Vladimir Putin ha dejado claro hasta ahora que poco puede hacer el mundo por frenar su ofensiva en Ucrania, pero líderes como Emmanuel Macron, Recep Tayyip Erdoğan, Naftali Bennett y Xi Jinping pueden tener un papel determinante en las próximas semanas. Si hay un frente diplomático a explotar, ellos son los líderes sobre los que están puestas las esperanzas en estos momentos.
La última tentativa diplomática coloca el foco en Turquía. Los ministros de exteriores ruso y ucraniano se han reunido este jueves con su homólogo turco en la ciudada de Antalya. Como vaticinaban los observadores internacionales, que guardaban pocas esperanzas, la reunión ha concluido sin acuerdo para un alto el fuego temporal como planteaba Ucrania y tampoco se ha podido acordar un corredor humanitario para evacuar Mariúpol.
Pese a la falta de optimismo, los esfuerzos están ahí. Y Erdogan es uno de los líderes que puede mediar en este conflicto en el que la mayoría de jugadores tiene posiciones demasiado antagónicas con Putin. Por eso las figuras de Macron, Bennett o Jinping también aparecen en las listas de jugadores geopolíticos que pueden marcar la diferencia en las próximas semanas.
Turquía: al otro lado del Mar Negro
Qué ha hecho. Erdogan habló en llamada telefónica con Putin el pasado domingo para pedir un alto el fuego en Ucrania. El ministro de exteriores turco también ha hablado con sus homólogos ruso y ucraniano en hasta diez ocasiones desde el inicio de la guerra para mediar una solución diplomática.
Pero que Turquía pueda actuar de intermediario es porque ha sabido equilibrar su respuesta a la crisis en Ucrania:
- El país ha designado la invasión turca como una guerra, permitiéndose así cerrar el Bósforo a los buques de guerra rusos e impedir la llegada de refuerzos militares al frente del Mar Negro.
- Turquía no ha implantado las duras sanciones que sí han impuesto sobre Rusia sus aliados en la OTAN. Tampoco ha cerrado su espacio aéreo a las aeronaves rusas.
Por qué lo ha hecho. Erdogan intenta mantener un delicado equilibrio en sus relaciones con Putin y con sus aliados en la OTAN. En juegos hay cuestiones geopolíticas y económicas clave para el país:
- Geopolítica. Turquía comparte dos fronteras con Rusia. Una es marítima, en el Mar Negro, donde también está Ucrania. La otra es artificial, en Siria. Rusia y Turquía están en partes enfrentadas de ese conflicto. La presencia de ambas naciones en la guerra siria, así como el interés de Erdogan por mantener a raya a los kurdos, hace necesaria una línea abierta con Putin.
- Economía. Turquía es un destino turístico importante para Rusia y para Ucrania. 4.7 millones de rusos y 2.1 millones de ucranianos visitaron el país el año pasado. En total, los dos países representaron más del 27% del turismo internacional del país en 2021.
- Turquía también es importador de gas natural y petróleo rusos. Pese a las quejas de Washington, compra armamento tanto a Estados Unidos como a Rusia. Y no, la economía turca no está para disgustos.
¿Y ahora? Sin duda Rusia tiene preocupaciones con el papel de Turquía en Ucrania. Putin ya se quejó en su momento a Erdogan de la venta de drones de producción turca Bayraktar TB-2. Según el ejército ucraniano, los TB-2 están haciendo la vida imposible a las caravanas de tanques rusos.
- Pero la independencia diplomática turca, que no ha tenido problemas para llevarle la contraria a sus aliados de la OTAN en el pasado, es un aliciente importante para su papel en el conflicto ucraniano.
Israel: un nuevo hombre de estado
Qué ha hecho. El primer ministro israelí Naftali Bennett se reunió esta semana con Putin en Moscú. Fue el primer líder occidental en hacerlo desde el inicio de la guerra. La visita casi secreta sumaba a otras iniciativas diplomáticas israelíes que, según Jerusalén, están logrando acercamientos entre Rusia y Ucrania.
- En concreto, desde Israel consideran que el papel de intermediario de Bennett y sus compañeros de gobierno influyó en que las cumbres ruso-ucranianas en Bielorrusia tuvieran lugar.
Al igual que Erdogan, Bennett también ha sabido establecer un balance igualado para no enemistar a Putin o a Zelensky:
- El país tardó más que sus aliados occidentales en denunciar la invasión rusa. Primero, se abstuvo en una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Después, votó a favor de condenar la agresión rusa en otra votación de la Asamblea General de la ONU.
- Israel tampoco ha impuesto sanciones como las que sí han aprobado sus aliados occidentales, aunque el país mediterráneo no es en ningún caso un socio comercial ruso destacado.
Por qué lo ha hecho. Bennett tiene poca experiencia en el plano diplomático global, pero su país tiene vínculos fuertes con Ucrania y con Rusia:
- Geopolítica. Israel comparte una frontera artificial con Rusia en Siria. Los dos países mantienen una comunicación constante desde hace años porque Israel lleva a cabo ataques continuos contra las fuerzas afines a Irán, enemigo declarado de Israel.
- En ese frente, el rol de Rusia en las negociaciones para el desarme nuclear de Irán también es un factor clave. Bennett tiene interés por mantener posturas cercanas con Putin.
- Cultura. Israel cuenta con una importante comunidad rusófona. El ruso es el tercer idioma más hablado del país.
- En Ucrania, más de 200,000 ciudadanos son judíos y miles de ellos ya están emigrando a Israel aprovechando la Ley del Retorno.
¿Y ahora? Numerosos analistas internacionales dudan que Bennett pueda mediar entre Rusia y Ucrania, especialmente teniendo en cuenta su poca experiencia en el plano internacional. Pero el mandatario ha mantenido conversaciones con Putin y Zelensky. Este último incluso le pidió hacer de intermediario.
- Para Bennett, tener un papel determinante en las conversaciones entre ambos países supondría un empujón a su imagen como hombre de estado. Pero un fracaso también implicaría sufrir las críticas por haber jugado en una liga que le quedaba grande.
China: Sin denuncia a las acciones rusas
¿Qué ha hecho? De todos los líderes globales, sin duda el primer ministro chino Xi Jinping ha sido el que más ha consentido las agresiones de Putin sobre Ucrania. El mandatario chino se reunió con su homólogo ruso justo antes de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.
- Según informes de inteligencia estadounidenses, desde China sabían de las intenciones de Putin con Ucrania y le pidieron que esperara hasta el final de la cita olímpica.
A diferencia de Erdogan y Bennett, Jinping no habla con Putin desde el comienzo de la invasión. Por aquel entonces, el gobierno chino describió la guerra provocada por Rusia como una operación militar especial, en línea con la propaganda del Kremlin. No es el único paso chino prorruso de las últimas semanas:
- China ha defendido a Rusia a raíz de lo que ellos describen como «sanciones ilegales» impuestas por un gran número de países occidentales.
- Desde la administración de Jiping, se han negado hasta ahora a denunciar las acciones de Rusia en Ucrania de forma directa.
- China también ha repetido los discursos del Kremlin, acusando a Estados Unidos de provocar la crisis en Ucrania por no respetar las preocupaciones de seguridad rusas.
Por qué lo ha hecho. Jinpin y Putin mantienen posturas cercanas desde hace años en materia internacional. China ayudó a Rusia a sortear las sanciones de 2014 a raíz de la anexión de Crimea y apoyó la intervención rusa en Kazajistán hace un par de meses. Pero hay otros factores determinantes:
- Geopolítica. Si China mantiene su distancia con las agresiones rusas, Jiping puede contar después con un aliado para protegerse de las acusaciones de represión en Hong Kong, Tíbet o Xinjiang.
- Economía. Rusia es el mayor socio comercial de China, y viceversa. Además, se complementan. Rusia es fuerte en armamento y recursos naturales, principalmente energéticos. Mientras, China lo es en la industria manufacturera y en la tecnológica.
¿Y ahora? El equilibrio de Jinping con Putin es sin duda el más complejo de todos. Rusia es un aliado esencial de China en el plano global dadas las raíces de Estados Unidos en tantos otros países. Pero mantener esa alianza a toda costa puede acarrear costes severos:
- China peligra con contradecir su propia política de no-intervencionismo, un terreno que lleva años abanderando como protesta al papel de Estados Unidos en el marco global.
- El Gigante Asiático se arriesga a seguir deteriorando su relación con Estados Unidos y sus socios comerciales en Europa, donde un antagonismo pronunciado puede traducirse en un endurecimiento de las políticas comerciales que la Unión Europea tiene con ellos.
- Ucrania es desde hace años un gran socio comercial para China. Es clave en la exportación de hierro, maíz y cebada al país asiático y solo está por detrás de Rusia en la venta de armas.
- China también tiene multitud de proyectos de infraestructura en el país, tanto en sus puertos como en el sector energético. Lo más revelador en ese frente es que Ucrania es parte de la Nueva Ruta de la Seda desde 2017, lo que implicó el compromiso de inversiones chinas milmillonarias en el país.
Conforme la guerra en Ucrania se alarga y encrudece, la presión va a ser cada vez mayor sobre China, que llegado un punto tendrá que intervenir en un papel diplomático más prominente. Para la Unión Europea, sin duda Jinping es una de las piezas clave para frenar a Putin.
Francia: unas presidenciales en juego
Qué ha hecho. Macron es el líder de la Unión Europea que más ha hablado con Putin en las últimas semanas, sea a través de una mesa enorme en Moscú o por teléfono. Y pese a que sus intentos hayan sido hasta ahora infructuosos, el mandatario galo mantiene una línea abierta con su homólogo ruso.
- Desde el Elíseo han sido muy directos con las conversaciones entre Macron y Putin, llegando a decir en los últimos días que el presidente ruso no tiene previsto frenar la invasión y que lo peor en Ucrania podría estar por llegar.
El rol de Macron es diferente al de los anteriores porque Francia sí ha seguido las directrices impuestas por consenso desde la Unión Europea. Eso ha implicado:
- Sanciones muy duras sobre Rusia.
- Envío de armas defensivas a Ucrania.
- Despliegue de tropas en países de la OTAN en la región.
- Denuncias claras y contundentes sobre la invasión.
Por qué lo ha hecho. Dado el consenso del Eurogrupo en las medidas tomadas contra Rusia, Macron se ha diferenciado de sus aliados en querer acercarse a Putin de forma más constante que los líderes de las otras potencias europeas, especialmente Boris Johnson y Olaf Scholz. Ahí, Macron aprovechó dos coyunturas para dar un paso al frente:
- La parálisis germana inicial con motivo del gaseoducto Nord Stream 2, un activo que marcaba la dependencia energética que Alemania tiene con Rusia.
- La implicación británica en Ucrania, mucho más destacada que la francesa a nivel de envío de armas y de asistencia logística y de inteligencia.
Las razones de ese adelantamiento en el liderazgo europeo se debe a varias razones:
- Macron lleva tiempo queriendo consolidarse como un jugador geopolítico determinante en la esfera global. Pero sus resultados hasta ahora han sido mediocres, mire uno a la presencia militar en Mali, a la crisis económica en Líbano o al Indopacífico. Allí, Francia perdió un importante contrato de submarinos con Australia en favor de Estados Unidos y Reino Unido.
- El presidente galo también ha luchado por conseguir que la Unión Europea logre establecerse como un actor de seguridad clave que no dependa de Estados Unidos. Sus compromisos militares con aliados como Rumanía apuntan en esa dirección.
- Macron tiene unos comicios presidenciales a la vuelta de la esquina. Cualquier repunte de popularidad es clave para disipar dudas sobre su reelección.
¿Y ahora? No está claro que Putin vea a Macron como voz cantante de ningún frente. Ni de la Unión Europea, donde comparte terreno con Alemania; ni de la OTAN, donde Estados Unidos sigue siendo el rey.
- Pero Macron ha demostrado ser uno de los pocos líderes de una potencia con espacio para dejar la puerta abierta a Putin. Y por mucho que no espere nada del mandatario ruso, Macron sí está dispuesto a escuchar.
bASTARDITO JAMAS VENGAS A mx