Los hermanos Olivares Garrigos son dos nombres que la semana pasada leyeron miles de personas en España al aparecer en la lista de morosos de Hacienda. Deben 36,8 millones de euros cada uno, para ser exactos, y son las dos personas físicas que encabezan el listado. Pero más allá de este dato, su identidad es un misterio, puesto que apenas existe información sobre ellos. ¿Quiénes son?, ¿a qué se dedican?, ¿cómo contrajeron semejante deuda?
Ambos hermanos nacieron en la década de los 60, en Campo de Criptana (Ciudad Real), tuvieron hasta 13 empresas, de las cuales la mayoría ya no están activas, según la plataforma Axesor. Sus negocios tuvieron un fuerte vínculo con la construcción y el mercado inmobiliario, aunque también llegaron a tantear el mundo de la caza y las fincas rústicas.
(*) Este cuadro se ha visto afectado por jurisprudencia del Tribunal Supremo
Antes de aparecer en la lista de morosos de Hacienda, su primera ‘tímida’ aparición pública se remonta a 2009 en la página web de una de sus empresas, el Grupo Oligarry Construcción. En ella, ambos hacen una breve descripción de su compañía, fundada en 1992. Ramón Olivares explica que al comienzo solo podían dedicarse a “proyectos de menor envergadura”, centrando su actividad básicamente en la “construcción de viviendas de lujo”. Pero para entonces, la empresa había crecido “mucho más” de lo que imaginaban y construían “grandes edificios de viviendas en toda España, Edificaciones Industriales y Centros de Sanidad”.
El hermano resumía que la compañía era tan sólida que no necesitaba “el apoyo de ninguna entidad financiera” para afrontar nuevos proyectos. Algo que no es del todo cierto, puesto que la compañía llegó a pedir hasta 6 préstamos entre los años 2003 y 2012 según la información del registro Mercantil.
De construir cientos de bloques de viviendas a rehabilitar un palacio
Un dossier publicado en su web muestra a qué se refieren los hermanos Olivares, cuando hablaban del crecimiento de su empresa. En él se observa cómo la compañía había edificado cientos de viviendas en Ciudad Real, la más importante fue la de un bloque de 256 inmuebles en Valdepeñas.
Su actividad económica no solo se quedaba en los edificios residenciales, el Grupo Oligarry llegó a rehabilitar el Palacio Infante Don Juan Manuel, situado en Belmonte (Cuenca). También reformaron la sede de la Delegación Provincial de Cultura y Turismo de Toledo e, incluso, construyeron el gran complejo residencial de mayores Nuestra Señora del Rosario en Ciudad Real.

Pero la burbuja inmobiliaria explotó en 2008 y la compañía empezó a notar las consecuencias del pinchazo. Precisamente, al año siguiente -en 2009- la imagen de solidez que defendían los hermanos en la web de la compañía, empezó a no ser tan exacta. Según los balances anuales del Grupo Oligarry, a partir de ese año, la cuenta de resultados de la firma comenzó a decaer, pasando de 1,6 millones de beneficios en 2009 a -924.000 euros en pérdidas al cierre de 2012.
Los hermanos Olivares expandieron a Panamá un año después de haber tenido 900.000 euros en pérdidas
Aunque los hermanos Olivares aseguraban lo contrario, entre 2003 y 2012 la compañía tuvo que buscar apoyo en entidades bancarias para obtener préstamos. Entre estas fechas, llegaron a recibir seis créditos, siendo el más importante el concedido en julio de 2007 por un importe de 1,8 millones de euros y un tipo de interés del 4,5%, según el balance de 2011.
La empresa no tuvo más actividad hasta 2018, año en el que entró en un procedimiento concursal y terminó disolviéndose, según Axesor. Sin embargo, entre medias, la compañía sí tuvo actividad, pero no en España sino en Panamá, tal y como recoge la documentación extraída del registro mercantil panameño.

Tal y como se puede comprobar en la prensa local panameña, la compañía llegó a participar en algunas obras públicas. Con todo, su desembarco en Panamá no fue del todo exitoso, ya que en 2021 el registro mercantil panameño le puso el estatus de suspensión por morosidad, condición que impedía a la compañía realizar negocios o disponer de sus activos.
La empresa Grupo Oligarry SA también aparece en la lista de 31 empresas y personas sancionadas por el Banco Interamericano de Desarrollo BID en 2020, cuya Oficina de Integridad Institucional publica anualmente como resultado de su función como “responsable de investigar las denuncias de fraude y corrupción en actividades financiadas por el Grupo BID y de encarar los esfuerzos necesarios para impedirlos”.
La suspensión por morosidad puso fin al desembarco en Panamá de los hermanos Olivares
Más allá del grupo Oligarry, los hermanos de Criptana tuvieron más negocios. Otro de ellos fue la compañía Viviendas y Bienestar S.A, que también aparece en la lista de deudores de Hacienda, con una cantidad a devolver de 36 millones.
- Esta cantidad es parecida a la que deben los dos hermanos, ya que tal y como explican fuentes de Hacienda, tanto los hermanos como la compañía deben la misma cantidad de forma conjunta, no son deudas independientes.
Aunque ambos hermanos siempre tuvieron un perfil bajo, no fue hasta 2018 cuando sus nombres trascendieron en la prensa local castellano manchega por un presunto caso de estafa e insolvencia.
Su primera imagen pública: de espaldas y en la Audiencia Provincial
Según la prensa local, el proceso judicial empezó cuando dos clientes de los hermanos denunciaron que llevaban desde 2009 reclamándoles 30.000 euros por una señal de compraventa de unos pisos que luego no escrituraron. La fiscalía y la acusación particular pedían cinco años de cárcel para cada uno. Finalmente, la Audiencia Provincial en 2018 terminó absolviendo a los hermanos.
Este juicio dejó para el recuerdo la primera imagen pública de Ramón y Agustín Olivares eso sí, de espaldas. No obstante, mucho antes, y de una forma menos llamativa, en 2012, ya había aparecido públicamente el primero para promocionar los servicios de su finca rústica ‘La Hidalga’. Lo hizo a través de un vídeo publicado en Youtube por la web de noticias de cazadores Caza Wonke.
Cazando conejos en La Hidalga
En el vídeo titulado ‘Cazando conejos en La Hidalga’ aparece el campeón de España de caza menor con perro, Vicente Silvestre, cazando conejos en la finca de los hermanos. En el minuto cinco, Ramón explica que la casa rústica se construyó pensando en el cazador, y que allí se podía tanto pasar la noche como comer comida típica de La Mancha.
En la publicación de Caza Wonke que acompaña al vídeo se detalla que Ramón y Agustín Olivares Garrigos, son dos hermanos que moldearon el ‘labrantío’ (la finca) “a su imagen y semejanza en el que cazar se convierte en todo un placer para los sentidos… incluso con sombra fresca cuando ‘ladran’ las chicharras”.
(*) Dos años después de la publicación de este artículo, desde la representación legal de Maximiliano Poveda, se ha remitido a esta redacción la siguiente aclaración, al amparo de la Ley de Protección de Datos:
Que debido a sentencias del Tribunal Supremo de febrero de 2023 la Agencia Tributaria ha modificado su criterio y los deudores a la Hacienda Pública que no tengan deudas tributarias firmes no saldrán en la lista de morosos.
Que de acuerdo con el citado criterio, Maximiliano Poveda, cuyo nombre se refleja en este artículo no en el texto ni el contenido, sino por la reproducción fiel del listado, en el gráfico, de la información oficial suministrada por la Agencia Tributaria, ya no tiene ninguna deuda pendiente con la misma. Por tanto, su nombre ya no aparece en ese listado.