Francisco Franco murió en noviembre de 1975. Su fallecimiento marcó el fin de la dictadura y el inicio del camino hacia la democracia. Pero esta transición no se dio en toda España por igual, o al menos eso es lo que relata Modelo 77, la nueva película de Alberto Rodríguez Librero, que narra cómo se vivió en las cárceles españolas este periodo, donde los presos se organizaron bajo el sindicato COPEL para pedir una mejora de sus condiciones de vida y una amnistía general.
En este Fact Fiction te contamos el contexto de aquellos años.
¿Qué fue la COPEL?
La Coordinadora de Presos En Lucha (COPEL) fue una organización creada por presos comunes en 1976 para “luchar por las libertades públicas y los derechos humanos de todos los presos”, como reivindicaba en 1976 uno de los miembros en este corte de radio recuperado por RTVE.
La COPEL nació en la cárcel de Carabanchel en 1976. Así lo fecha el expreso Daniel Pont (cuyo testimonio se ha utilizado para la realización de la película) en el prólogo del libro Cárceles en llamas, de César Lorenzo, doctor en Historia y miembro del Grupo de Estudios sobre la Historia de la Prisión y las Instituciones Punitivas (GEHPIP). Su formación llegó después de la Amnistía de 1976, que, como relata Lorenzo a Newtral.es, afectó mayoritariamente a los presos políticos menos conflictivos, pero dejó desamparados a los presos comunes.
Tras el anuncio, los reclusos organizaron un motín en la cárcel de Carabanchel, cuya convocatoria se realizó a través de octavillas escritas por la noche y con la mano izquierda, para que los funcionarios de prisión no pudieran identificar a los autores, como retrata acertadamente Modelo 77.
Esto quiere decir que la cronología del filme está ligeramente alterada, dado que la primera referencia a COPEL durante la cinta se da poco después de que el preso Manuel Gómez (interpretado por Miguel Herrán) entrase en la cárcel Modelo de Barcelona en noviembre de 1976. Sin embargo, Lorenzo apunta que la información sobre la existencia de la organización no se habría extendido fuera de Madrid hasta los primeros meses de 1977.
¿Qué pedía la COPEL?
La COPEL la formaron, mayoritariamente, los presos comunes de las cárceles, que se autodenominaban presos “sociales”. El planteamiento tras este bautismo está, según concreta Lorenzo, en que ellos reivindicaban que “la sociedad les había abocado a unas condiciones de pobreza estructurales que habían tenido como consecuencia sus delitos”.
Si bien los presos políticos tuvieron un papel importante en tanto que dotaron de herramientas de análisis a los presos comunes para que hicieran un “cambio de chip”, en palabras del historiador, no fueron el germen inicial ni el colectivo principal del autodenominado sindicato de los presos. Sin embargo, el experto apunta que es cierto que, en algunas prisiones como la Modelo, los presos políticos vinculados sobre todo a la CNT, los libertarios y la extrema izquierda participaron en la creación de la COPEL, como se ve en Modelo 77.
Entre las peticiones más importantes de la coordinadora de presos se encontraba la exigencia de la apertura de una nueva etapa, que pasaba, según Lorenzo, por la equiparación de su estatus con el de los presos políticos y por una amnistía o un indulto general que comportara su liberación. Además, también solicitaban una reforma del sistema penitenciario, la depuración del cuerpo de funcionarios y la abolición de las leyes franquistas, especialmente de la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social (heredera de la antigua Ley de vagos y maleantes), por la que muchos de los presos habían acabado en la cárcel y que perseguía actitudes como la embriaguez, la homosexualidad o incluso no tener domicilio fijo.
‘Modelo 77’ utiliza la cárcel barcelonesa como escenario, pero ilustra hechos ocurridos en otras prisiones
“La película está centrada en la Modelo de Barcelona, pero hay referencias a otras prisiones, ya que las protestas de esos años se reprodujeron por numerosas cárceles”, señala a Newtral.es Lorenzo.
Un claro ejemplo es el falso ataque epiléptico que los presos de la película utilizan para amotinarse en el techo de la Modelo. En realidad, según relata el exmiembro de la COPEL Agustín Moreno en Cárceles en llamas, este hecho ocurrió en la prisión de Carabanchel (Madrid).
El propio motín en el techo de la cárcel también es una práctica que, de nuevo, se inauguró en Carabanchel y se extendió por numerosas cárceles de diferentes partes del país, como la cárcel de Valencia, Valladolid o Málaga, según recoge la hemeroteca de El País.
Otro ejemplo es el asesinato de presos a manos de los funcionarios, como el de ‘el Negro’ de Modelo 77, que tras ser descubierto cavando un túnel, muere durante un interrogatorio. Esta historia recuerda a la de Agustín Rueda, preso anarquista que en marzo de 1978 murió en la prisión de Carabanchel durante un interrogatorio tras descubrirse, precisamente, que estaba tratando de escapar.
¿Se autolesionaron los presos en la Modelo para pedir que entrara la prensa?
Las autolesiones colectivas eran una práctica común en las prisiones durante los años de máxima actividad de la COPEL (1976-1978), según explica Lorenzo.
Concretamente la de la Modelo tuvo lugar una el 12 de mayo de 1978. Un día después, El País relataba que “entre 250 y 300 presos de la cárcel Modelo de Barcelona se autolesionaron anteanoche con el fin de protestar por la situación carcelaria y en apoyo de la COPEL y la reforma penitenciaria”. No fue la única vez: la hemeroteca de la Agencia EFE conserva fotografías de autolesiones masivas de enero de ese mismo año, por ejemplo.
¿Hubo una fuga masiva de la Modelo en 1978?
La fuga relatada al final de Modelo 77 hace referencia a la del 2 de junio de 1978, cuando 45 presos lograron huir de la cárcel Modelo de Barcelona, como algunos de los protagonistas (presos y funcionarios) relataron en este reportaje de El País. Como en la película, los huidos cuentan que cavaron el túnel durante meses desde la enfermería de la prisión, secuestraron a un funcionario que casi los pilla y salieron a la calle por las alcantarillas. La Policía tardó ocho años en dar con el último fugado de 1978, Manuel Santín Visuña, al que detuvieron en marzo de 1986 en Barcelona al volver de Italia.
Aunque el final de Modelo 77 da a entender que los funcionarios podrían haber hecho la vista gorda con la fuga, Lorenzo remarca que “sobre si se permitieron o no las fugas se ha especulado mucho, pero es indemostrable, aunque es una duda razonable”. En su libro, por ejemplo, hay un expreso que explica cómo los detenidos paseaban por el patio de la cárcel con los zapatos llenos de barro después de haber estado cavando un túnel y ningún funcionario les hacía preguntas, pese a que hacía dos meses que no llovía en Barcelona. El historiador también menciona en Cárceles en llamas la existencia de informes de la dirección de prisiones alertando de las intenciones de amotinarse de los presos, por lo que, en su opinión, “hay suficientes indicios que llevan a pensar que la dirección podría estar al caso del intento de fuga”. “Puede ser que lo permitieran para justificar una reacción de más dureza hacia los presos después”, especula.
¿Qué se deja fuera la película? Las huelgas de funcionarios y la heroína
No solo los presos se declararon en huelga. En 1977, Lorenzo explica que también los funcionarios de prisiones reivindicaron mejoras en su situación. “Objeto de duras críticas por su responsabilidad en el deterioro de los derechos de los reclusos, los bocazas, boquis o boqueras (un argot carcelario que también se usa en Modelo 77) protestaban por las condiciones en que se veían obligados a desarrollar su trabajo y las exiguas retribuciones salariales que recibían por él”, relata el historiador.
En la Modelo, concretamente, “40 funcionarios se encerraron en demanda de una dignificación del cuerpo, mejoras salariales y que se les tuviese en cuenta a la hora de redactar un nuevo Reglamento Penitenciario”, apostilla el autor, quien recalca que, sin embargo, esta “no era una actitud mayoritaria”.
Si bien el director pasa de puntillas sobre el asunto, Modelo 77 no hace un tratamiento exhaustivo de otro de los grandes temas de las prisiones de la transición: la heroína.
“Se produce una entrada masiva de esta droga no solo en la prisión, sino en los barrios pobres”, menciona Lorenzo, quien reconoce que “se ha hablado mucho de si los funcionarios la dejaron entrar para desmovilizar a los presos”.
El fin de la COPEL
Si bien no hay un fin de la coordinadora de presos como tal, Lorenzo sí destaca que poco a poco “sus acciones se van espaciando en el tiempo por el cansancio y el desgaste interno de la organización, que siempre había estado muy desestructurada, vigilada y represaliada por la dirección general de prisiones”. Así se ve en el filme, donde los cabecillas más visibles de la organización son frecuentemente apaleados, encerrados en celdas de aislamiento o trasladados a otras prisiones, a veces como castigo, a veces como incentivo para enfrentarlos a sus propios compañeros.
Entre finales de 1978 y principios de 1979, el autodenominado sindicato “prácticamente no tiene actividad, aunque sigan produciéndose protestas en prisión para pedir una mejora de las condiciones”, enfatiza el historiador.
- César Lorenzo, Doctor en Historia y miembro del Grupo de Estudios sobre la Historia de la Prisión y las Instituciones Punitivas (GEHPIP)
- Cárceles en llamas
- Rueda de prensa de presentación de Modelo 77 en el Festival de San Sebastián
- RTVE
- El País
- Agencia EFE
- ABC
Aaaaa
Mi padre estuvo en la modelo en esa época,el Kiko,más de uno sabrá ,con el lagarto y compañía,muchas batallas escuchado de esa época, bueno un saludo
Yo tuve a mi padre en esa época en la modelo,le llamaban el Kiko,del barrio de la paz,junto al barrio del besos,con el lagarto el bony y compañía,que epoca mas especial, cuantas batallas escuchado de la modelo,y cuanta mentira también,un saludo
Yo tuve a mi padre en esa época en la modelo,le llamaban el Kiko,del barrio de la paz,junto al barrio del besos,con el lagarto el bony y compañía,que epoca mas especial, cuantas batallas escuchado de la modelo,y cuanta mentira también,un saludo
Buenas, me gustado la película, el tema que trata y el artículo.
De hecho me voy a leer un par de enlaces a los que haces mención.
También sería interesante leer la nota (por curiosidad) que comenta el firmante como "Daniel Pont Martín"
Hola : Soy Daniel Pont , cofundador dela Copel en 1976 en la desaparecida ignominiosamente carcel de Carabanchel.Me gustaria enviaros una nota sobre lo publicado en vuestro medio y algunos otros mas.Pero no puedo hacerlo porquee no me permite adjuntar el archivo...podeis darme una direccion de correo, donde sea posible ?.Un saludo
Yo tuve a mi padre en esa época en la modelo,le llamaban el Kiko,del barrio de la paz,junto al barrio del besos,con el lagarto el bony y compañía,que epoca mas especial, cuantas batallas escuchado de la modelo,y cuanta mentira también,un saludo