Una serie de publicaciones que se han viralizado en redes sociales afirman que el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, habría pedido agua a su “asistente” para no beber de la botella que le habrían facilitado en una reunión con representantes de la Unión Europea ante el riesgo —según esta narrativa— de ser envenenado. En rigor, el jefe de la diplomacia iraní pidió una botella de agua antes de comenzar su intervención porque no había ninguna en su sitio, como demuestra la retransmisión de la reunión.
El bulo. “El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Araqchi [sic], se negó a beber el agua que le ofrecieron en el Consejo de Negociación Europeo y pidió agua a su asistente”, afirman varias publicaciones virales que no solo han circulado en español, sino también en inglés, árabe o turco. En el vídeo que acompaña a estas publicaciones se ve cómo Abbas Araghchi pide una botella a una persona situada a su espalda y, posteriormente, se la traen.
El contexto. El vídeo que se difunde corresponde a la comparecencia del ministro de Exteriores de Irán en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, en el marco de una reunión con representantes de los países de la Unión Europea. En concreto, las imágenes que circulan son inmediatamente anteriores a que el ministro comience su intervención.
Araghchi no tenía agua. El vídeo de la comparecencia de Abbas Araghchi en este foro de la ONU, que fue ofrecida en directo por medios como el diario The Times, muestra que el ministro iraní no tenía ninguna botella de agua en su sitio antes de comenzar su intervención, razón por la que pidió una a su equipo antes de empezar a hablar. De hecho, el resto de asientos asignados a otros países tampoco contaban con botellas de agua, como se aprecia en la retransmisión.
La grabación de la sesión también fue ofrecida en directo por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se celebró la reunión. En su retransmisión se observa a Abbas Araghchi con una única botella de agua: la que él había pedido antes de empezar su intervención.
Por tanto, no es cierto que el ministro iraní haya rechazado la botella de agua ofrecida en la reunión que mantuvo el 20 de junio con representantes de la Unión Europea en Ginebra. Pidió una botella al inicio de su intervención porque no había ninguna en su sitio.
