La despedida de Megan Rapinoe, la doble campeona del mundo que sostuvo las causas sociales en el fútbol

Megan Rapinoe celebra un gol en el Mundial de Francia 2019. FOTO FRANCIA IAN LANGSDON EFE
Megan Rapinoe celebra un gol en el Mundial de Francia 2019. FOTO FRANCIA IAN LANGSDON EFE
Tiempo de lectura: 9 min

Adiós a la futbolista de la igualdad salarial, de la lucha por los derechos de las personas LGTBIQ+, del desafío a Donald Trump, la defensa de los negros o la visibilización de la salud mental. La derrota de Estados Unidos ante Suecia en los octavos de final del Mundial 2023, con un fallo en uno de los penaltis, marca la despedida de Megan Rapinoe, la deportista que supo trasladar el fútbol a la esfera social incluso en sus últimos momentos en la élite. 

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Con un peso reducido por el nacimiento de nuevas figuras, Estados Unidos llegó a este Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 con el cartel de favorita y el objetivo de ganar su tercer título consecutivo. En mitad de un cambio generacional del que Rapinoe era plenamente consciente, asumió un rol de liderazgo desde el banquillo, sin olvidar nunca las luchas aledañas al fútbol. “Me toca tener otro papel”, dijo en el anuncio de su retirada. 

El peso de su figura le había hecho sucumbir en los últimos tiempos hasta el punto de necesitar ayuda psicológica, como reconoció en una charla con su compañera Kelley O’Hara. Precisamente por este motivo, y por la presencia en el equipo de dos jugadoras que vivieron el suicidio de una amiga, eligieron la salud mental como tema a destacar en el momento en el que los focos se dirigían hacia ellas una vez más.

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El legado de Megan Rapinoe

En Australia y Nueva Zelanda 2023, Rapinoe (1985) era consciente de que sus piernas ya no daban para mucho más. Cuatro mundiales disputados -dos de ellos ganados-, eran suficientes para una jugadora que, en esta ocasión, debía aportar desde el banquillo. El sistema de mentorías de la selección de Barras y Estrellas debía continuar con la experiencia de una líder que capitalizó todo el protagonismo para dejar a las nuevas generaciones crecer sin presión. 

Así sucedió con ella años atrás. En 2011, Estados Unidos venía de ‘fallar’ en dos mundiales consecutivos. La presión estaba sobre las grandes estrellas, especialmente de Abby Wambach. En la semifinal, contra las cuerdas ante Brasil, Rapinoe realizó un espectacular centro medido a la cabeza de la goleadora para que las americanas pudieran disputar su tercera final. Aunque la perdieron ante Japón, nació la selección más competitiva, combativa y crítica. La que a la postre lograría dos Mundiales consecutivos, 2015 y 2019. 

El palmarés de Megan Rapinoe:

Mundial 2015 y 2019

Balón de Oro 2019

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Bota de Oro del Mundial 2019

Premio ‘The Best’ 2019 a la mejor jugadora del mundo de la FIFA. 

Oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

Campeona de la CONCACAF 2014, 2018 y 2022

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Medalla Presidencial de la Libertad entregada por Joe Biden en 2022

Estados Unidos, la selección de la igualdad salarial 

Bajo la protección de las grandes estrellas, nacieron otras como Alex Morgan, Christen Press, Kelley O’Hara, Tobin Heath… y la propia Megan Rapinoe. Con su fútbol, y sobre todo con su discurso común en favor de las minorías, emergió un importante cambio social. En 2015 y 2019 no solo ganaron el Mundial con absoluta grandeza, sino que asumieron su responsabilidad como modelos a seguir. 

Megan Rapinoe lideró la lucha del Equal Play, la igualdad salarial que reclamaban futbolistas que llevaban tres estrellas en el pecho, sobre el escudo de Estados Unidos, y que aún así recibían menos dinero que sus homólogos masculinos. Los estadios comenzaron a señalar a las instituciones cuando miles de personas se incorporaron a un grito que era imparable. 

Megan Rapinoe recibe el reconocimiento del presidente Joe Biden en la Casa Blanca. FOTO Adam Schultz.

“Somos mucho más que futbolistas”

La victoria en Francia 2019 tuvo a Megan Rapinoe como absoluta protagonista no solo por sus goles -que le valieron la Bota de Oro- sino por su desafío a Donald Trump. “No iré a la jodida Casa Blanca”, manifestó contundente. “Necesitamos deportistas que respeten nuestro país y nuestro himno”, respondió él. Su enfrentamiento con el entonces presidente del país supuso un terremoto social donde la capitana se convirtió, aún más, en una líder para las minorías oprimidas. 

«Es nuestra responsabilidad hacer del mundo un lugar mejor»

Con el título logrado, su regreso a Estados Unidos fue muy esperado. En Nueva York, ante miles de personas, Rapinoe dio uno de los discursos más recordados en el deporte.  «Es nuestra responsabilidad hacer el mundo un lugar mejor. Este equipo ha hecho un increíble trabajo de llevar eso a nuestras espaldas, por la plataforma que tenemos en este mundo. Sí, hacemos deporte, sí somos futbolistas, pero somos más que todo eso”, decía. 

Rapinoe apelaba así a repetir el modelo de lo que acababan de conseguir, un triunfo envuelto en una serie de luchas sociales “Tenemos que hacer un mundo mejor cada día, no cada cuatro años. Hemos luchado mucho estos años, pero esta conversación es el siguiente paso: haz lo que puedas, sé mejor que nunca», decía en un discurso muy aplaudido. “Tomad este grupo como ejemplo, hemos superado muchas cosas para estar aquí hoy, y lo hemos hecho con una sonrisa”. 

En 2020, la campaña por la igualdad se intensificó. «Estamos muy cabreadas, sentimos que hay argumentos misóginos y sexistas contra nosotras. Es el momento de decirle a todos los niños y a todas las niñas que nos siguen que las niñas no son menos solo por serlo. Somos iguales y tenemos las mismas oportunidades para conseguir nuestros sueños».

El apoyo a Kopernik en la violencia contra los negros 

Rapinoe se refería a diferentes episodios de confrontación en los que había sido protagonista. Aunque la última causa conocida entonces había sido la igualdad salarial, la jugadora de California ya había puesto su imagen en riesgo en una Estados Unidos donde la violencia policial hacia los negros era un tema preocupante. 

En 2016 vivió su momento más crítico tras apoyar a Colin Kaepernick, jugador de fútbol americano que comenzó a arrodillarse cuando sonaba el himno de Estados Unidos en protesta por esta discriminación. El quarterback de los San Francisco 49ers fue señalado y expulsado de la competición por lo que consideraron una falta de respeto al país. Rapinoe fue la primera deportista blanca en sumarse a la causa, arrodillándose en sus partidos, y estos actos también tuvieron consecuencias.

En declaraciones recientes a la revista Time, la futbolista señaló a los jugadores blancos que eran ídolos de la época, como Tom Brady y Aaron Rodgers. «Si le hubieran apoyado, seguiría jugando». A continuación,  Megan Rapinoe recibió amenazas de muerte, fue abucheada en un partido y desconvocada en los siguientes dos encuentros. En algún momento de 2017, sintió que la querían fuera del fútbol y se propuso trabajar para ser más fuerte aún de cara al Mundial de 2019 del que posteriormente sería protagonista. 

Megan Rapinoe celebra el Mundial de 2015 por las calles de Nueva York. FOTO SHUTTERSTOCK

La gran causa de Megan Rapinoe, el movimiento LGTBIQ+

El movimiento contra el racismo y la igualdad salarial han sido las dos causas sociales que más han marcado la historia reciente de Megan Rapinoe, pero para ella siempre hubo una motivación mayor. En la previa de los Juegos Olímpicos de 2012, la futbolista contaba que era homosexual y comenzaba una presencia ascendente en el activismo por los derechos del colectivo LGTBIQ+

A través de diferentes asociaciones manifestó su rechazo a la homofobia y transfobia, algo que ha tenido muy presente hasta en los últimos días como deportista de élite, haciendo campaña especialmente en aquellos estados donde los niños y niñas trans veían mermados sus derechos. 

En 2022, Estados Unidos saltaba al terreno de juego en Texas con un mensaje claro: Protect Trans Kids (Proteged a los menores trans). Catarina Macario, delantera del equipo norteamericano, confirmó en rueda de prensa que la idea había sido de Rapinoe, quien había escrito un mensaje a sus compañeras sobre la acción a seguir en un estado en el que el gobernador de Texas había pedido reportar a los menores trans y a sus padres para investigarlos por abusos. 

“No sé cuándo tendremos nuestra primera futbolista trans en la selección, pero estamos listas. Serán atendidas, apoyadas y celebradas. Y lo más importante: acompañadas”, tuiteó Rapinoe, quien en diferentes ocasiones ha compartido teléfonos y páginas de atención a menores trans.

En la previa del Mundial de 2023, Rapinoe continuó visibilizando a las mujeres trans en el deporte en un contexto donde están cuestionadas. “Ese argumento de que ocupan el lugar de una mujer ‘de verdad’ es extremadamente transfóbico. Yo veo a las mujeres trans como mujeres de verdad”, dijo a la revista Time

El control de las armas, la confrontación a la ultraderecha, la lucha contra la misoginia en las federaciones deportivas, el cuidado de los niños, la igualdad salarial, la protección de la salud mental… No ha habido causa que quedara al margen de una Megan Rapinoe que recientemente reconoció haber pedido ayuda de psicólogos para superar el peso con el que ha cargado en los últimos años. 

“Igualdad, integridad, libertad, oportunidad, armonía, derechos, justicia, tolerancia, amor y paridad”, manifestaba en una campaña reciente. Todo lo que sucedía fuera del terreno de juego, asumió en su autobiografía, tenía que ver con ella y con su comunidad. Y todo bajo un marco de entusiasmo que le llevó a señalar una frase que le acompaña: “Let’s Fucking Go!”-¡Adelante, joder! 

Fuentes
  • Federación de Fútbol de Estados Unidos
  • FIFA
  • Redes sociales de Megan Rapinoe
  • Common Goal

1 Comentarios

  • Rapione es probablemente una de las jugadoras que peor caen entre sus propias compañeras y el resto. Resulta increíble como después de fallar el penalti que eliminaba a su equipo del Mundial se echase a reír.