Fact Fiction

‘Mixed by Erry’ cuenta la historia real de la familia napolitana que creó un imperio de piratería musical

Mixed by Erry
Cartel de la película de Netflix, Mixed by Erry.
Tiempo de lectura: 7 min

Nápoles, años 80. Un aspirante a DJ y sus tres hermanos crean un sello de casetes de recopilatorios de música pirata, Mixed by Erry, con tanto éxito que en pocos años se convierte en uno de los sellos discográficos más importantes de Italia, extendiéndose principalmente por Europa del Este y China. Los hermanos napolitanos, de origen humilde y trabajador, se volvieron millonarios en poco tiempo, hasta que la policía intervino para acabar con el imperio pirata que habían construido.

Publicidad

Esta es la historia real que narra la película de Netflix Mixed by Erry, cuyo argumento se basa en el libro de título homónimo escrito por Simona Frasca que repasa el ascenso y caída de los hermanos Frattasio. Aunque el filme trata de mostrar la cara amable del negocio familiar, expone de forma evidente el debate que genera la piratería: ¿son delincuentes los que se enriquecen a costa de la música de los artistas? ¿O habría que agradecerles que ayudaran a acercar la música a un público más amplio? 

Un apunte. Marco Messina, miembro de un grupo napolitano que dominó la escena hip-hop italiana en los años 90 y 2000, reconoció a The Guardian que parte de su éxito se lo deben a Mixed by Erry: “Si lo pienso a título individual, es dinero que ellos me han sacado y yo no he ganado. Pero en términos sociales, han difundido mi música, permitiendo que se metabolice mejor”.

Enrico quería ser DJ y acabó creando Mixed by Erry, un sello discográfico conocido en toda Italia

La historia refleja la dinámica cultural y económica del sur de Italia en los 80. Los hermanos crecen en Forcella, un barrio obrero de Nápoles. Aquellos fueron años convulsos, como muestra también la película: crimen organizado, pobreza endémica, contrabando… Sobre este paisaje de fondo se mueve la familia Frattasio, cuatro hermanos (tres en la película), Enrico, Peppe, Angelo y Claudio, que ayudan a su padre a rellenar botellas de whisky con té que luego venden a turistas para llegar a fin de mes, como contó el propio Enrico a varios medios italianos. 

Es Enrico el protagonista de la historia, un apasionado por la música que sueña con ser DJ. Mientras lo consigue, se dedica a escoger canciones de diferentes artistas —no muy distintas de las listas de reproducción temáticas que personaliza ahora Spotify para cada usuario—, y grabarlas en casetes a modo de recopilatorios a los que estampaba la etiqueta de su marca: Mixed by Erry. A medida que crece la actividad, sus tres hermanos se unen al negocio: venden las cintas a vendedores ilegales de su barrio, que las distribuyen a su vez a bajo precio junto con cigarrillos de contrabando. 

  • “En un barrio como Forcella, fabricar casetes piratas era lo más legal que podía existir, desde luego no pensábamos que estuviéramos haciendo algo tan grave”, contó Enrico en una entrevista reciente a Vanity Fair.
Publicidad

Las cintas alcanzan gran éxito en poco tiempo. Lo que hace que el nombre de Erry circule es la precisión de sus listas de reproducción, perfectas para el gusto de cada oyente. Pero es un detalle lo que convierte el sello en un fenómeno de culto. Enrico añade al final de cada casete un par de canciones que considera que pueden gustar al oyente. “Yo era el YouTube o el Spotify de los años 80 […] hacía un trabajo serio como curador de contenido”, afirmó Enrico a The Guardian. Como destaca la prensa italiana, cualquiera que creciera en Nápoles en los años 80 y 90 ha tenido en sus manos y ha escuchado una cinta de Mixed by Erry. “La música de los hermanos Frattasio marcó al menos tres generaciones”, escribe el Corriere della Sera

El éxito del negocio de Mixed by Erry en Italia 

“Grababa casetes durante 14 horas al día, desde Zecchino [canciones infantiles] hasta los Rolling Stone, desde música clásica hasta los Beatles”, relata Enrico a Vanity Fair. “Nos convertimos en el primer sello discográfico de Italia sin darnos cuenta”, continúa. Llegaron a ser tan famosos que, como cuenta Enrico en varias entrevistas, la competencia, para vender casetes más rápidamente, les imitaba: copiaba sus cintas y las vendía bajo su sello, como si fueran ellos. “La falsificación de la falsificación”, señaló al Corriere della Sera

Como contó Enrico a The Guardian, fue su hermano Peppe quien amplió el mercado de Mixed by Erry más allá de Nápoles, importando CD y casetes de Bulgaria y visitando exposiciones en Asia para estar al día de las nuevas tecnologías. “Con la experiencia empresarial de mis hermanos, pasamos de 50 copias a 300.000 de nuestros grandes éxitos”, indicó al medio británico.

Y todo esto pasaba con la connivencia de las autoridades. “Si la policía entraba en la tienda y nos preguntaba qué hacíamos, respondíamos: ‘estamos haciendo cintas”, explicó Enrico. “De vez en cuando venían las autoridades y lo confiscaban todo, pero tenían tantos laboratorios [los lugares donde mezclaban la música y grababan las cintas] que al día siguiente volvían a empezar”, indica la autora del libro sobre el que se basa la película a The Guardian. Algo que también muestra la película de Netflix.

Cuatro años de cárcel: llegan los 90 y las leyes cambian

Con el tiempo, inevitablemente, este clima de tolerancia cambió. Con la llegada de los CD, que cuestan más que las cintas, la industria musical presionó a las autoridades italianas para que aplicaran la ley: 

Publicidad
  • En 1996, el Gobierno propuso un proyecto de ley que endurecía las penas por piratería. Al año siguiente, como muestra también la película, los hermanos Frattasio fueron detenidos tras una investigación que incluyó escuchas telefónicas y policías encubiertos. 

“Esposas para Erry, el rey de la música clonada”, tituló entonces el diario La Repubblica. Los hermanos Frattasio y su padre fueron condenados a cuatro años, como informa la prensa italiana. Según La Repubblica, en el momento de la detención la empresa familiar recaudaba 80 millones de liras a la semana y vendía cerca de 10.000 cintas en siete días. 

Este fue el final de Mixed by Erry. Pero su legado perdura. Tanto es así que un medio local napolitano escribió: “El legendario Erry volvió a su antigua pasión” para contar que Enrico había actuado como DJ para el estreno de la película en Nápoles. 

Vida después del éxito

Hoy en día, Enrico Frattasio hace y distribuye cajas, como muestran los títulos finales de la película y contó él mismo a Vanity Fair

“Hoy todos tenemos un trabajo: hago cajas, Peppe se ocupa de la telefonía, Angelo es mayorista de zapatos y ropa. Luego me casé con esa novia mía que aparece en la película, pero también nos separamos, aunque manteníamos excelentes relaciones. Tuve dos hijas y soy abuelo. Mis hijas, a diferencia de nosotros que no hemos estudiado, ambas son licenciadas: una es matrona y la otra profesora de idiomas. Nos hemos redimido”. 

Publicidad

No obstante, Mixed by Erry sigue sumando seguidores. Hay un grupo nostálgico en Facebook de más de 4.500 miembros y las cintas originales están a la venta en eBay por unos 25 euros.

Fuentes
  • Entrevista de Enrico Frattasio en The Guardian
  • Entrevista de Enrico Frattasio en Vanity Fair
  • Entrevista de Enrico Frattasio en Corriere della Sera
  • Proyecto de ley que endureció las leyes de piratería en Italia
  • Noticia del arresto de la familia Frattasio en La Repubblica
  • Grupo de Facebook de fans de Mixed by Erry
  • Cintas a la venta en eBay de Mixed by Erry