la relajación de las medidas tras la primera ola.
Coincide con las edades más vacunadas
Esta disminución del exceso de mortalidad coincide con los rangos de edad que más avanzados están en el programa de vacunación. Aunque no se han cumplido los objetivos marcados por Europa, en España un 94,6% de la población de más de 80 años ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19. Además el 51,7% tiene ya las dos dosis administradas.
Los siguientes grupos de edad tienen cifras considerablemente más bajas, siendo un 18,7% la población que ha recibido al menos un pinchazo y solo un 3% la que cuenta con la pauta completa en los adultos entre 70 y 79 años.
De 365 a 2 muertos semanales en residencias
La situación en los centros residenciales españoles también muestra las grandes diferencias en mortalidad entre residentes desde que se inició el proceso de vacunación. En el último informe del Imserso se notificaron dos muertes confirmadas en residencias en la última semana cerrada y 56 datos confirmados.
Los datos muestran la bajada tanto en casos positivos como en fallecidos confirmados desde principio de año, cuando se contabilizaron 2.807 positivos y 365 muertos entre los residentes.
Fuentes:
- EuroMoMo: informe europeo, semana 13, 2021
- EuroMoMo: informe europeo, semana 12, 2021
- EuroMoMo: datos segmentados España
- Vigilancia de los excesos de mortalidad por todas las causas. MoMo
- Datos de vacunación en España. Ministerio de Sanidad: 09/04/2021
- Imserso: Situación en centros residenciales (04/04/2021)
Nota:
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España, del que recoge sus datos el EuroMoMo, utiliza la información de mortalidad por todas las causas que se obtiene diariamente de 3929 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia, correspondientes al 93% de la población española y que incluye todas las provincias. Las estimaciones de mortalidad esperada se realizan mediante modelos restrictivos de medias históricas basados en la mortalidad observada de los últimos 10 años.
Las defunciones observadas en los últimos 28 días se corrigen por el retraso en la notificación, teniendo en cuenta tres factores: el número de defunciones notificadas diariamente, la distribución de defunciones notificadas diariamente y del número promedio de fallecidos por día, aplicando una regularización a la estimación.
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