La Tierra y Marte puede que no fueran muy distintos hace más de 3.700 millones de años. Aquellos planetas relativamente jóvenes seguramente estaban cubiertos por océanos. Esto podría llevarnos a la idea de que estuvieron habitados. Pero la vida conocida no sólo requiere de agua líquida. El metano (lo que es hoy nuestro gas natural) debió de ser un gas predominante en ambos lugares. Y hay seres vivos que ‘respiran’ esa sustancia. Sobre este principio, un equipo de la Escuela Normal Superior de Francia y de la Universidad de Arizona cree que el Marte antiguo fue perfectamente habitable.
Los dos primeros matices importantes: Marte habitable no implica ‘Marte habitado’. Es decir, no han encontrado signos de que por allí corretease ningún ser vivo. Ni siquiera una entidad del tamaño de una bacteria. En segundo lugar, no parece probable que, de haber existido vida, se hubiera desarrollado y evolucionado con éxito en superficie. En todo caso, en el subsuelo. Y es ahí donde actualmente se busca o, más bien, se espera poder encontrar un día. Bien en Marte, bien en algún satélite de Júpiter o Saturno.
Según señala Boris Sauterey, primer autor de este trabajo nuevo, publicado en Nature Astronomy, es probable que el subsuelo del Marte primitivo haya sido habitable para microorganismos. Estos debieron alimentarse de hidrógeno y producían metano. Así se desprende de su modelado, que precide con éxito el enfriamiento que luego sufrió el ahora gélido planeta rojo
Un Marte habitable con tanta vida como la de nuestro océano primitivo
Según el estudio, la producción de biomasa prevista pudo haber sido comparable a la del océano primitivo de la Tierra. ¿Bacterias? No. “No es correcto llamarlos bacterias”, precisa desde la UAH en el SMC de España César Menor Salván. Este bioquímico, ajeno a este estudio, dice que las bacterias surgieron durante la evolución en la Tierra tiempo después del origen de la vida. “No hay razón para pensar que sean comparables biológicamente con supuestos organismos en Marte, más allá de cuál es el tipo de metabolismo que utilizan”.
La habitabilidad potencial del Marte joven, hace más de 3.700 millones de años, ha sido ampliamente debatida. La evidencia sugiere que el planeta rojo albergó, al menos durante parte de su historia, condiciones potencialmente favorables para el desarrollo de la vida. Sin embargo, la probabilidad de tal escenario rara vez se ha establecido cuantitativamente.
Boris Sauterey y sus colegas modelan la interacción entre el entorno primitivo de Marte y un ecosistema de microorganismos marcianos que sobreviven consumiendo hidrógeno y produciendo metano. Y sólo en eso se considerarían parecidas a las primeras formas de vida en la Tierra.

El profesor Menor Salván apela a las diferencias entre la habitabilidad terretre y de Marte. “Diferencias climáticas, geoquímicas (como la salinidad) y, sobre todo, de características y composición de la atmósfera condicionaron la evolución de esos ecosistemas”. Así, mientras que en la Tierra la actividad de las que producen metano pudo favorecer la habitabilidad, en Marte pudo ser todo lo contrario, provocando estos organismos un enfriamiento global del planeta.
Unos microbios que habrían sido capaces de enfriar el planeta
El equipo predice que este ecosistema habría desencadenado un evento de retroalimentación con el clima de Marte, enfriándolo globalmente hasta -233ºC, creando condiciones menos habitables cerca de la superficie. Esto habría obligado a los microbios a moverse progresivamente más profundo dentro de la corteza del planeta.
”La vida en Marte debió de proseguir bajo la superficie, cada vez más profundamente, utilizando procesos geoquímicos como fuente de hidrógeno”, dice Menor Salván. Sin embargo, de ahí a tener pruebas de que el metano que parece emanar de un Marte habitable es fruto de la vida va un trecho.
En 2019, un estudio liderado por el español Jorge Pla-García (CAB-CSIC/INTA) se ratificaba en la existencia de metano en Marte, un gas típicamente asociado a la vida, aunque parece de origen geológico. Según algunas observaciones estacionales, Marte ‘respiraría’. Eso ha llevado a no pocas personas a pensar que algo marciano está vivo y exhala o, más exactamente, metaboliza y produce este gas.
Pero como el propio Pla-García explicaba entonces a Newtral.es, la vida microbiana es una fuente importante de metano en la Tierra, pero el metano también se puede crear a través de las interacciones entre las rocas y el agua. En concreto, “en una especie de jaulas heladas para el metano y CO2”. Estructuras de cristal a base de moléculas de agua. Un aumento de la temperatura o la presión puede liberar el metano atrapado en su interior. Un metano producido geológicamente o por un ser vivo en el pasado.
¿Y si realmente no hay metano?
El enigma del metano de Marte que ya no es habitable en superficie radica no sólo en que no se puede terminar de explicar del todo su origen. Su propia detección no ha estado exenta de polémica. Otros trabajos apuntan a que tal gas no está presente en el planeta rojo.
“El misterio del metano es que no hay metano en Marte”, sentenciaba a Newtral.es otro español, el astrofísico José Juan López Moreno, del IAA-CSIC, quien en abril de 2019 publicó un estudio en Nature que pinchaba todas las teorías del metano marciano: el orbitador TGO/Mars Express registra metano por debajo de las 0,05 ppb. O sea, “no hay” ante los ojos del satélite eurorruso.
Aún existe controversia sobre el metano de Marte, pero nadie ha demostrado que venga de seres vivos
Para el geólogo y astrobiólogo Jesús Martínez Frías (IGEO-CSIC-UCM) “Hasta el momento no existe en Marte ninguna evidencia de vida ni de marcadores de su existencia pasada o presente. Aunque no es descartable esta hipótesis ni otras, no hay evidencia de la existencia de metanógenos ni en la actualidad ni en el pasado. De hecho, existe todo un debate abierto muy interesante sobre la propia existencia actual (o no) de metano. Creo que este punto debería haberse abordado con mayor detalle”, señala.
Desde la NASA se sigue apostando por la existencia de este gas y se planeta hipótesis como que el satélite europeo no vio nada porque opera de noche, cuando el metano no asciende lo suficiente. O que se destruye antes de ascender. Las misiones actualmente en desarrollo en Marte están estudiando ‘sobre el terreno’ (como con los róveres Curiosity y Perserverance) este asunto y cómo de habitable seguiría siendo el subsuelo. ”Considero que serán estos análisis detallados los que permitirán confirmar o no la validez e importancia del modelo propuesto”.
De cara al futuro, los autores identifican tres sitios que potencialmente fueron habitables en Marte: Hellas Planitia, Isidis Planitia y el cráter Jezero. Estos serían los mejores lugares para buscar signos de esta vida metanogénica temprana cerca de la superficie marciana.
- Estudio de Boris Sauterey y otros en ‘Nature Astronomy’ (2022)
- Investigaciones de la NASA en curso sobre metano, por Lonnie Shekhtman
- Jose Juan Lopez Moreno (IAA-CSIC)
- César Menor Salván (UAH)
- Jesús Martínez Frías (IGEO-CSIC-UCM)
- Sobre la ausencia de Metano en Marte, Korablev y otros, en ‘Nature’ (2019)