En Irán, como en todos los países islámicos, las relaciones sexuales fuera del matrimonio están prohibidas y penadas por ley. Pero existe el matrimonio temporal (el sigheh en persa o el Nikah mut’ah, literalmente “matrimonio de placer” en árabe) que permite a los hombres mayores de 15 años y a las mujeres desde los 13 ser considerados marido y mujer por un límite determinado de tiempo y, por tanto, mantener relaciones sexuales de manera legal durante dicho tiempo.
El sigheh en Irán es una práctica compleja que tiene diferentes interpretaciones. Por un lado, se justifica utilizando términos morales ya que las prácticas sexuales ocurren dentro de los límites del matrimonio. Por otro, en la práctica, el matrimonio temporal abre una grieta para la prostitución, una actividad condenada por la religión.
El origen de las uniones temporales se remonta a la antigüedad
El matrimonio temporal es una práctica muy antigua que sólo acepta la rama chií del islam, geográficamente presente no solo en Irán, sino también en Irak, Yemen, Afganistán o Siria. Según explica a Newtral.es el antropólogo iranobritánico Kameel Ahmady, este matrimonio permite a hombres y mujeres musulmanes ser considerados temporalmente marido y mujer durante un tiempo limitado una vez especificado la dote, el precio de la novia pagado por el novio o por la familia de este.
“Históricamente, se practicaba para que un hombre pudiera tener varias mujeres mientras recorría largas distancias en su tradición nómada”, indica Ahmady. En Irán, era habitual esta práctica entre los peregrinos en ciudades santas, como Mashhad, recuerda el investigador. También entre aquellos hombres cuyas esposas tienen largas enfermedades o los solteros que no tienen otra manera de mantener relaciones sexuales legales a no ser que sea a través de este acuerdo pagado.
Mientras que “el objetivo del matrimonio temporal es, tradicionalmente, obtener placer sexual”, como indica Ahmady, las autoridades religiosas justifican el sigheh con el principio de “prevenir el pecado y la corrupción”.
“En el caso de los peregrinos o los hombres que viajan por trabajo largas distancias, por ejemplo, el matrimonio temporal se acredita porque ayuda a evitar la corrupción sexual y permite a los hombres satisfacer sus necesidades sexuales de forma legítima y legal cuando están lejos de sus esposas”, destaca el antropólogo.
Los defensores del sigheh también argumentan que el matrimonio temporal ayuda a satisfacer el instinto sexual biológico, sirve para que la pareja se conozca antes del matrimonio permanente (“así como en occidente se considera al noviazgo o al compromiso antes de que se celebre la boda”). Incluso se esgrime el argumento de que el matrimonio temporal agiliza los permanentes, que cada vez se celebran menos y más tarde en Irán por las dificultades económicas de los jóvenes iraníes. “El alto nivel de desempleo del país combinado con que el 65% de la población tiene menos de 25 años se traduce en que cada vez más parejas posponen el matrimonio porque no pueden permitírselo”, explica Ahmady.
“En los últimos años, basándose en estas razones, el Gobierno y los responsables políticos han promovido, a través de campañas en los medios de comunicación, el matrimonio temporal como solución, expidiendo licencias y estableciendo oficinas de registro para el sigheh y lanzando diferentes sitios de citas o encuentros en Internet”, asegura Ahmady.
De hecho, existen multitud de canales en Telegram que proveen mujeres disponibles para establecer un matrimonio temporal. Los mensajes indican aspectos como la edad, la altura, el peso, el color de piel, y la dote que pide cada mujer. Incluso, muestran sus tarjetas sanitarias para demostrar que están sanas y no tienen ninguna enfermedad. Los anuncios añaden reclamos tan explícitos como: “espacio seguro para encontrar una esposa confiable y hermosa en Telegram. Asistencia 24 horas de los expertos. Presentamos señoritas de todas las ciudades de Irán”.
El matrimonio temporal en el código civil iraní
En Irán, el matrimonio está sujeto y subordinado a los valores religiosos islámicos. En consecuencia, el Código Civil de la República Islámica de Irán recoge los dos tipos: el permanente y el temporal. Así, según la religión islámica y las normas jurídicas de los artículos 1062 a 1070, en función de las circunstancias necesarias para que un matrimonio permanente sea legalmente válido, la pareja firma un acuerdo matrimonial legal sin tener en cuenta su duración, que requiere de testigos y de una celebración. En cambio, en un matrimonio temporal nada de esto ocurre. Tan solo se firma un contrato de acuerdo con la religión chií por un tiempo determinado, según recoge el artículo 1075 del código civil iraní.
Como explica Ahmady, el contrato puede formalizarse de manera verbal (lo más común, según el investigador) o por escrito. Este documento debe establecer la duración del matrimonio, que puede ser “de tan solo media hora hasta días, meses o años, no hay límite específico establecido”, y la dote, en forma de bienes o dinero, que pagará el hombre a la mujer para consumar esta unión.
El sigheh tampoco se rompe con un divorcio legal, sino con una simple separación. Por tanto y de acuerdo con el artículo 1113 del código civil iraní, un matrimonio temporal no obliga al hombre a mantener económicamente a la mujer una vez terminada la unión, como sí tiene en caso de tratarse de un matrimonio permanente. “La idea del matrimonio, tanto temporal como permanente, en las sociedades islámicas es poder tener relaciones sexuales”, apunta Ahmady.
La práctica del matrimonio temporal en Irán y su efecto en las mujeres: matrimonio infantil y prostitución
La oposición al matrimonio temporal toma varios caminos aunque todos confluyen en el mismo punto: solo favorece a los hombres mientras mina los derechos de las mujeres. “El análisis del matrimonio temporal desde los aspectos jurídico, económico y social indica que los beneficios masculinos superan a los femeninos en todos los niveles y ámbitos, prueba de la precaria posición de la mujer en una sociedad patriarcal”, incide el antropólogo.
Como detalla Ahmady en su libro Una investigación exhaustiva sobre el matrimonio temporal en Irán, la crítica esencial es que, en la práctica, estas uniones son un resquicio legal para la prostitución. “El sigheh envuelve legalmente el sexo prematrimonial en un manto islámico”, indica Ahmady. “Los detractores de estos matrimonios informales sostienen que se utilizan como una difusa tapadera para la prostitución, en la que los hombres aceptan múltiples esposas durante unas horas a cambio de pagar dinero, en forma de dote”.
El investigador, además, señala otra de las discriminaciones que permite este matrimonio. En la teoría solo aceptan este tipo de uniones las mujeres viudas o divorciadas, es decir, las mujeres que no son vírgenes. Ellas no pueden contraer más de un matrimonio temporal a la vez, como ocurre con el matrimonio permanente. Sin embargo, los hombres pueden contraer matrimonio con un número ilimitado de esposas temporales al mismo tiempo.
Otra de las consecuencias negativas de este tipo de uniones es que fomentan y facilitan el matrimonio infantil. Además de su uso para poder mantener relaciones sexuales prematrimoniales de manera legal “y sin remordimientos morales porque está aprobado por la religión”, se practica el sigheh para poder casar a las más jóvenes. Según el artículo 1042 del código civil, “el matrimonio de una joven que no se haya casado antes depende del permiso de su padre o de su abuelo paterno, aunque haya alcanzado la mayoría de edad”. Los padres, por tanto, no aceptan las condiciones de un matrimonio temporal para sus hijas vírgenes, a menos que se trate de una promesa, un compromiso alcanzado entre ambas familias de que el varón consumará el matrimonio permanente más adelante.
Esta práctica se traduce, en el día a día, en casar a niñas menores de la edad legal de los 13 años, el límite establecido para las mujeres en los matrimonios permanentes, para asegurar que la unión oficial se produzca más adelante y preservar, así, su virginidad. “El matrimonio temporal allana el camino al matrimonio infantil“, explica el antropólogo. “En algunos lugares del país, sobre todo rurales y entre familias pobres, pueden casar a sus hijas muy jóvenes con un acuerdo temporal, es socialmente legítimo y legal; de esta forma cuando cumplen los 13 años pueden casarse definitivamente”, añade.
- Kameel Ahmady, antropólogo iranobritánico experto en matrimonio temporal e infantil
- Código civil iraní
- Telegram
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Excelente informe, lo usaré para reflexionar con alumnas del nivel secundario en Perú. para que aprendan a valorar sus vidas y a tomar decisiones correcta y a aporvechar de las libertades que gozan.
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