La composición de la Mesa del Parlament de Cataluña es el primer escollo que los partidos independentistas deben salvar antes de la formación de un nuevo Govern para esta legislatura.
Te explicamos qué es este órgano, para qué sirve y quién tiene opciones para presidirlo.
¿Qué es la Mesa del Parlament?
La Mesa es el órgano que dirige el Parlament de Cataluña y entre sus funciones se encuentran la de ordenar el trabajo parlamentario, interpretar el reglamento de la Cámara y dirigir los servicios del Parlament. Así, es la encargada de admitir o no las iniciativas que presentan los partidos, determinar qué se debate en los plenos, dictaminar el orden de las intervenciones o administrar los gastos de la institución.
Estas facultades la convierten en un órgano fundamental en el desarrollo de la legislatura y alzan a su presidente hasta la condición de segunda autoridad de la región. Por esta razón, tras las elecciones los partidos negocian cuidadosamente qué posiciones tendrá cada uno dentro de la Mesa, ya que los puestos que corresponden a cada grupo parlamentario en ella no están determinados y se eligen por votación durante la constitución de la Cámara.
¿Quién la forma?
La Mesa del Parlament está formada por un presidente, dos vicepresidentes y cuatros secretarios. La presidencia se elige por mayoría absoluta de la Cámara (68 votos), mientras que el resto de los cargos se eligen por votación correlativa. Así pues, el candidato a vicepresidente más votado se quedará la vicepresidencia primera, mientras que el segundo con más apoyos obtendrá la segunda. Lo mismo pasa con los cuatro secretarios.
En Cataluña existe la norma no escrita de que, en caso de coalición en el Govern, el socio de gobierno que no obtiene la presidencia de la Generalitat se queda con la del Parlament. Entre 2003 y 2010, años del tripartito entre PSC, ERC e Iniciativa, los socialistas presidieron la Generalitat, mientras que Esquerra hizo lo propio con la Cámara Baja. Finalmente, entre 2015 y 2021, JxCat lideró el Govern tras ser el partido independentista más votado, mientras que ERC se quedó con la Mesa del Parlament.
¿Quién tiene opciones de presidirla?
Con este bagaje tiene sentido pensar que la presidencia de la Mesa recaerá esta legislatura sobre JxCat, después de que ERC les superara por solo un escaño (33 frente a 32) en las elecciones catalanas del 14 de febrero. No obstante, ha aparecido un nuevo actor sobre el tablero de juego: la CUP, que por primera vez se ha ofrecido para asumir un papel protagonista en la gestión de Cataluña.
Por su parte, el candidato socialista, Salvador Illa, reclama que la presidencia recaiga sobre el PSC, pues fue el partido más votado (aunque empató en escaños con Esquerra). El exministro de Sanidad ha propuesto a Eva Granados, portavoz del grupo parlamentario socialista, para ocupar este espacio, pero ni aún congregando el voto de todos los partidos no independentistas lograría la mayoría absoluta.
Tras varias reuniones bilaterales, los tres partidos independentistas de la Cámara catalana se reunieron conjuntamente el 9 de marzo para acordar su estrategia de cara a la constitución del Parlament, que tendrá lugar el 12 de marzo. Los equipos negociadores no consiguieron un acuerdo, pero nadie se ha levantado de la mesa todavía.
Los anticapitalistas ya han presentado a su candidato para el puesto: el cabeza de lista por Lleida, Pau Juvillà. En Junts todavía no han dejado claro cuál es su propuesta, aunque el nombre que suena con más fuerza es el de su presidenciable y hasta ahora portavoz en el Congreso de los Diputados, Laura Borràs. También se habla de Gemma Geis, actual portavoz de JxCat en el Parlament, o de la consellera y portavoz del Govern, Meritxell Budó.
Mesa del Parlament: Aritmética difícil
La suma de JxCat y ERC da los votos suficientes para imponer al candidato de Junts, pero una votación dividida de los independentistas en este asunto sería un mal augurio para la investidura del president de la Generalitat, que debe intentarse, como tarde, el 26 de marzo. Los republicanos y Junts no tienen la mayoría absoluta de la Cámara, por lo que el apoyo de la CUP es indispensable para poder gobernar.
A esto se suman dos cuestiones más, que provocarán que la coordinación de los votos de todos los partidos deba estar medida al milímetro. Por un lado, el objetivo de PSC, Comuns, ERC, JxCat y la CUP de dejar fuera de la Mesa a Vox; y por el otro, la voluntad de En Comú Podem de formar parte del órgano pese a contar con sólo ocho diputados.