“En 2003 nadie me conocía y hoy soy un referente para muchas mujeres en el mundo, no solo en el fútbol”. Las emocionantes palabras de Marta Vieira da Silva (Brasil, 1986) en la previa del que podía ser su último partido con la camiseta de Brasil sonaban a despedida, a una reflexión empoderante para continuar su legado. Entre lágrimas, repasaba dos décadas de trayectoria en la que pasó de ser llamada La Pelé con Falda a marcar sus propios hitos, como ser la máxima goleadora de los Mundiales, masculinos o femeninos, y convertirse en leyenda, en la ‘Reina’ del fútbol.
La historia de Marta Vieira es la de todas esas niñas que en los años noventa carecían de referentes con los que ilusionarse, el ejemplo de las brasileñas que no desistieron ante una sociedad que les señalaba por hacer algo que no les correspondía. «Me tocó jugar con los chicos. Aún me duele recordar lo mucho que me humillaron», contó Marta en una entrevista en FIFA.
Marta Vieira, llorar al principio para sonreír al final
Con 14 años se marchó a Río de Janeiro y cuatro años después dio el salto a Europa. Pero, para entonces, ya había disputado su primer Mundial. “Cuando empecé a jugar no tenía un ídolo en el femenino. Vosotros (señalando a la prensa) no mostrábais el femenino. ¿Cómo se suponía que los iba a ver? ¿Cómo iba a imaginar que podría llegar a la selección y convertirme en un referente?”, recalcaba.
Máxima goleadora de los Mundiales, mejor jugadora FIFA en seis ocasiones, subcampeona del Mundial en 2007, plata en dos Juegos Olímpicos, campeona de la Copa América… Los títulos colectivos y especialmente individuales señalaron muy pronto a Marta Vieira como una leyenda del fútbol, y a ellos añadió discursos que marcaron la historia reciente de las mujeres en este deporte.
Las gambetas y jugadas que le caracterizaron hicieron que su nombre comenzara a sonar en todo el mundo, especialmente con los goles del Mundial 2007. Con su juego borró los estereotipos y las comparaciones con sus homólogos masculinos, inscribiendo su nombre en la historia del fútbol brasileño junto a Formiga y Cristiane. Las tres leyendas de la canarinha fomentaron lo que hoy es un equipo que buscaba redimirse de los errores en el pasado, y que sin embargo ha sido derrotada en la primera fase del Mundial 2023.
- Mejor jugadora del mundo en seis ocasiones: 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010, 2018.
- Plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008.
- Campeona de la Copa América en 2003, 2010 y 2018.
- Campeona de los Juegos Panamericanos en 2003 y 2007.
- Máxima goleadora de los Mundiales con 17 tantos, superando al alemán Klose.
Cuatro años atrás, con el peso de la historia sobre su dorsal 10, Marta señaló el camino a las nuevas generaciones. Tras caer en octavos de final en una prórroga igualada ante Francia, la delantera explotó. Mirando a cámara, espoleó a niñas de todas las edades. “No vais a tener una Marta para siempre. El fútbol femenino depende de vosotras para sobrevivir. Pensad en eso, dadle valor. Disciplina, dedicación. Hay que querer más, entrenar más, estar preparadas. Tienes que llorar al principio para sonreír al final”.
Desde este discurso de 2019, la cuenta atrás comenzó para una Marta Vieira que llegó al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 con 37 años y tras superar recientemente una rotura del ligamento cruzado. La histórica entrenadora Pia Sundhage tuvo claro que necesitaba este perfil, como Estados Unidos a Megan Rapinoe, para sobrevivir a los contratiempos que pudieran vivir en el trayecto hacia su sueño de ganar.
Marta Vieira, la leyenda que cambió el fútbol en Brasil
Estas dos décadas de protagonismo, de lucha por mejorar las condiciones de las futbolistas y empoderamiento de niñas y jóvenes que ahora sí pueden soñar con disputar un Mundial, salieron a la luz en un discurso emotivo donde lloraba de felicidad.
Discurso completo de Marta Vieira antes de su despedida:
Hoy salgo a la calle y me paran, nos dicen «mi hija te adora, quiere ser como tú». Y no solo con Marta, también con otras jugadoras. Hoy tenemos nuestras propias referentes y eso no hubiera pasado si nos hubiéramos parado en los primeros obstáculos. Es una lucha continua que no comenzó conmigo, hubo muchas mujeres detrás. Estamos orgullosas y la gente pide que nuestra generación haciéndolo, continúe inspirando a niñas y niños de cualquier edad. Estoy muy feliz de ver esto porque veinte años atrás, en 2003, nadie conocía a Marta en mi primer Mundial. Ahora todo cambió y soy referente para muchas mujeres en el mundo entero y no solo en el fútbol, también en el periodismo. Aquí hay muchas periodistas que antes no veíamos. Hemos abierto puertas para la igualdad.
El final de Marta y el comienzo de una nueva generación
Cuando Marta Vieira pronunciaba estas palabras no sabía que, 24 horas después, Brasil iba a ser eliminada por Jamaica en una de las grandes sorpresas de este Mundial. Al finalizar su último partido con la verdeamarela, la delantera se despedía contundente una vez más. “Los brasileños pedían renovación y aquí la tienen. La mayoría son jóvenes con mucho talento y un camino enorme por delante”, decía.
Marta no se iba a marchar sin seguir pidiendo apoyo para estas futbolistas, en Brasil y en todo el mundo, como en los primeros días de esta copa. “Esto muestra que el fútbol femenino es un producto, hay que continuar apoyando. Marta acaba aquí, estoy agradecida por la oportunidad y muy contenta con lo que está sucediendo en el fútbol femenino en Brasil y en el mundo. Para ellas es solo el comienzo, para mí es el final«.