No se había visto algo igual en muchas guerras. 78 trabajadores sanitarios han sido los ojos sobre el terreno de un estudio pionero sobre el impacto en la salud de la población gazatí, entre el verano de 2024 y principios de 2025. Un estudio, publicado en BMJ, confirma la masacre que el gobierno israelí está perpetrando sobre Gaza a partir del tipo de lesiones atendidas por el personal sanitario. Tanto por número de personas heridas, como por el tipo de lesión, propia de personal en combate, se confirma la intencionalidad de liquidar a población civil, según los autores, encabezados por el cirujano en zonas en confilcto Omar El-Taji (NHS F.T.).
- Los datos: Se documentan 23.000 lesiones. 7.000 de ellas, por armas de fuego. Alrededor del 60 % de las personas heridas en la masacre en Gaza son mujeres y menores.
– Dos de cada tres, muestran lesiones por explosiones.
– Un 30%, heridas de bala. El 10%, disparos directamente en la cabeza.
– Un 18%, quemaduras. Una de cada 10, de cuarto grado (penetrando hasta estructuras óseas).
Desde la SESPAS, según Salvador Peiró (FISABIO), destacan que probablemente infraestima el número de casos. “Se encuesta sólo a sanitarios internacionales que han abandonado recientemente la zona de conflicto“ se contabilizaron únicamente “los casos que sobrevivieron lo suficiente para llegar al hospital”, afirma en el SMC de España. “El patrón de lesiones traumáticas en población civil no tiene precedentes en los conflictos armados recientes”. - Lo inédito: Los datos reportados son el resultado de la masacre en hospitales bombardeados en Gaza, interrupciones de acceso a ayuda, comunicaciones anuladas y escasez de recursos. Muchas heridas han sido “raramente observadas en la historia reciente”, incluidas fracturas múltiples, amputaciones múltiples extremas y quemaduras extensas. Esto sugiere un uso indiscriminado de armamento explosivo en zonas pobladas, según los autores.
El patrón se parece a las heridas que sufren los soldados o combatientes en un frente. No la población civil que huye de un escenario de ataques por parte de una fuerza profesional. Se evidencia también una “magnitud de daño y sufrimiento que no hemos visto en otros conflictos”, según declaraciones del cirujano Ghassan Abu Sittah, uno de los coordinadores del estudio.
“Los civiles heridos en Gaza están sufriendo un patrón de heridas que se esperaría en un combate intenso con profesionales militares”.
Bilal Irfan (Universidad de Michigan)
Lesiones en civiles nunca vistas que delatan la masacre en Gaza
La gravedad de las lesiones descritas en el estudio revela un nivel de violencia sin precedentes. Las heridas no son solo superficiales: muchas son múltiples, con fracturas complejas, destrucción de tejidos blandos y daño vascular profundo. Las amputaciones son frecuentes, incluyendo extremidades superiores e inferiores, en muchos casos bilaterales. Las quemaduras también adquieren carácter extremo, penetrando hasta el hueso, con placas óseas expuestas y necrosis extensiva.
En muchos hospitales, los médicos reportan que se han enfrentado a casos donde no hay margen para reconstrucción: los pacientes quedan mutilados o fallecen por hemorragias múltiples, señala Irfan.
El acceso limitado a recursos médicos agrava el cuadro: recursos que no llegan, quirófanos dañados, interrupciones eléctricas… Ameer Ali, autor principal y médico sobre el terreno, explica que se opera sin anestesia, sin salas limpias, con herramientas obsoletas, mientras un flujo continuo de heridos colapsa las instalaciones. La masacre en Gaza “supera toda experiencia anterior”; mchos pacientes “no tienen esperanzas de recuperación funcional”.
“El ejército de Israel parece haber considerado al propio sistema de salud como un objetivo recurrente en Gaza, en base a los cientos de ataques documentados contra instalaciones sanitarias, ambulancias y personal”.
Juan Alguacil, catedrático Salud Pública UH, en el SMC de España
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Las muertes previas al acceso médico, las heridos que mueren en el trayecto o en refugios no están contabilizados, lo que sugiere que la verdadera magnitud de la masacre médica es aún mayor.
- Es ciencia, no propaganda: La coordinadora de los Cribados de Osakidetza y directiva de la SEE Isabel Portillo destaca la calidad y rigor científico de este informe. Los investigadores que no han participado en este estudio consultados por el SMC de España coinciden en destacar su valor pese a las limitaciones derivadas de las enormes dificultades para realizarlo sobre el terreno. De no tener la calidad suficiente, seguramente no hubiera llegado a publicarse en una revista del impacto de BMJ.
“Este es un estudio en la línea de los que se están publicando por Naciones Unidas, OCHA, UNICEF, UNRWA, OMS y oenegés reconocidas como OXFAM, MSF o Amnistía Internacional”, apunta la doctora.
“Detrás de cada estadística hay un paciente, una familia y un sistema de salud devastado e incapaz de funcionar”, concluye el coautor, Ameer Ali.
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