Las afirmaciones falsas del doctor Steve Hotze sobre las vacunas de ARNm contra la COVID-19

Las vacunas aprobadas en EEUU contra la COVID-19 basadas en la técnica de ARNm son peligrosas terapias génicas experimentales
Tiempo de lectura: 10 min

Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación de WhatsApp (+34 627 28 08 15) por un vídeo, viral en redes sociales, en el que aparece un doctor estadounidense llamado Steve Hotze hablando sobre las vacunas de ARNm aprobadas contra la COVID-19 en Estados Unidos.

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Según Hotze, estas vacunas son “peligrosas terapias genéticas experimentales” que plantean “un riesgo para la salud mayor que la COVID-19”. Pero es falso. Te lo explicamos. 

¿Quién es Steve Hotze?

El hombre que aparece en el vídeo, difundido por redes sociales en inglés con subtítulos en español, se identifica como Steve Hotze, fundador y director ejecutivo de la clínica Hotze Health & Wellness en Houston, Texas. 

En los subtítulos del vídeo en español, sin embargo, su nombre aparece escrito de forma distinta, como Steve Hotsy. En otros mensajes virales también se le menciona como Hotsy, pero al ir a la página web oficial del doctor, en la que se publicó por primera vez la grabación, comprobamos que su apellido real es Hotze.

Aunque su nombre sí aparece registrado en la página oficial de la junta de médicos del estado de Texas, las autoridades estadounidenses han señalado anteriormente a este médico por vender tratamientos no aprobados para tratar la COVID-19.

En concreto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Comisión Federal de Comercio del país enviaron una carta a Hotze en diciembre para pedirle que dejara de ofertar su línea de vitaminas para “curar” la COVID-19.

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Otros verificadores como AFP —que forma parte del IFCN (International Fact-Check Network) al igual que Newtral.es— también han desmentido algunas afirmaciones falsas difundidas por este doctor sobre las vacunas contra el coronavirus. 

Es un bulo que las vacunas de ARN mensajero no sean vacunas

El vídeo de Hotze, de unos 17 minutos de duración, fue publicado por primera vez el 26 de febrero en su propia página web. En esa fecha había dos vacunas contra la COVID-19 aprobadas en Estados Unidos, la de Pfizer-BioNtech y la de Moderna, ambas basadas en la técnica de ARNm. El 27 de febrero, la FDA aprobó también la de Janssen.

Hotze comienza diciendo en la grabación que las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer y Moderna no cumplen con la definición de “vacunas” de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ya que “no proporcionan inmunidad ni previenen la propagación de la enfermedad”. 

Sin embargo, desde los CDC sí consideran que estos tratamientos de ARNm son uno de los “tres tipos principales de vacunas contra el COVID-19 que están autorizadas o que están en etapa de ensayos clínicos a gran escala (fase 3) en Estados Unidos”.

Además, como explica este organismo estadounidense, las vacunas sí ayudan a nuestro organismo a “desarrollar inmunidad contra el virus que causa la COVID-19 sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad”.

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Respecto a la prevención del contagio, las autoridades sanitarias precisan que “no se conoce todavía si la vacunación impide que las personas vacunadas se infecten y, aunque no enfermen, puedan transmitir el virus a otras personas”, pero esto no significa que estos tratamientos no sean vacunas.

No, las vacunas aprobadas contra la COVID-19 no son “peligrosas terapias experimentales”

Hotze insiste en el vídeo que las vacunas contra la COVID-19 basadas en la técnica de ARNm son en realidad “peligrosas terapias génicas experimentales”. 

La FDA define terapia génica como “una técnica que modifica los genes de una persona para tratar o curar una enfermedad”. Lo hay que aclarar, como ya explicamos en Newtral.es, es que las vacunas de ARNm no modifican nuestro genoma y que las autoridades sanitarias recuerdan que todas las vacunas aprobadas contra la COVID-19 son seguras. De hecho, antes de su aprobación, han pasado un riguroso proceso de investigación y evaluación en el que se garantiza su seguridad y eficacia en personas

El doctor pone en duda este proceso de investigación argumentando que las inyecciones contra la COVID-19 de Pfizer-BioNtech y Moderna fueron aprobadas en Estados Unidos “sin ninguna publicación de estudios en animales y sin estudios en humanos a largo plazo”.

Pero las autoridades encargadas de aprobar las potenciales vacunas contra la COVID-19 sí que recibieron y analizaron los datos disponibles de cada fase de investigación de las vacunas, incluyendo los resultados de los estudios en animales y humanos. 

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La propia FDA aclaró al principio de la pandemia que obtener datos y caracterizar la respuesta inmunitaria inducida por el candidato a vacuna contra el SARS-CoV-2 en animales era un paso “necesario”.

Las afirmaciones engañosas de Steve Hotze sobre los supuestos riesgos de las vacunas

En el vídeo, el doctor estadounidense también cita una serie de supuestos efectos adversos que sufren los pacientes vacunados y afirma que las vacunas contra el coronavirus “plantean un riesgo mucho mayor para la salud que la COVID-19”.

“En el primer mes de uso se documentaron más de 40.000 reacciones adversas en Estados Unidos, incluidas miles de reacciones anafilácticas y problemas neurológicos graves”, señala Hotze, quien asegura que hasta el 14 de febrero también se registraron 934 muertes de personas que habían recibido la vacuna. 

Pero como ya explicamos en Newtral.es, los organismos reguladores de medicamentos de Estados Unidos monitorizan la seguridad de las vacunas durante la campaña de vacunación. Para ello, registran todas las sospechas de efectos adversos notificadas por las personas vacunadas en el sistema VAERS para vigilar si aparece alguna reacción que no se ha visto en etapas de investigación anteriores.

Es decir, las personas vacunadas pueden notificar a VAERS cualquier acontecimiento adverso que haya coincidido en el tiempo con el pinchazo, aunque no sea un problema ocasionado por la vacuna. Luego, las autoridades sanitarias investigan si ese acontecimiento realmente tiene algún vínculo con la vacunación.

De las sospechas de reacciones adversas registradas en Estados Unidos hasta hoy, “no se han observado nuevas alertas de seguridad” que estén relacionadas con las vacunas contra el coronavirus, según confirman desde la FDA a Newtral.es.

Es más, las autoridades sanitarias estadounidenses informan de que hasta el momento “no se ha detectado patrones en causas de muerte que puedan indicar un problema de seguridad con las vacunas contra el COVID-19”. 

Respecto a los casos de anafilaxia, los científicos de los CDC y la FDA informan de que la aparición de este tipo de alergia grave tras la vacuna contra la COVID-19 “es muy poco frecuente, con aproximadamente de 2 a 5 casos por cada millón de personas vacunadas en los Estados Unidos”.

¿Cómo funcionan las vacunas de ARNm contra la COVID-19?

Según informa el Ministerio de Sanidad español, lo que tienen en común las distintas vacunas aprobadas contra la COVID-19 hasta el momento es que hacen que nuestras defensas actúen contra una proteína del virus llamada proteína S, clave para que este se una a la célula humana.

En concreto, las vacunas basadas en la técnica de ARNm inyectan directamente en el cuerpo el ARNm del virus para que envíe a las células el mensaje de que produzcan proteínas similares a las del virus

De esta manera, ante un posible contagio por el SARS-CoV-2, el sistema inmunitario ya sabrá cómo actuar porque conoce el tipo de proteínas que este virus genera.

Hotze dice en el vídeo que “no hay forma de saber durante cuánto tiempo sus células producirán estas proteínas víricas, o si alguna vez dejarán de producirlas”. “Su sistema inmunitario estará sobrecargado y reaccionará de forma exagerada cuando se exponga a cualquier tipo de coronavirus en el futuro”, asegura. 

Pero el genetista Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), explica a Newtral.es que “el ARNm le da a la célula la posibilidad de producir esa proteína del virus, pero luego desaparece”. 

Los CDC también explican en su página web que «una vez que las instrucciones del ARNm están dentro de las células, éstas las utilizan para fabricar la proteína. Después, la célula descompone las instrucciones y se deshace de ellas«.

No hay evidencias hasta hoy de que las vacunas aprobadas contra la COVID-19 aumentan la gravedad de la infección 

Steve Hotze también sostiene en el vídeo que las vacunas basadas en la técnica de ARNm provocan otros supuestos riesgos en la salud como el aumento de “la capacidad del virus para infectar las células”. 

“Hay pruebas convincentes de que esta terapia génica experimental puede desencadenar una intensificación de la respuesta de anticuerpos (ADE) y aumentar la capacidad del virus para infectar las células. En otras palabras, si usted contrae una infección por coronavirus después de haber recibido la terapia génica experimental, es posible que su caso sea mucho peor que si nunca hubiera recibido esta terapia”, asegura el médico. 

Pero como ya explicamos en esta verificación, no hay evidencias hasta hoy de que las vacunas aprobadas contra la COVID-19 provoquen ADE. Lo que sí se ha demostrado es que la vacuna protege contra la enfermedad en la vida real, es decir, fuera de las pruebas en laboratorio, con poblaciones y casuísticas imprevisibles.

Según un comunicado publicado el 11 de marzo por la farmacéutica Pfizer, la vacuna fue efectiva al menos en un 97% contra los casos sintomáticos de COVID-19, los pacientes hospitalizados graves y críticos y las muertes en los vacunados en Israel. 

Asimismo, los datos de la campaña de vacunación de Israel obtenidos entre el 17 de enero y el 6 de marzo indican que “las personas no vacunadas tenían 44 veces más probabilidades de desarrollar COVID-19 sintomática y 29 veces más probabilidades de morir por esta causa”, según Pfizer.

Otra investigación, publicada el 24 de febrero en la revista científica New England Journal of Medicine, registra datos similares y muestra que la vacuna de Pfizer es efectiva en un 94% en los casos sintomáticos.

En España, tres meses después del inicio de la vacunación, también se ha registrado una caída en las bajas por incapacitación temporal de trabajadores pertenecientes a actividades sanitarias, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Las recomendaciones sobre el uso de la ivermectina y la hidroxicloroquina contra la COVID-19

Al final del vídeo, Steve Hotze también asevera que “se ha demostrado en estudios realizados en todo el mundo que el uso de la ivermectina y la hidroxicloroquina puede prevenir y tratar con seguridad la infección por COVID-19”.

Pero en Estados Unidos no está aprobado el uso de la ivermectina (un fármaco antiparasitario) ni de la hidroxicloroquina para tratar o prevenir la COVID-19 en los seres humanos. 

El pasado 22 de marzo, la Agencia Europea de Medicamentos también desaconsejó el uso de ivermectina para prevenir o tratar la COVID-19 fuera de ensayos clínicos en personas. Respecto al uso de la hidroxicloroquina, este organismo europeo recuerda que el fármaco “no ha mostrado ningún efecto beneficioso en el tratamiento de la COVID-19 en grandes ensayos clínicos”.

Resumen:

El vídeo del doctor Steve Hotze sobre las vacunas contra la COVID-19 basadas en la técnica de ARNm contiene afirmaciones falsas. Estos tratamientos no son “terapias genéticas experimentales” y su seguridad en personas ha sido probada en numerosos estudios y ensayos clínicos. 

Fuentes

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