Madrid, Valencia y Zaragoza, entre las 5 ciudades de Europa donde la emergencia climática más alteró las temperaturas

Episodio de calor de mayo en la Plaza del Pilar de Zaragoza, temperatura y emergencia climática| Toni Galán, Efe
Episodio de calor de mayo en la Plaza del Pilar de Zaragoza | Toni Galán, Efe
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España –y otros países europeos– está desconcertando a las personas expertas en clima. El verano meteorológico se esta alargando de manera extraordinaria, sobre todo en lo que a temperaturas nocturnas se refiere. Cerramos octubre (el más cálido de la historia, seguramente) con mínimas de pleno verano para el Cantábrico. Y excesos de temperatura de hasta +10ºC en algunas ciudades que sólo se pueden atribuir a la emergencia climática.

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Este calor inusual se nota en la piel y en los big data (grandes cantidades de datos). El índice EFI (Índice de Pronósticos Extremos, en inglés) cuantifica lo inusual de un fenómeno extremo. Está marcando récords en península y Baleares estos días, sobre todo en el este. Y otro índice se suma al retrato de una emergencia climática que dispara las temperaturas en las ciudades: el Índice de Cambio Climático, conocido como CSI.

Tras estas siglas no hay criminólogos, pero sí un buen puñado de profesionales de la meteorología de Climate Central que han elaborado un ránking con las ciudades del mundo que más están sufriendo en sus mercurio cada día los efectos de la emergencia climática. Dicho de otro modo, utilizan un modelo científico que permite determinar qué excesos son atribuibles al calentamiento global. Y tres ciudades españolas encabezan en escalafón europeo.

El otoño más caliente en España y en medio mundo

Tan sólo un par de borrascas han hecho de este otoño astronómico algo parecido a un otoño meteorológico. La semana que viene se espera un nuevo episodio cálido para cerrar un octubre de récord en España y en la Europa occidental.

La nueva herramienta de Climate Central dice que esto no es algo exclusivo de la región europea. Según el análisis, el 96% de la población mundial (más de 7.600 millones de personas) tuvo temperaturas diarias que aumentaron debido a la emergencia climática en ciudades causadas por la acción humana.

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El Índice de Cambio Climático CSI tiene una escala de cinco puntos para indicar cuánto más probables o frecuentes se han vuelto las temperaturas máximas y mínimas diarias como resultado de la emergencia climática. Un índice de cambio climático (CSI) de 3 significa que la temperatura del día se hizo al menos 3 veces más probable de lo que hubiera sido sin la influencia de la emergencia climática causada por el ser humano.

En España, Madrid, Valencia, Zaragoza o Barcelona están por encima del 0,8. La cifra está lejos de la de otros lugares del mundo bañados por el océano o de regiones tropicales, mucho más sensibles al más mínimo cambio de temperatura (que hace que se computen como anomalías térmicas). Pero ese '1' es una cifra muy significativa para el contexto de Europa, al punto de ser Madrid la ciudad que peor registro tiene en el continente.

El 27 de octubre, la mayor parte de España registró temperaturas 5 veces por encima de lo esperable si no existiera una emergencia climática propiciada por la actividad humana | Climate Central
El 27 de octubre, la mayor parte de España registró temperaturas 5 veces por encima de lo esperable si no existiera una emergencia climática propiciada por la actividad humana | Climate Central
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La emergencia climática se nota más en zonas tropicales o del Índico

Los niveles promedio anuales del Índice de cambio climático (CSI) fueron especialmente altos en el archipiélago malayo (que incluye Indonesia, Filipinas, Singapur y Papúa Nueva Guinea), el norte y centro-oeste de Brasil, la Península Arábiga, el Cuerno de África y México. Estas regiones tienden a tener cambios de temperatura diarios relativamente pequeños, por lo que incluso un pequeño aumento absoluto en sus temperaturas locales debido a la emergencia climática da como resultado un aumento relativamente grande en el CSI.

Varios de estos lugares también están rodeados por el océano. El calentamiento de los mares es una de las señales más fuertes del cambio climático, y el calor almacenado en el océano aumenta las temperaturas en estos lugares, especialmente durante la noche. 

“Ser capaz de detectar las huellas dactilares del cambio climático en el tiempo cotidiano, en cualquier parte del mundo, representa un avance vital en la ciencia de atribución climática”, ha explicado el doctor Andrew Pershing, director de ciencia climática en Climate Central en la presentación.

“El Índice de Cambio Climático trae metodologías científicas establecidas al dominio público de una manera clara y accesible. Esta herramienta puede ayudar a las personas a comprender y hablar sobre cómo el clima cambiante está dando forma al clima local a medida que sucede”, ha apuntado.

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En este sentido, y respecto al caso español, la investigadora sénior del CREAF Corina Basnou señala que “es esencial que los ayuntamientos y la ciudadanía sean conscientes de la necesidad de adaptar las ciudades al cambio climático y comprendan el valor de las soluciones basadas en la naturaleza”. Estas soluciones conllevan cambiar la 'piel' urbana, del gris al verde, “parques, árboles en la calle, jardines o muros verdes, que bajan las temperaturas y regulan los flujos de aire y agua”.

Otro ejemplo son los bosques de ribera en ciudades con ríos, que amortiguan los efectos de las inundaciones cuando hay fuertes lluvias. “Todas estas medidas, bien planificadas, pueden contribuir a mejorar la eficiencia energética, la regulación de los microclimas urbanos o islas de calor, la conservación de la biodiversidad y la conexión de los espacios verdes urbanos y peri-urbanos”, concluye.

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